Tras el paso del Presidente Javier Milei por la UIA durante la conmemoración del día de la industria, referentes locales aseguraron que son moderadamente optimistas sobre el rumbo que está tomando el país.
Mauricio Badaloni, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) por Mendoza, valoró positivamente la presencia de Javier Milei en el cierre de la UIA, destacando la importancia de que un Presidente interactúe con la industria, al tiempo que también destacó que varios representantes del ministerio de Economía se quedaran para compartir con los empresarios tras el discurso.
En cuanto a las expectativas, subrayó que en el ámbito laboral, es crucial enfocarse en temas recurrentes como costo laboral, acceso al financiamiento con una Ley Pyme, que posibilite su desarrollo algo que están trabajando desde la UIA. Además volvió sobre el tema de las importaciones y señaló que la reciente devaluación en Brasil, sumada a la apreciación del peso argentino y la falta de una reducción de impuestos, ha generado un escenario de incertidumbre.
“Sobre el final, el Presidente sostuvo que no abrirían por completo las importaciones en tanto no existiera el equilibrio lógico en la economía argentina, a fin de evitar lo que muchos conocen como industricidio”, dijo Badaloni a Los Andes.
El empresario enfatizó que si no se logra reducir la carga impositiva o implementar medidas que disminuyan los costos de importación, será muy difícil competir y destacó el compromiso del Presidente en ese sentido.
En tanto, Hugo Goransky, titular de la UIA por San Juan, analizó el reciente discurso del presidente, destacando aspectos positivos y haciendo hincapié en las necesidades del sector. “Siempre, como industrial, uno ve la parte positiva del discurso del presidente. Interpreta la importancia de la Ley Pyme y pide que se tenga en cuenta”, comentó Goransky. Para el industrial es crucial que el mandatario mantenga claras las intenciones de no generar problemas en la industria sin antes establecer las condiciones adecuadas para competir.
Goransky resaltó la necesidad de que el país no solo se enfoque en vender productos, sino que también evite que los impuestos sean una carga excesiva para las empresas. “Es fundamental que no haya dumping y que se pueda nivelar la cancha para que todos compitan en igualdad de condiciones”, agregó.
El industrial también expresó su esperanza de que el Presidente trabaje en conjunto con los técnicos de la Unión Industrial Argentina (UIA) para desarrollar una estrategia que incluya propuestas como el “libro blanco”, que aborda temas de competitividad, modernización laboral y una reforma importadora que permita que ingresen productos extranjeros de manera equilibrada. “El Presidente tiene claro que no quiere generar problemas en el sector industrial, pero es vital que estas reformas se implementen correctamente”, concluyó Goransky.
Industriales y competitividad
Durante su discurso el presidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja, centró su mensaje en las “tres C”: certidumbre, confianza y concertación. Subrayó la importancia de crear un entorno en el que el “costo argentino no haga inviable la competencia frente a países que no exportan impuestos, cuentan con infraestructura que permite recibir costos con regímenes laborales adecuados a las nuevas realidades productivas y con medidas de protección eficaces frente a la competencia desleal”.
“La simplificación de la carga administrativa, la reducción de la presión fiscal y la superposición al respecto hoy existente entre Nación, Provincias y Municipios que da por resultado cerca de 160 sistemas fiscales que conforman un complejo y gravoso escenario contributivo y – en especial para las PyMes – que ocupan gran parte de su actividad cotidiana en el procesamiento y liquidación de esta carga tributaria, cuando deberían poder dedicarse prioritariamente a la producción y a la generación de empleo”, explicó.
Funes de Rioja también recordó que para que Argentina pueda competir en el mercado global, es fundamental considerar todas las variables que afectan la competitividad. En este sentido, destacó que mover un contenedor de 40 pies en Argentina puede ser hasta tres veces más caro que en otros puertos de la región, y hasta siete veces más costoso cuando se trata de una importación. Esto, señaló, refleja las dificultades que enfrenta la industria argentina en términos de costos logísticos y competitividad internacional.
