El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha registrado un marcado incremento en sus compras de divisas desde la asunción presidencial de Javier Milei el pasado 10 de diciembre. Según datos recopilados, estas adquisiciones ascienden a un total de U$S 6.905 millones, manteniendo una tendencia positiva que se ha extendido hasta el mes de febrero, donde el saldo alcanza los U$S 770 millones.
Esta dinámica de compra se ha mantenido ininterrumpida, con el BCRA realizando adquisiciones en 40 de las últimas 41 jornadas en el mercado único y libre de cambios (MULC), a un promedio diario de U$S168,4 millones.
El punto de inflexión se produjo el 13 de diciembre, luego de que el BCRA llevara a cabo una devaluación del 118%, cerrando ese día con compras por un total de U$S 284 millones. Desde entonces, la entidad bancaria ha mantenido un ritmo positivo en sus operaciones cambiarias, salvo por una única jornada el pasado 31 de enero, en la que debió aportar U$S10 millones al MULC para permitir el cumplimiento puntual de obligaciones por parte de una empresa, según fuentes del mercado.
Expertos atribuyen este comportamiento al tipo de cambio más alto, que ha favorecido la oferta de dólares, así como al mantenimiento del cepo cambiario que ha restringido la compra de moneda extranjera y el pago de importaciones.
Si bien la tendencia es positiva, se observa una moderación en el poder de adquisición del BCRA a lo largo de las semanas. En diciembre, tras la devaluación, el Banco Central logró comprar U$S2.862 millones en 12 jornadas, mientras que en enero cerró con U$S3.273 millones en 22 ruedas. En febrero, la adquisición se ha reducido a U$S770 millones en 7 jornadas, reflejando un promedio diario de compras que pasó de U$S238,5 millones en diciembre a US$110 millones en el segundo mes del año.
Esta desaceleración se atribuye principalmente a dos factores: la cotización menos atractiva del tipo de cambio con el tiempo, lo que disminuye el incentivo de los exportadores para liquidar divisas, y la progresiva normalización del acceso al MULC por parte del sector privado, lo que comienza a afectar la capacidad de compra del BCRA.
El análisis de la actividad económica también arroja luces sobre esta situación. Datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) indican una importante caída del 12,8% interanual en la producción industrial durante diciembre y del 5,4% respecto al mes anterior. Además, en una encuesta de expectativas de la industria manufacturera, se evidencia una expectativa negativa sobre la utilización de la capacidad instalada y un bajo porcentaje de empresarios que prevén un aumento en las importaciones en los próximos meses.
Ante este panorama, los analistas advierten sobre la necesidad de revisar la política cambiaria y el mantenimiento del cepo. Si bien se reconoce su efectividad a corto plazo en la recomposición de reservas, se plantea la necesidad de evitar su prolongación indefinida, con el objetivo de fomentar condiciones económicas estables a largo plazo.
Si bien el BCRA ha logrado fortalecer sus reservas mediante la compra de divisas en los últimos meses, enfrenta desafíos importantes derivados de la evolución del tipo de cambio, la actividad económica y la necesidad de ajustes en la política cambiaria a largo plazo. / Fuente Télam
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