Una investigación arrojó que el 75% de los jóvenes encuestados en América Latina tiene problemas para encontrar trabajo, mientras que en Argentina ese número aumenta a 86%. Esta dificultad se manifiesta en todos los niveles de estudios. El 40% de los jóvenes de la región lleva buscando trabajo más de 6 meses.
La compañía de soluciones de capital humano ManpowerGroup y la organización de preparación para el trabajo y emprendimiento Junior Achievement entrevistaron a más de 2.500 jóvenes de entre 18 y 29 años en 14 países de América Latina para entender las dificultades que tienen para conseguir empleo.
De los consultados, 64% fueron mujeres y 35% hombres. Respecto de sus niveles educativos, 34% posee licenciatura o carrera técnica en proceso, 32% posee estudios universitarios, 21% finalizó el bachillerato, 7% completó estudios secundarios y 6% posee un posgrado. De aquellos que poseen una licenciatura, predominaron los egresados de carreras Económico - Administrativas e Ingenierías. A su vez, el 35% posee inglés como segundo idioma.
El estudio también propone estrategias para los candidatos, las organizaciones, los gobiernos y el sistema educativo para abordar estos retos y poder mejorar su empleabilidad. Por un lado, incentiva a los jóvenes a aprender idiomas y tomar cursos cortos que les permitan insertarse en el mercado laboral y ganar experiencia antes de terminar sus estudios universitarios, ya sea en puestos becarios, eventuales o temporales.
Por otro lado, propone a los empleadores:
- Promover modelos de trabajo alternativos y flexibles
- Fortalecer la inclusión laboral
- Ofrecer puestos de trabajo temporales o pasantías
- Capacitar en habilidades blandas a aquellos que no tienen experiencia y ofrecerles desarrollo profesional
Sin embargo, para poder abordar los problemas que presentan los aspirantes, el sector privado deberá trabajar en conjunto con otros actores: gobierno, centros de estudio y sector social. En este sentido, el estudio recomienda que el gobierno fomente programas de apoyo para la incorporación de los jóvenes a las organizaciones, desarrollar e implementar estrategias de apoyo para emprendedores, como así también incentivar la formalización del mercado laboral.
Por su parte, los centros de estudio deben mejorar los sistemas educativos para que estén alineados con las necesidades del mercado laboral del futuro, por ejemplo, capacitándolos en habilidades blandas, tan necesarias en el mundo actual. Así también, deberán incluir experiencia de trabajo antes de finalizar los estudios.
Por último, el sector social es quien tendrá la capacidad de neutralizar la confrontación de ideologías entre las empresas y el ámbito público, ya que tiene las estructuras ágiles necesarias para convertirse en un “laboratorio de soluciones” que alcanzarán la escalabilidad a través de la cooperación con otros sectores.
“Sin dudas la articulación entre las empresas, las organizaciones de la sociedad civil, el sistema educativo y el gobierno resulta fundamental para acortar esta brecha y orientar la capacitación de los jóvenes hacia las necesidades del mercado laboral”, reflexiona Luis Guastini, Director General de ManpowerGroup Argentina. Y agrega: “Mientras más temprano comiencen a trabajar, más exitosa será su carrera profesional”.
