Desde que el dólar oficial trepó a $800, la evolución del tipo de cambio ha sido bastante moderada: hoy cotiza, en el Banco Nación, a $814,87 para la compra y $873,50 para la venta. De hecho, desde el Gobierno nacional han afirmado que la devaluación sería de un 2% mensual. Si bien las estimaciones privadas plantean un escenario bastante diferente, aun así, quedaría muy por detrás de la inflación esperada.
La moneda estadounidense siempre ha sido una de las herramientas preferidas por los argentinos para preservar el valor de sus ahorros. Sin embargo, no sólo va perdiendo valor cada año, por la inflación -mucho menor, pero existente- en Estados Unidos, sino que, por la intervención del Estado argentino, el tipo de cambio va quedando rezagado frente a la evolución general de los precios.
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que realiza el Banco Central, fue publicado el 11 de enero y contiene los resultados de un relevamiento realizado entre los días 27 y 29 de diciembre de 2023. Se contemplaron pronósticos de 37 participantes, entre quienes se cuentan 25 consultoras y centros de investigación locales e internacionales y 12 entidades financieras de Argentina. Los analistas consultados pronosticaron que el tipo de cambio nominal tendría una variación, a diciembre de 2024, de 164,8%, lo que lo llevaría a unos $2.173 a fin de año.
Este valor es muy parecido al que anticipa el Bank of America. La entidad bancaria estima que el tipo de cambio oficial terminará 2024 en $2.200. Y suman previsiones sobre cómo se iría dando esta evolución: antes de marzo, el Gobierno nacional deberá hacer una nueva devaluación y llevarlo a $1.100; luego, a $1.500 en el segundo trimestre; y a unos $1.670 en el tercero; hasta alcanzar los $2.200 en diciembre.
Como contraparte, en el último REM de 2023, los analistas estimaron una inflación mensual de 25% para enero y una inflación acumulada para 2024 de 213% (21,2 puntos porcentuales más que en la encuesta previa). Esto implica que, de cumplirse tanto los pronósticos sobre la evolución del dólar como los de la inflación, el tipo de cambio quedaría casi 50 puntos por detrás. De todos modos, seguiría siendo una alternativa con menor pérdida de valor que un plazo fijo, que por ahora mantiene la tasa de 110% anual.