La pérdida de reservas del Banco Central (BCRA) encendió las alarmas en el ministerio de Economía de la Nación, y el mismo presidente Alberto Fernández, admitió que la mirada estaba puesta sobre el cupo de u$s200 y la posibilidad de establecer un nuevo límite al ahorro mensual en moneda estadounidense.
Sin embargo, el fin semana, desde el gabinete de Economía salieron a tranquilizar los ánimos y aseguraron que, al menos por este mes, no habrá cambios.
Es que de continuar en aumento la compra de dólares para ahorro, en agosto el BCRA podría perder hasta u$s1000 milones, y se estima que el 50% de esa demanda se traslada a la operatoria llamada “puré”, que implica comprar las divisas para inmediatamente revenderlas en el mercado paralelo.
Así, de las 4 millones de personas que aprovecharon su cupo de u$s 200 en junio, 2 millones lo habrían revendido para hacerse con una diferencia de más de $5.000.
El dólar paralelo es un negocio frecuente más que nada en la Capital Federal, pero tiene su correlato en Mendoza, y se alimenta principalmente por la diferencia entre el precio de venta oficial, y el precio de compra del blue, que a la fecha le permitiría a un ahorrista hacer una diferencia en pesos del 26% (se compra la divisa en $100,71 en promedio, con el impuesto incluido, y se revende en $125).
Otro factor a considerar es la brecha cambiaria, es decir, la distancia entre la cotización oficial y la paralela (o ilegal) . A mayor brecha, menor liquidación de dólares habrá por la parte exportadora, pero cuando baja del 80%, el blue comienza a estar barato, y se espera que con el tiempo se estabilice en 100%, momento en que el Gobierno podría optar por reducir el cupo aún más y dejarlo en u$s100 para detener la sangría de divisas.
¿El dólar ahorro mueve la aguja para las reservas?
De acuerdo con el economista de Value International Group, Daniel Garro, “todo aporta para ir sacando reservas”, el mercado mayorista, el minorista, y los importadores, pero en el fondo la emisión monetaria es el mayor conflicto que generó y enfrenta el Estado, una vez que salga de la cuarentena.
“Esto se solucionaría si el Banco Central dejara de intervenir en el mercado cambiario, no habría problemas con las reservas, pero se convalidaría la emisión monetaria”, explicó.
El especialista señaló que los importadores buscarían dólares en el mercado si no hubiera intervención, pero la emisión monetaria que se ha hecho durante la cuarentena se iría finalmente a precios. “A la larga, igual el tipo de cambio se va a ir, por más que cierren la compra de dólares, porque la disponibilidad de reservas neta, si uno le resta la contabilidad (dinero que en realidad está comprometido para hacer pagos), queda en 3.500 millones de dólares”, indicó.
Garro señaló que en este momento, “la cuarentena es una aliada para el Gobierno”, pero en cuanto se liberen las restricciones, para fomentar el ahorro en pesos será necesario aumentar las tasas al 100%.
“No van a llegar dólares frescos de ningún lado, así que el superávit comercial no moverá la aguja (hasta el momento se ha exportado más que lo que se ha importado, producto de la caída del consumo interno). Estamos en un contexto de actividades frenadas y hay empresas que llevan meses de atraso en el pago de sus importaciones porque todavía están en puerto, pero el Gobierno está en un círculo vicioso del cual no puede salir”, explicó el economista.
De igual manera, para el economista José Vargas, de Evaluecon, “la sangría que está teniendo el Banco Central”, genera la necesidad de cuidar las reservas, que en bruto alcanzan los 43.000 millones de dólares, pero en neto se acercan a los 8.000 millones (se reduce el número aún más si se le restan compromisos de pago futuros, tal como señaló Garro).
“Las reservas son escasas, y en base a esto tenemos que ver lo que ha ocurrido con los ahorristas minoristas, porque a principios de año eran alrededor de 32 mil quienes podían acceder a los u$s200 mensuales, y en el mes de julio fueron 4 millones de personas las que compararon dólares vía home banking. Esto le ha generado dolores de cabezas a un Gobierno que no tiene ingresos de dólares genuinos”, señaló el economista.
Vargas explicó que al parate mundial que afecta la economía nacional, más la falta de fuentes de financiamiento para el país, por estar en un proceso de restructuración de deuda, se le suma el hecho de que con una brecha de casi el 80% entre el marginal y el oficial, los exportadores no quieran liquidar las divisas (lo harían al valor oficial).
Y para el ahorrista minorista, “ni con la tentación de llevar las tasas al 33%” alcanza para que opte por dejar su dinero en pesos. La historia Argentina ha hecho que los ahorristas prefieran mantenerse en dólares, aunque este no genere valor real, pero sí como herramienta de resguardo.
“La justificación para ajustar más el cepo, viene por el lado de las reservas”, señaló Vargas, es que sin ingresos genuinos, el Gobierno necesita evitar que los dólares se vayan al mercado paralelo, y terminen “en el colchón”.
“Desde el punto de vista político puede llegar a ser un problema, porque la parte más restrictiva va a venir por el lado del dólar blue (en un aumento), y eso va a ser un dolor de cabeza a futuro para el Gobierno”, advirtió Vargas.