El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli mantuvo una reunión con la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, donde abordaron la problemática del contrabando de ajo que perjudica a los exportadores mendocinos.
Brasil es el principal comprador del ajo que se produce en Mendoza y el ingreso de esa materia prima al vecino país sin cumplir los protocolos que exige el Ministerio de Agricultura y Pecuaria de Brasil, pone en riesgo a los productores local además de desatar el malestar de sus pares brasileños.
Además de la reunión con Sagasti, el embajador argentino mantuvo hoy un encuentro de trabajo con el secretario Especial de la Receita Federal de Brasil, Robinson Sakiyama Barreirinhas, para tratar la problemática del contrabando de esa verdura en la frontera entre Argentina y Brasil.
Mendoza exporta más de US$ 100 millones anuales de ajo y Brasil recibe casi el 80% de las exportaciones de ajo mendocino.
En Brasil, el ajo debe comercializarse en envases nuevos, limpios y secos que no transmitan olor y sabor ajenos al producto y debe ser transportado en cajas de cartón, madera o plástico.
Además, las exportaciones argentinas deben realizarse en cajas de 10 kg cumpliendo con todos los requisitos exigidos por el Ministerio de Agricultura y Pecuaria de Brasil.
El contrabando se produce con mercancías vendidas en bolsas, lo cual compromete la condición del producto y la salud de las personas.
Scioli le planteó a Barreirinhas la necesidad de actuar en forma conjunta y fortalecer la inspección en los principales puertos de entrada de las exportaciones argentina: las ciudades de São Borja (RS), Foz do Iguaçu (PR) y Porto Xavier (RS). Este trabajo articulado será importante para frenar el fraude y las prácticas desleales al comercio, además de contribuir a la seguridad alimentaria de ambos países.
El contrabando de ajo preocupa a los productores y exportadores argentinos que trabajan respetando la normativa aplicable y los estándares fitosanitarios exigidos por Brasil junto a todas las ordenanzas que se refieren a la calidad de producto ingresado.
Este delito produce malestar entre los productores brasileños y también los argentinos ya que genera desconfianza en la cadena y también produce caída de precios.
Se acordó que los equipos técnicos de ambos países trabajarán para reforzar los controles y preservar las exportaciones argentinas de ajo de alta calidad a Brasil. En el caso de nuestro país, la Embajada viene articulando también con el titular de la Aduana, Guillermo Michel.