El dólar cotiza en $78,27 para la compra en el promedio de bancos, y en $85,26 para la venta (+0,23%). Sobre este último precio se agrega un 30% en concepto de Impuesto País, y un 35% como adelanto a cuenta de Ganancias y Bienes Personales (que se puede recuperar, a valores históricos), con lo que el precio de venta asciende a $140,68 (promedio).
La cotización oficial varía según cada banco, y en el Nación se pueden adquirir (para quienes tienen habilitada la compra) en $84,50, o $139,42, con impuestos. Para cambiar los dólares por pesos, la entidad mantiene la cotización en $78,50.
En el mercado paralelo (e ilegal), en tanto, la divisa perdió $6 durante esta jornada, y se compra en $145 y se vende en $151. La brecha entre el oficial sin impuestos, y el dólar paralelo alcanza el 43,5% (a valores promedio), con impuestos, la distancia es menor a los $11.
En la bolsa se pueden adquirir títulos que, tras su venta, dan como resultado la tenencia de dólares. Y aunque no se trata de una compra directa, se trata de una de las pocas formas lícitas de adquirir divisas. Así, para el “dólar bolsa”, el precio de compra es de $141,29, y el de venta de $141,39; y de $146,78 para la compra de “Contado con Liqui”, y de $147, para su venta.
¿Qué esperar para fin de año?
Economistas y consultores esperan un dólar de $84 para fin de año, y de $125 para diciembre de 2021, y una inflación del 35,8% anual. Además, prevén una trayectoria mensual creciente hasta alcanzar 33,00% en diciembre de 2020 para la tasa de interés de los plazos fijos.
Estos datos corresponden al último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que consiste en un seguimiento sistemático de los principales pronósticos macroeconómicos de corto y mediano plazo que habitualmente realizan personas especializadas, locales y extranjeras, sobre la evolución de variables seleccionadas de la economía argentina que recopila el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Las y los analistas del REM ajustaron al alza sus proyecciones mensuales del tipo de cambio nominal y prevén que alcance $84,0 por dólar en diciembre 2020 (+$0,2 por dólar respecto del REM previo), contemplando que se ubique en $125,0 por dólar a fines de 2021. Quienes pronosticaron con mayor precisión esta variable con horizontes de corto plazo proyectan que el tipo de cambio nominal promedio para fines de diciembre de 2020 alcance $83,9/US$.
El tipo de cambio mayorista de referencia a la fecha se ubica en $79,09 por cada dólar, según informa el Banco Central (al cierre del día jueves pasado, último día de operaciones).
Quiénes no pueden comprar “dólar ahorro”
El Banco Central aclaró que los empleados en relación de dependencia a quienes se les haya pagado parte de su sueldo dentro del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), no podrán acceder al mercado único y libre de cambios (dólar ahorro, o vía homebanking), de igual manera que no podrán hacerlo los beneficiarios de planes sociales.
También se excluye de la compra a quienes refinanciaron tarjetas de crédito, a los monotributistas que accedieron a préstamos a tasa 0%, y a las personas con créditos UVA para quienes se congeló la cuota durante la pandemia; quienes realizaron compras con tarjetas de crédito, y que tienen saldos refinanciados por el Banco Central, quedan fuera de la compra de divisas.
Los coleros digitales, es decir, personas que el Banco Central detectó que compraban dólares sin tener ingresos, o que era evidente que prestaban sus cuentas a otras personas; y las personas sin ingresos estables, tampoco podrán acceder a la compra de moneda extranjera.
El Banco Central también restringió la compra a los funcionarios públicos: “Se bloquearán los CUIT para la compra para atesoramiento de divisas de los funcionarios del máximo nivel de la administración pública nacional hasta el rango de subsecretarios o equivalentes, de legisladores nacionales (diputados y senadores), y los directores de bancos públicos incluidos los del BCRA”.
El universo de quienes sí pueden comprar dólares se reduce a los empleados públicos, y los trabajadores del sector privado que no hayan recibido el ATP, a monotributistas que no hayan solicitado créditos a Tasa Cero, y a los jubilados con ingresos suficientes para comprar divisas (sin créditos refinanciados).