El economista Dante Sica fue uno de los disertantes en la Convención Regional de Acara (Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina), que se realizó ayer en la provincia. El ex ministro de Producción y Trabajo de la Nación analizó el escenario político-económico de la Argentina, y cuál es su impacto en la industria automotriz. En esta entrevista con Los Andes, brinda su mirada sobre el programa económico, el cepo y la reactivación de la economía.
- ¿Cómo está viendo el escenario actual?
- Este 2024 es un año de transición, claramente. Y hay que tomarlo como un año en el que la economía está reacomodándose a un nuevo ciclo económico, con reglas de juego totalmente distintas. Si uno mira estos 8 meses, el Gobierno Nacional ha tenido logros que son mucho mejores a lo que todos esperábamos.
En especial el programa de corrección de precios relativos y la entrada de uno de estabilización. Quizás con medidas que en algunos momentos se solapaban, pero me parece que ese conjunto en sí es un programa económico que ha sido muy potente con respecto a los variables macro.
Entonces, por un lado, creo que sorprende a todos la firmeza del ancla fiscal, porque ha logrado tener superávit financiero. Seguramente, con un mes más o un mes menos, pero ha logrado acomodar precios relativos y comenzar un proceso de baja de la inflación. Ha corregido gran parte, le queda muy poquito, de las distorsiones del Banco Central y de todo lo que eran los pasivos remunerados.
Y me parece que ahora se encamina a una de las últimas etapas durante este año, que tiene que ver con lo que hoy genera mayor incertidumbre, mayor tensión en el mercado, que es la definición del régimen cambiario y terminar de destrabar todo lo que hace el movimiento al mercado de capitales denominado cepo. El cepo es una hidra de siete cabezas. El Gobierno en estos últimos tiempos ha cortado algunas, pero claramente hay todavía dificultades.
- Hay una percepción de que se van acomodando variables macro, pero persiste la pregunta de cuándo va a reactivarse la economía, el empleo, los ingresos…
- Era claro que, para corregir el descalabro macroeconómico, iba a tener impacto en el nivel de actividad. Creo que, en general, muchos actores económicos fueron sorprendidos por los resultados de la macro. Pero creo que todos sabíamos que íbamos a entrar en un proceso de recesión. Es más, la economía empezó a caer en el último trimestre del año pasado. El agotamiento del modelo de expansión monetaria y de desequilibrio fiscal ya había empezado a impactar sobre el nivel de actividad, porque ya estábamos en un camino en un proceso de hiperinflación.
Entonces, yo diría que hoy es evidente, por todos los datos que uno está observando, que la economía tocó piso entre abril y mayo. Junio, si se quiere. Obviamente, cuando esto lo lea alguien va a decir, “mi economía, mi facturación siguen cayendo”. Y es cierto. Pero cuando uno mira la mayoría de los indicadores de cámaras empresarias, charla con distintos sectores, la presunción es que, entre mayo y junio, la economía empezó a encontrar un piso en términos generales.
Después, la pregunta debería ser, “decime dónde vivís y en qué sector estás, y yo te digo cómo viene la economía”. ¿Por qué? Porque hay cuatro sectores que este año no cayeron. La agricultura, que tuvo una “v” porque venía de la caída de la sequía del año pasado. Y cuando uno dice la agricultura, es todo el ecosistema: el que le vende fertilizantes, los que venden cosechadoras, los que venden camionetas. Creció este año.
El sector de la energía también creció este año con respecto al año pasado, en producción y en inversión. El sector de la minería creció. El año pasado había tres minas en funcionamiento y hoy hay cuatro. Y ya hay 17 proyectos que están moviéndose, empezando desde las tareas de ingeniería hasta movimiento de tierras. Y servicios basados en conocimiento es un sector que a veces pasa desapercibido, pero que hoy emplea casi la misma cantidad de gente que la construcción. Esos sectores no cayeron.
- ¿Y cuáles cayeron más?
- Todos los que estaban destinados al consumo interno. Esos cayeron mucho. Obviamente que cuando mirás con respecto al año pasado, la caída es muy fuerte porque también teníamos un consumo exacerbado, que era la forma que teníamos los consumidores de defendernos de la inflación. En vez de quedarte con pesos, comprabas el auto que había o comprabas un lavarropa por las dudas. Lo que sea. Tenías consumos por encima muchas veces del promedio general.
Y después, con una economía cerrada, los productores vendían más porque no tenías variedad. No podías elegir. Comprabas y te sacabas la plata. Y las empresas hacían stock porque querían resguardarse. Entonces, todo el primer trimestre, la menor demanda producto del reacomodamiento de precios se cubrió con el stock. Ahora, las empresas ya se sacaron el stock de encima y empieza a mejorar cemento, acero, empieza a mejorar la venta de durables porque apareció el crédito.
Algunos sectores están por debajo del año pasado, otros igualaron el año pasado y otros dicen que julio fue mejor que junio y junio fue mejor que mayo. Entonces, creo que, de a poco, vamos viendo una recuperación. No a una gran velocidad, pero es una recuperación, que es muy heterogénea y en algunos sectores va a ser más lenta de lo esperado. Se va a notar mucho más fuerte en el interior que en el conurbano bonaerense o en el AMBA. ¿Por qué? Porque las nuevas inversiones, los nuevos proyectos están mucho más distribuidos territorialmente.