Para el viernes 12 de marzo está programado un nuevo aumento de los combustibles líquidos. Se trata de una suba del 2,6% para las naftas, que fue autorizada por el gobierno de Alberto Fernández como actualización de los impuestos específicos y del valor de los biocombustibles. Cuando se haga efectivo este incremento, será el sexto ajuste en el precio de los combustibles en lo que va del año. Durante este primer trimestre, la suba de la nafta súper alcanzó un 11%.
A través del decreto 35/2021 publicado en el Boletín Oficial en enero, el poder Ejecutivo Nacional prorrogó por 11 días, para el viernes 12, la actualización de los porcentajes del Impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y también del dióxido de carbono (IDC) estipulados inicialmente para el 1° de marzo; destacando en el texto que el motivo del aplazamiento está dado por “las circunstancias actuales y la necesaria estabilización de los precios”.
Durante 2019 y 2020 los ajustes de los impuestos a los combustibles ya habían tenido varios aplazamientos, el último fue el de diciembre de 2020 trasladándose para el inicio del tercer mes de 2021. Estos impuestos -que impactan en el precio en el surtidor- se actualizan en forma trimestral según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Es decir que los ajustes se aplican en marzo, junio, septiembre y diciembre de cada año, impactando a su vez en los valores de la canasta básica.
Números en alza
Los porcentajes del ajuste programado para dentro de ocho días (del 2,6% en el caso de las naftas y de 2,1% para el diesel) son los que correspondían al cuarto trimestre calendario del año pasado. Además en marzo entrarán en vigencia las resoluciones 1/2021 y 2/2021 del Secretario de Energía de la nación, Darío Martínez, normativas en las que el funcionario fijó los nuevos valores para la compra del biodiesel destinado para la mezcla obligatoria de las naftas y del bioetanol a base de caña.
Actualmente el biodiesel destinado a la mezcla obligatoria con el gasoil cuesta $ 89.975 por tonelada, de acuerdo al esquema de recomposición precios elaborado por la Secretaría de Energía; mientras que el bioetanol utilizado para el corte de naftas tiene un valor de $ 48.700. Desde este mes, la proporción obligatoria de biodiesel en su mezcla con gasoil es de un 8,4% (anteriormente era de 6,7%).
De acuerdo a este escenario, las consultoras especializadas en hidrocarburos calculan que el impacto en el precio final de los combustibles al consumidor sería en torno el 2,6% por litro en el caso de las naftas y de 2,1% para los diesel.
En el Gran Mendoza, el precio actual de la nafta súper es de $ 75 por litro. Si se aplica el ajuste estimado, el valor avanzará $ 1,92 hasta los $ 76,92. De igual manera, la nafta premium pasaría de $ 86 a $ 88,13 por litro. En lo que respecta al gasoil, el ajuste del 2,1% llevaría la versión común hasta los $ 71,86 (hoy cuesta $ 70,40). En tanto, el diésel premium dejaría de costar $ 80,60 para pasar a vender a $ 82,27 en las estaciones de servicio locales.
Cabe recordar, que los valores de los combustibles son diferentes en el interior de la provincia -normalmente más altos- por lo que los ajustes podrían ser distintos también. Además, YPF inició una política de “acortamiento de brechas”, con el final de igual los valores en todo los departamentos, tal como está haciendo también a nivel nacional. Por ese motivo, es lógico esperar que los ajustes sean menores fuera del Gran Mendoza, al menos en las estaciones de servicio de esa bandera.
Incrementos circulares
¿Cuánto impacta el precio minorista de los combustibles en la inflación? El economista Jefe de Ecolatina, Matías Rajmerman, explicó en una oportunidad que cada alza en el precio de los combustibles se traduce en un impacto directo en el IPC.
El economista Carlos Rodríguez se mostró de acuerdo con esa lectura. “Más allá del porcentaje, el aumento de los combustibles y la energía tienen una influencia significativa en la inflación. Esto se suma a la dinámica general de la economía”, sostuvo Carlos Rodríguez. El catedrático también destacó que se cree que el trimestre va a terminar con un 13% de aumento de los precios, lo que podría traducirse al final del año con una suba en torno al 50%.
Por su parte, el economista Pablo Salvador señaló que cuando sube un impuesto, el barril de petróleo o el precio de los biocombustibles, eso se ve reflejado en los valores en el surtidor. “El problema, es que esos incrementos se trasladan al resto de los productos. La Canasta Básica Alimentaria, por ejemplo, está directamente influenciada por el valor del flete”, comentó.
El profesor de economía en la UNCuyo agregó que si la suba de la canasta no es acompañada por la evolución de los salarios, marcará que cada vez haya más mendocinos y argentinos por debajo de la línea de indigencia.
“El incremento en los combustibles terminará haciendo presión sobre los precios. Esto se verá reflejado en el IPC de marzo y en el de abril. En Mendoza el transporte tiene una incidencia mayor a la hora de medir la canasta del IPC; es más alto que el de la canasta nacional”, concluyó Pablo Salvador.