“La industria pretende un “terreno equilibrado” donde nuestro costo argentino no haga inviable la competencia frente a países que no exportan impuestos, que cuentan con infraestructura que permite reducir costos, con regímenes laborales modernos adecuados a las nuevas “realidades productivas” y con medidas de protección ágiles frente a la competencia desleal: ya lo hemos dicho y lo reiteramos, corregir las distorsiones y asimetrías”, estimó.
Milei con anuncios en la UIA
En un discurso contundente frente a la Unión Industrial Argentina (UIA), el presidente Javier Milei criticó duramente el rol histórico del Estado en la economía nacional, señalando la dependencia de la industria argentina en relación con las políticas de protección estatal. Milei afirmó que “la industria quedó subordinada a la sobreprotección del Estado en formas de crédito, subsidios, exenciones tributarias y barreras arancelarias,” lo que a su juicio ha contribuido a perpetuar un modelo económico insostenible.
Javier Milei anunció este lunes que en diciembre se eliminará por completo el “nefasto” Impuesto PAIS. Esta decisión sigue a la reciente reducción del arancel, que pasó del 17,5% al 7,5%.
El mandatario enfatizó que “prometieron que con el tiempo la industria competiría de igual a igual, pero se volvió cada vez más dependiente del Estado.” Según Milei, esta situación ha tenido graves consecuencias para otros sectores productivos, particularmente el agropecuario. “Para proteger a la industria, se le robó al campo, afectando nuestro potencial exportador,” subrayó, destacando el impacto negativo de estas políticas en la economía nacional.
En auditorio estaban presentes tanto los miembro de la UIA, como también de la CAME y varias cámaras representantes del sector del Campo. Ante esa audiencia, Milei no escatimó en críticas hacia el modelo industrial , al que acusó de haber generado “un sector adicto al Estado, uno de los orígenes de nuestras crisis económicas.” A su juicio, los argentinos han pagado un alto precio por estas políticas: “Hemos pagado más caro por productos de peor calidad, aumentando el costo de vida y reduciendo la capacidad de ahorro.”
El presidente también apuntó contra quienes promueven la emisión monetaria como solución a los problemas industriales: “Cuando alguien habla de potenciar la industria mientras se emite dinero sin control, esa persona es un estafador,” sentenció. En su lugar, Milei abogó por la eliminación de la inflación como una medida fundamental para recuperar la estabilidad económica del país. “Terminar con la inflación es la clave para devolver a los argentinos la estabilidad y la capacidad de planificar su futuro,” afirmó.
Durante su discurso, Milei defendió las medidas de ajuste fiscal implementadas por su gobierno, asegurando que “vinimos a achicar el Estado para agrandar el bolsillo de los ciudadanos.” Además, destacó los logros obtenidos en materia económica, como la arbitración de las tasas de interés locales con las internacionales, lo que, según él, permitió la “licuación y el desarme de los pasivos remunerados.”
“En un mes logramos lo que parecía imposible: alcanzar el déficit cero en el Tesoro Nacional,” celebró el presidente, añadiendo que “resolver el problema de los pasivos remunerados en siete meses es un mérito histórico de nuestra gestión.”
Milei también criticó duramente las leyes laborales en Argentina, comparándolas con la fracasada ley de alquileres. “Las leyes laborales en Argentina son al trabajador lo que la fracasada ley de alquileres es a los inquilinos,” afirmó, señalando que el “costo invisible del Estado, la burocracia, es una traba enorme para la actividad económica.”
En términos de política fiscal, Milei destacó que en Argentina existen cerca de 190 impuestos, de los cuales diez recaudan más del 90% del total, y mencionó la eliminación de trabas burocráticas para la importación de insumos clave como el acero, aluminio y materiales de construcción. “Mejoramos el pago a importadores y hoy estamos pagando el 90% de las importaciones versus el 15% en noviembre de 2023,” aseguró.
El presidente concluyó su intervención señalando que el ajuste fiscal que está llevando a cabo su gobierno “solo puede compararse con los mayores ajustes de la historia,” y prometió que no dejará a la industria abandonada: “No los vamos a dejar tirados, vamos a abrir la economía cuando estén dadas las condiciones estructurales para que las empresas competitivas sean las más competitivas posibles.”
