La Asociación Mendocina de Expendedores de Naftas y Afines (Amena) detallaron que, en el primer semestre de 2021, las estaciones de servicio vendieron 303.210 metros cúbicos de combustibles líquidos, lo que implica una suba de 6,97% en comparación con lo que comercializaron en el mismo período de 2020, que fueron 283.460 m3. Sin embargo, el nivel aún está un 9,64% por detrás del que tenían en 2019, antes de la importante caída, producto de la drástica reducción de la actividad durante el aislamiento.
Por otra parte, se está bastante lejos de los volúmenes comercializados entre enero y junio de 2015, cuando se alcanzaron los 367.480 m3. Desde entonces, plantearon, se instaló un proceso de caída, producto de la liberación del precio de los combustibles, que tuvo una recuperación en 2018, cuando se vendieron 336.020 m3, para volver a caer. Y recordaron que, en abril del año pasado, el desplome fue de 45,51%.
El titular de la entidad, Isabelino Rodríguez, manifestó que no sólo las ventas aún están por debajo de los niveles prepandemia -y añadió que los porcentajes varían según la zona-, sino que, durante varios meses, por el aislamiento, tuvieron una disminución del 30 al 50%, lo que aún tiene consecuencias en la rentabilidad de las empresas. Es que en 2020 contaron con la asistencia del Estado (a través de los ATP), pero no echaron a ninguno de los más de 3.500 empleados que las estaciones de servicio tienen en toda la provincia.
Por otra parte, en la actualidad el precio en el surtidor está congelado, pero los costos siguen subiendo y en octubre tendrán paritarias. Además, señaló, están expectantes de lo que pueda suceder con la variante Delta y las posibles restricciones a la circulación que podrían retornar si se lleva a un incremento importante en el número de contagios.
Los datos de Amena difieren de los de la Secretaría de Energía de la Nación, que arrojan que la venta de combustibles trepó un 20% en Mendoza en el primer semestre de 2021, con respecto al mismo período de 2020, e incluso muestran una mejora del 12% con relación a 2019. Desde la cámara de estacioneros señalaron que en los registros oficiales también están incluidas las ventas directas desde la refinería, mientras ellos toman como referencia los datos que surgen de la resolución 1004, que obliga a las estaciones de servicio a informar los volúmenes comercializados al público.
En cuanto al comportamiento de los distintos tipos de combustible, según los datos de Amena, las naftas tuvieron en el primer semestre de 2020 una caída acumulada de 28,08% y una recuperación en 2021 de 16,47% con respecto al mismo período del año pasado; pero aún se está un 16,24% por debajo de los números de 2019.
En tanto, el gasoil cayó en los seis primeros meses de 2020 un 4,33% en comparación con 2019, ya que el transporte de cargas continuó su actividad durante el aislamiento. Y si bien hubo una leve reactivación este año, de 0,6%, tampoco ha alcanzado los niveles prepandemia, ya que el descenso en 2021 respecto a 2019 es de 3,77%.
Desde la entidad resaltaron que la venta de GNC también está muy afectada y lo atribuyeron, en parte, a la mayor eficiencia en el consumo que tienen los vehículos nuevos. El descenso en 2020 con respecto a 2019 fue de 27,07% y la recuperación en 2021, en comparación con 2020, de 16,06%. Pese a eso, los volúmenes en el primer semestre de este año están un 15,37% por detrás de los de 2019 y un 34,12% por debajo de los de 2015, lo que explica el cierre de algunas estaciones de GNC emblemáticas, como la Nogales, en Belgrano y Nicolás Avellaneda, de Ciudad.
