Los anuncios nacionales del domingo ya tuvieron un primer efecto en los precios: como consecuencia del nuevo valor del dólar agro para el maíz y las economías regionales, la carne subirá un 10%. En estos días, las carnicerías aplicaron un primer ajuste, producto de la suba de costos, pero se espera que el fin de semana realicen uno adicional, por el aumento en el principal alimento para novillos, pollos y cerdos.
José Rizzo, presidente de la Cámara de Abastecedores de Carne de Mendoza, explicó que ayer, primera jornada de funcionamiento del Mercado de Cañuelas después de conocerse las nuevas medidas, hubo un incremento del 7% al 10% en el precio de la carne en gancho, que pasó de $1.080 el kilo a $1.200, lo que se traducirá en una suba al consumidor final de entre el 10% y el 15%. Aun más, advirtió que las proyecciones apuntan a que siga subiendo en los próximos meses.
El motivo, explicó, es la implementación del “dólar maíz”, que hizo que en las primeras horas trepara entre 15% y 20% el precio de este cereal, que representa el 80% de la dieta de novillos, pollos y cerdo. De ahí que los criadores de animales, indicó Rizzo, empiecen a trabajar a pérdida -si el público no avala la suba de precios- y dejen de reponer y el precio de mercado aumente por falta de oferta. De hecho, advirtió, ya hubo quienes han retenido animales. Esto, porque no se implementó un tipo de cambio diferencial también para las exportaciones de carne.
El empresario resaltó que las ventas están muy reprimidas, porque “la demanda pone el precio” y está tranquila, lo que hace que la evolución de los valores de mostrador se quede por detrás de la inflación. En este sentido, comentó que esta semana ya se había producido un aumento del 5% al 7% en el precio de algunos cortes, por una cuestión estacional y porque ha habido subas en diversos costos, como los fletes (por incremento en el combustible), la faena, los alquileres y los salarios. Pese a esto, resaltó que los gastos operativos se han ajustado entre un 20% y un 30%.
Para este fin de semana, se espera un nuevo ajuste, de un 10%, producto del mayor precio del alimento, que llevará el kilo de asado de $2.000 a $2.400; carne para milanesas de $2.000 a $2.200; osobuco de $1.300 a $1.500; peceto a $2.400; lomo a entre $2.800 y $3.000; costilla $2.000; roastbeef o marotilla, $1.800 a $1.900; y paleta, $1.800 a $2.000. En cuanto al cerdo, la costeleta y la costilla pasarán de $1.300 a $1.400. Con el pollo, esperan tener novedades hoy, después del feriado.
Supermercados
Rubén David, del mayorista Oscar David, señaló el lunes que algunas empresas proveedoras los llamaron por la mañana -horas después de conocerse algunos detalles de las medidas- y les comentaron que era probable que los pedidos estuvieran un poco parados esta semana. Sin embargo, sumó que es fin de mes y las ventas están muy frenadas.
David señaló que las listas de precios llegarán a principios de agosto, por lo que aún queda un par de días para que se definan, en función de lo que se pueda conocer de la “letra chica”. Así, señaló que se está esperando saber qué va a pasar con los acuerdos de precios y si la aplicación del impuesto PAIS va a impactar en los alimentos y otros productos importados.
Entre las medidas que trascendieron el domingo, en el marco del acuerdo con el FMI, se difundió que se iba a implementar este tributo -impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria, que se creó en 2019 para gravar ciertas operaciones en moneda extranjera- a la compra de divisas para la importación de una bienes y servicios. Desde el Gobierno nacional resaltaron que no se establece para la importación en sí, sino para la compra de billetes, por lo que, quien tenga dólares y los use para pagar, no deberá tributar este gravamen.
El arancel alcanza el 7,5% para los bienes importados (y el 25% para los servicios), pero están exceptuados los medicamentos y material para combatir el fuego, combustibles, lubricantes, insumos vinculados a la generación de energía y a la cadena de componentes de la canasta básica alimentaria. Por lo que hay dudas sobre qué alimentos estarían incluidos y cuáles no.
Algo similar plantearon desde una cadena de supermercados al mencionar que aún no tuvieron novedades, aunque anticipaban que es esperable que las medidas tengan algún impacto. Acotaron que, como ha sucedido en otras ocasiones, es probable que esta semana haya reuniones y que los resultados dependerán de lo que se defina.
Vino
El presidente de Bodegas de Argentina, Walter Bressia, comentó que el domingo a la noche el escenario era muy positivo, porque habían entendido que se iban a poder liquidar todas las exportaciones a un tipo de cambio de $340 -en lugar del de $300 del dólar agro vigente hasta ahora-, pero que el lunes por la mañana todo parecía indicar que se mantenía el requisito de adherir al programa Precios Justos (que desalentó la participación de las bodegas en el Programa de Incremento Exportador).
Pese a eso, aguardan mayores precisiones sobre si el Ejecutivo nacional responderá al pedido del sector vitivinícola de que las exportaciones de vino se puedan realizar a ese tipo de cambio, más atractivo, sin tener que inscribirse. Finalmente, a primera hora de la tarde del lunes, se conoció que a partir de setiembre se eliminan las retenciones para las exportaciones vitivinícolas.
Por su parte, el director ejecutivo de BdA, Milton Kuret, acotó que la normativa original del programa tenía resoluciones complementarias, mientras en este caso el decreto sólo menciona el tipo de cambio, lo que dio lugar a interrogantes sobre si era necesario inscribirse al Programa de Incremento Exportador. También hubo consultas sobre cuál es el momento en el que se aplicará el dólar a $340 (el del envío o de la cobranza).
Y habían recibido preguntas por el impuesto PAIS, ya que no está claro si incluye a los insumos vitivinícolas. Es que, si bien el vino es parte de la canasta básica, es probable que los elementos necesarios para elaborarlo estén excluidos, pero no saben si también los estarán las etiquetas, corchos, cápsulas; o componentes que también vienen del exterior como el papel para las etiquetas y que tienen impacto en los costos.
Mario Lázzaro, presidente de Fundación ProMendoza consideró que el hecho de que el dólar agro pase de $300 a $340 no tendrá impacto en la generación nuevos negocios, ya que faltan 40 días para el 31 de agosto -cuando termina la vigencia del programa- ni tampoco en el volumen de exportaciones, porque es difícil que alguien tome en cuenta la nueva cotización para cerrar negocios de largo plazo.
Señaló que este incremento del 13% en el tipo de cambio sólo refleja el aumento de la inflación, para hacerlo un poco más atractivo. Lo positivo de la medida, evaluó, es que implica un alivio para quienes ya exportaron y vayan a cobrar en estos días. Mientras que lo negativo es la incertidumbre que produce no tener reglas de juego claras.