El Banco Central de la República Argentina (BCRA) puso en marcha una convocatoria para rematar un lote de 962 toneladas de monedas. El precio inicial era de 522 millones de pesos. Sin embargo, luego de la publicación de la oferta este lunes en el Boletín Oficial, dieron marcha atrás con la decisión. Desde la entidad, presidida por Miguel Pesce, confirmaron que la operación fue dada de baja.
La razón de la suspensión de la subasta es que varias de las monedas del lote son de curso legal, es decir, que todavía pueden estar en circulación. Esto impide que formen parte del remate.
Según se publicó en un primer momento, se iban a subastar 1399 tambores metálicos cerrados. En su interior había monedas y cospeles con un peso neto de alrededor de 962 mil kilos. Específicamente, el lote comprendía:
- 117.500 monedas de $2
- 4000 monedas de $5
- 2693 monedas $1
- 400 monedas de $0,50
- 2408 de $0,25
- 2285 de $0,10
- y 455 de $0,05
El metal vale más que el precio que la moneda representa
Las monedas ya valen más por el metal con el que están fabricadas que por el valor monetario que en sí representan. El precio de las monedas si estuviesen en circulación sería de 250 millones de pesos aproximadamente, mientras que el remate del BCRA tenía como base 522 millones de pesos, es decir, unos 3.5 millones de dólares al cambio oficial.
Ante esto, Augusto Ardiles, exdirector de la Casa de la Moneda, expresó en Twitter: “¿Creías que sólo la gente vendía monedas a otros que quieren fundirlas porque los metales valen más?. Te equivocas: ahora el gobierno de Alberto Fernández también lo hace, a $522 palos. Ya ni siquiera ellos creen en el peso que ellos mismos emiten, literalmente”.
Y continuó con su crítica: “Estas personas convirtieron al Banco Central en un chatarrero, porque la moneda no vale nada y entonces las venden por peso. El valor facial de lo subastado es 250 millones, el precio base era el doble y, según el valor de mercado, el valor total sería de 3500 millones de pesos”.
Una moneda define su valor por el costo del cospel, que es el disco metálico sin acuñar, el cual está valuado en dólares, y el precio de la acuñación, que se fija en pesos. Actualmente, las monedas que van desde 1 centavo hasta las más reciente de 10 pesos son de curso legal forzoso, es decir, que deben ser aceptas como medios de pago.