Para el Banco Central el ahorrista y depositante argentino no debe preocuparse: el sistema local está sólido.
“El sistema financiero comenzó 2023 sosteniendo sus rasgos de solidez: a nivel agregado prevalece una moderada exposición al riesgo de crédito con acotada morosidad y elevados ratios de liquidez y solvencia”, afirmó la autoridad monetaria.
Sin embargo, para analistas privados las últimas medidas –como la autorización para utilizar como encajes los títulos que recibieron en el último canje- socavan los cimientos y la elevada tenencia de títulos de deuda emitidos por el Tesoro ofrecen grietas de vulnerabilidad.
El informe sobre el estado del sector financiero que mensualmente difunde el BCRA tenía como fecha de salida este miércoles, jornada en la que se produjo un derrumbe en los mercados financieros internacionales justamente por rumores sobre el estado de grandes instituciones bancarias.
El primer resultado a 72 horas de desatada la crisis muestra que aún no se observó un efecto “contagio” sobre los bancos que operan en el país y el impacto se concentra en el valor de los activos. Esto se debe a que bancos nacionales no tienen inversiones en activos como los que manejaba Silicon Valley Bank, con lo cual no se ve afectado su patrimonio.
En el caso de las personas y empresas el impacto vendrá dado por la baja de acciones y bonos. Esta situación puede generar un “efecto pobreza” que puede retrasar decisiones de inversiones o consumo que es la forma en que las crisis financieras se trasladan a la economía real.
En paralelo al monitoreo de la situación internacional, por estas horas el directorio del BCRA deberá tomar una decisión sobre su política de tasa de interés luego de conocerse la inflación de febrero que alcanzó a 6,6%. Desde hace seis meses se mantiene en 75% y los operadores de mercado esperan un nuevo incremento para cumplir con el acuerdo con el FMI que reclama una tasa de interés real positiva.
La discusión entre los operadores pasa por el rango de aumento, aunque la mayoría se inclina por un ajuste de 500 puntos hasta el 85%.
Además de la posibilidad de integrar encajes con títulos tomados en el último canje, los analistas también cuestionaron la opción que se le entregó a los bancos de “venderle” al BCRA los bonos recibidos en caso de una brusca caída de los precios. Traducido: se les garantizó una salida a un precio acordado para hacerse de liquidez y, por ejemplo, enfrentar una salida de depósitos.
El BCRA justificó la decisión al sostener que “esta opción es una herramienta para que las entidades puedan administrar los descalces de plazo y el riesgo de liquidez”.
Según el informe publicado este miércoles, el saldo de los depósitos en pesos del sector privado se redujo 1,6% real (ajustada por inflación) durante enero. Las cuentas a la vista cayeron 2,5% real, mientras que los depósitos a plazo se redujeron 0,5% real (+5,5% nominal).
Por el lado del segmento en moneda extranjera, el saldo de los depósitos del sector privado se mantuvo sin cambios de magnitud entre puntas. El saldo de los depósitos totales del sector privado (en moneda nacional y extranjera) se redujo 1,4% en enero (+4,5% nominal).
En tanto, en enero la exposición bruta del sistema financiero al sector privado (contemplando moneda nacional y extranjera) se ubicó en 27% del activo total, levemente por debajo del valor de cierre de 2022 y 4,2 puntos menos en la comparación interanual.
En lo que respecta al ratio de irregularidad del crédito al sector privado se ubicó en 3,2%, siendo ligeramente superior al registro del cierre de 2022 aunque 1,1 puntos menor frente a enero del año pasado.