Con la cercanía de las elecciones y la incertidumbre que estas situaciones suelen generar, son muchos los que prefieren resguardar sus ahorros en lo que consideran una inversión segura: los dólares. Sin embargo, con el cupo de 200 que se pueden adquirir por mes de modo legal, y que deja afuera afuera a muchos por una serie de limitaciones a quienes pueden comprarlos, la mayoría recurre al mercado paralelo. Y entonces, surge la inquietud de cómo verificar si, entre los billetes que le están entregando, puede haber alguno falso.
El Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires lanzó recomendaciones para saber cómo detectar dólares falsos y El Cronista los compartió en una nota, que incluye diversos aspectos que deben estar presentes en los billetes genuinos y que difieren según se trate de los más nuevos (de cara grande) o de los más antiguos, pero que aún están vigentes y que se conocen como “de cara chica”.
Billetes nuevos
En el caso de los billetes “de cara grande” y los de color azulado, hay seis elementos a los que prestar atención ya que permiten identificar que se trata de un papel auténtico. Estos son:
- Hilo de seguridad
- Impresión en relieve
- Cinta de seguridad
- Campana y tintero
- Tinta de color
- Marca de Agua
Billetes antiguos
Si bien algunos compradores son reacios a recibir los dólares de mayor antigüedad o de “cara chica”, e incluso hay quienes sacan unos puntos en el valor de compra, lo cierto es que están vigentes. Para detectar si se trata de un papel falso, en este caso se deben observar 11 cosas:
1. Tacto. En primer lugar, para detectar que los billetes de cualquier denominación sean falsos se recomienda el tacto como primer recurso. El tacto es utilizado por los cajeros en casas de cambio y bancos, ya que la textura del billete falso es más burdo que el genuino. Los billetes falsos presentan al tacto una especie de cera, cuando el genuino es más fino pero no seboso.
2. Color. Según los escribanos porteños, otra característica inconfundible de una falsificación es el color. Los billetes auténticos tienen combinaciones de colores pálidos y vivos, muy difíciles de copiar. La recomendación es comparar los colores con un billete genuino. En general, el color del papel en el dólar falsificado es muy claro, mientras que en el genuino es ámbar (entre un tono beige y uno blanco). Además, presenta tonalidades brillantes y contrastes.
3. Retrato. El retrato genuino parece “vivo” y se distingue bien del fondo. El falso tiene menos detalles y los bordes se funden con el fondo.
4. Borde. Las líneas finas en el borde de un billete original son claras y están unidas. En uno falso, las líneas generalmente son difusas y no se distinguen correctamente.
5. Número de serie. Los números de serie genuinos tienen un estilo distintivo y están perfectamente espaciados. Están impresos con la misma tinta que el sello del Tesoro. En un billete falso, el número de serie difiere en el color y el detalle con respecto al sello del Tesoro. Tampoco está bien espaciados y/o alineados.
7. Marca de agua o “Gota de agua”. Diferencias de espesor en el papel crean zonas oscuras y claras, las que generan una imagen al trasluz. Se imitan con impresiones grasas, de cera o tinta amarilla. Los dólares falsos de 100 presentan la figura de Franklin en forma muy obvia que se ve a simple vista, lo cual no ocurre en los billetes verdaderos.
8. Hilo de seguridad segmentado. Las partes del filamento aparecen en el frente del billete como segmentos plateados. Los falsificadores los imitan imprimiendo los segmentos con tinta metálica plateada. En los billetes genuinos, mirando al trasluz, se ve una línea llena. Bajo la lupa las líneas, en los billetes auténticos se ven nítidas, mientras que las falsificaciones hechas con “láser” o tricromía se ven como puntos que crean la ilusión de una línea.
9. Hebras. A la pasta del papel se agregan hebras de seda u otras fibras. Se pueden ver con una lupa. Los falsificadores las imitan con lápices de colores. Los dólares verdaderos muestran en alguna de sus dos caras una especie de pelusas o pedazos de hilo color café, mientras que las imitaciones carecen de ellos.
Además, se pueden utilizar dos técnicas, para terminar de definir si el billete es genuino:
Frotación. Doblando el billete con el dedo índice por la parte donde haya dibujo y color, se frota sobre un papel (de preferencia de color blanco) el cual dejará una marca verde oscuro, pero no quedará raspado en la parte que se frotó, porque de ser así, la evidencia apunta a que se trata de un billete falso.
Luz violeta. Bajo la luz violeta, el billete tiene que conservar su color y todas las imágenes. En algunos billetes falsos, bajo la luz violeta el papel se vuelve blanco por completo. La Faja de Seguridad del borde del billete debe aparecer en color fluorescente (sin que se lea el texto) en los billetes nuevos de 5, 10, 20 y 50 dólares. No así en los billetes de 100, donde se ve la faja y se lee la sigla. Si en el billete de 100 se ve la faja de amarillo oscuro, el billete es falso. El billete presenta algunos pelos de colores adheridos, los cuales no resaltan ante la luz violeta.