La tendencia negativa para el vino en Argentina no se detiene. Extendiendo la tendencia de los últimos años, el 2023 cerró con una disminución en el consumo per cápita del país, que llegó al peor registro histórico: apenas 16,7 litros en 2023, una cifra un 6,9 menor a los 18 litros por persona que había marcado el 2022.
Las cifras corresponden al informe de “Comercialización de Vinos Mercado Interno” del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) correspondiente a diciembre de 2023. En el documento se muestra que durante el último mes del año pasado, los argentinos consumieron per cápita aproximadamente 1,29 litros, un número un 3,6% mayor al del mismo mes del 2022.
Sin embargo, esta cifra positiva que dejó diciembre de 2023 no se corresponde con la tendencia del resto de los meses, mucho menos de los últimos promedios anuales, donde el consumo per cápita de los argentinos ha ido en caída libre, acumulando una baja de más de 12 litros en los últimos 18 años.
Si bien en el trimestre de octubre, noviembre y diciembre del año pasado dejó un saldo positivo, el promedio general en la comparativa interanual de los 12 meses fue de -6,9%, arrojando un total de 16,7 litros y un promedio de 1,39 por mes. Es que en 2022 se habían consumido 18 litros per cápita con un promedio de 1,49 litros por habitante.
Atrás han quedado las épocas doradas del consumo interno en el país, donde los argentinos llegaron a beber casi 92 litros per cápita en un año en el comienzo de la década del ‘70. Con algunos altos y bajos en el medio, desde ese pico se inició una tendencia negativa que se ha hecho mucho más evidente en los últimos 20 años.
En el informe del INV se muestra la serie entre 2005 y 2023, donde los argentinos pasaron de consumir 29,2 litros a los 16,7 del último año, evidenciando una baja de 12,5 en 18 años. Pero si el periodo temporal incluye solo dos año más y se toman los últimos 20 años, la diferencia entre 2023 y 2003 es de 17 litros, ya que para ese año se consumían 33,7 litros per cápita.