En un reportaje radial, el candidato a presidente por la Libertad Avanza, Javier Milei, recomendó a los ahorristas no renovar sus plazos fijos en pesos, apoyado en su frase de que (el peso) “es la moneda acuñada por los políticos chorros y no sirve ni para abono”.
Las declaraciones no fueron gratuitas, tuvieron un efecto entre los ahorristas, y ya fuera por esas declaraciones, o por la incertidumbre general que se dio luego de la corrida cambiaria en el mercado paralelo, el Banco Central salió a advertir que “Argentina mantiene un sistema financiero líquido y solvente”:
“El sistema financiero argentino presenta una sólida situación de solvencia, capitalización, liquidez y previsionamiento. La política monetaria desarrollada por el Banco Central procura mantener el poder adquisitivo de los ahorros a través de la remuneración de los plazos fijos, cuya tasa se define mensualmente, o con los plazos fijos actualizados por la inflación más una remuneración de 1%”, informaron.
Asimismo, aseguraron que, “el ahorro de los argentinos depositado en el sistema financiero está resguardado por un seguro de depósito y por el rol del Banco Central de la República Argentina, que actúa como prestamista de última instancia”.
“La solvencia del sistema financiero es auditada internacionalmente como parte de los compromisos asumidos por el país en el marco de los distintos organismos multilaterales. Entre otros, el sistema está sometido al Programa de Evaluación del Sistema Financiero (FSAP), la Revisión de Estándares y Códigos (ROSCs), el Programa de Evaluación de la Conformidad Reguladora (RCAP) y el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB). La estabilidad del sistema financiero es un bien público que se ha mantenido bajo distintos gobiernos y su liquidez y solvencia garantizan que podrá responder ante eventuales situaciones de estrés”, se agregó.