La cotización del dólar blue volvió marcar un nuevo récord en la tarde de ayer, con un pequeño salto de $ 1,5 que llevó la cotización a los $ 184,5. Fue el séptimo día consecutivo con incremento de la moneda norteamericana en el mercado paralelo. Si bien los aumentos diarios han sido “hormiga”, esta semana se estiró la brecha con el dólar oficial a más del 90%.
El impacto sobre la inflación
Diferentes especialistas consultados por Los Andes coincidieron en que los incrementos se trasladarán tarde o temprano al precio de los alimentos, comprometiendo el funcionamiento general de la economía.
El clima de incertidumbre es concreto, palpable en todos los ámbitos; la influencia de estos aumentos golpeará en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo, algunos economistas guardan reparo, porque piensan que podría haber una leve desaceleración de la inflación, motivada porque los principales rubros de los alimentos están alcanzados por el control del Gobierno nacional, lo que demoraría nuevos incrementos.
Fuera de los análisis, en la calle hay mucha volatilidad. Los arbolitos llegaron a vender la divisa hasta en $ 187 por algunos momentos, por que aumentó la demanda. Durante la semana el incremento en el dólar paralelo fue de $ 5 y en lo que va del mes la suba ya es de $ 16 (lo que representa un 10% del total de la brecha).
Jorge Day, economista de la Fundación Mediterránea (Ieral), había señalado a Los Andes que: “al aumentar el dólar blue, la persona que vende algún producto empieza a tener algunos reparos, porque al momento de la reposición de los artículos, el precio puede aumentar”.
“Al subir el dólar paralelo se ensancha la brecha con el dólar oficial y esto genera un poco más de incertidumbre en el público, porque vuelve a traer a colación el tema de una posible devaluación”, explicó el economista Carlos Rodríguez.
“Es un escenario que al gobierno, en una etapa pre electoral, no le interesaría transitar. Ya se habla de niveles de inflación que llegarían a un 50% a la hora de negociar las paritarias salariales”, subrayó.
Rodríguez agregó: “esto refuerza el potencial de la inflación. El problema que tiene el Gobierno es que quiere meter plata al bolsillo de la gente y la población, en cambio, opta por volcar al blue cada peso que le sobra. Eso aumenta la presión sobre el tipo de cambio, que es lo menos conveniente de todo”.
Cabe recordar, que algunos economistas, como el ex presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, habían pronosticado que el dólar blue podía llegar a los $ 200 hacia fines de año, advirtiendo que la inflación en noviembre- cuando se realicen las elecciones legislativas- rondará el 50%.
Cambio, controles y diferencias
El presidente del Consejo Empresario Mendocino (CEM), Federico Pagano, compartió su postura respecto a las fluctuaciones del dólar en el mercado paralelo. “La suba del blue por siete días consecutivos está generando mayor presión sobre el dólar oficial. Hoy vuelve a tener sentido la compra de los U$S 200 mensuales y su comercialización en el mercado informal”, comentó.
Continuando con su análisis, Pagano observó que el nerviosismo generalizado no es una buena noticia para la ciudadanía y que obviamente tampoco lo es para el gobierno. “Muestra nuevamente la fragilidad de la situación económica del país”, sentenció el presidente del CEM.
También dejó su opinión la economista Paula Pía Ariet. “Lo primero que tenemos que tener en cuenta que en el mercado del blue operan muy pocas personas”, destacó. “Al igual que el año pasado, cuando se colocaron restricciones -como ahora- a las operaciones con dólar bolsa, se generó mayor movimiento en el mercado paralelo”, agrego la titular de Gestión Consultores.
Ariet recordó además que el nivel de gasto del Estado está en crecimiento por las necesidades que genera el Covid-19 (sigue en aumento el volumen de subsidios) y por las elecciones. “Esto produce que el déficit crezca y al no poder financiarlo, el Gobierno necesite emitir dinero”, explicó.
“La emisión produce pérdida del poder adquisitivo en un salario que crece muy por debajo de la inflación. Al mismo tiempo, la necesidad de ahorrar en la moneda norteamericana ante la incertidumbre, aumenta. A esto se suma la necesidad de generar mayor flujo de dólares por la caída de las exportaciones. Todo esto en forma conjunte ejerce presión sobre el blue”, puntualizó Ariet.
Por su parte, el economista Nicolás Aroma, integrante de los equipos técnicos del peronismo, sostuvo que las reservas del Banco Central se encuentran fortalecidas después de un gran semestre en términos de liquidación de divisas. “Eso es una noticia importante en términos cambiarios”, aseguró.
Para Aroma, Argentina se encuentra en una situación diferente a la que mostraba el escenario de octubre del año pasado. “Hay reservas netas suficientes. También van a ingresar los Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional, que mejorarán la posición del Banco Central”, aseguró.