La marcha ascendente del dólar en todas sus versiones se mantiene firme y en el mercado descuentan una cotización de $ 400 en el corto plazo debido a que los factores coyunturales adversos que generan esta tendencia siguen sin corregirse, e incluso podrían agravarse.
En las “cuevas” de la City porteña el “blue” cerró este viernes a $ 386, mientras que en diferentes plazas del interior del país se pagó hasta $ 390 por el billete informal.
Pese a la presión constante sobre el tipo de cambio, el Gobierno mantiene su postura de evitar a cualquier precio un cambio brusco del valor de la divisa estadounidense.
“La Argentina no puede debatirse en soluciones que vayan a suponer shocks que dejen afuera a la gran mayoría de la sociedad”, fue la frase que eligió el secretario de Comercio, Matías Tombolini, para reafirmar que el equipo económico mantendrá su postura de buscar todas las alternativas posibles para que no haya una devaluación.
Al cerrar la semana en $ 386, el “blue” acumuló una suba de $ 40 en el mes, equivalente al 11,56%.
Este aumento prácticamente duplica la tasa de interés de plazo fijo –actualmente en el orden de 6,3% mensual- y en consecuencia quienes eligieron esa colocación bancaria acumulan una pérdida de 5 puntos porcentuales respecto al dólar.
Por otra parte, el precio del “informal” igualó al dólar turista para compras por encima de los U$S 300 que se ubicó en $ 386,12.
A su vez el oficial subió 0,17% para terminar en $ 193,06. El mayorista ajustó 0,16% y quedó en $ 185.61. La brecha con el oficial tocó el 101%, mientras que con el mayorista es de 108%.
El dólar ahorro –el próximo miércoles se renueva la posibilidad de comprar el cupo de U$S 200- quedó en $ 318,55, mientras la cotización en el Banco Nación (referencia de diferentes contratos) se fijó en $ 195,25.
Por su parte, el Contado con Liquidación subió 0,3% y terminó en $ 370,58, acumulando un alza de $ 26 en lo que va de enero.
En tanto el MEP avanzó 0,2% a $ 352,78 y sumó $ 23 desde el arranque del año.
“Si el gobierno lanzó la recompra de deuda para controlar el precio de los dólares financieros no estaría dando resultado”, opinó el economista Cristian Buteler.
Por su parte, el Banco Central cerró su operación en el mercado de cambio cediendo U$S 26 millones. De esta forma en la semana perdió U$S 211 millones y en el balance del mes pierde U$S 76 millones cuando aún restan dos jornadas.
A los operadores de la City porteña esta suba no los sorprende: “No está pasando nada que no esperáramos”, fue la simple respuesta atendiendo que enero es un mes donde siempre la demanda supera a la oferta.
En esta línea, cabe recordar que la decisión que le reconoce a los turistas la cotización del dólar MEP para sus compras con tarjetas de crédito -$ 352,78- restó oferta en el mercado paralelo y favoreció la suba del precio.
Sobre el futuro próximo el economista Gustavo Ber sostuvo que “aún bajo una dinámica amortiguada y volátil a raíz de las intervenciones, los dólares financieros continúan mostrando un gradual reacomodamiento alcista, el cual por ahora resulta demasiado modesto”.
A su análisis añadió que “así es que se viene ampliando la brecha respecto del dólar libre, que ya alcanzó una natural convergencia con el dólar turista. Así es que el dólar MEP y CCL deberían en el actual contexto cambiario y monetario dirigirse hacia dicha escala próximamente, luego seguir -empujados por la alta nominalidad- hacia los $ 400″.
Para la consultora LCG “la demanda de dinero sigue siendo baja y no hay motivos para esperar que aumente en el corto plazo”, lo cual incentiva el alza del dólar “blue”.
“La excesiva liquidez se vuelve un problema desde que es una demanda potencial para el dólar libre que actualmente está al alza y creemos que difícilmente pueda retroceder”, sostuvo.
Para la consultora “parte de este aumento se verá reflejado en la inflación por el mayor costo de reposición que implica para importadores o directamente para quienes importan al dólar libre”.
Con este escenario marcó tres desafíos para el gabinete económico: lograr renovar los vencimientos de deuda local, amortiguar el impacto del menor ingreso de dólares y continuar con el ajuste fiscal en medio de un año electoral. La actividad y la inflación serán variables subsidiarias de los problemas que acarrean los frentes mencionados.
Respecto de la refinanciación de deuda en pesos, la secretaría de Finanzas realizó este viernes una licitación en la que obtuvo casi $ 223.000 millones contra una renovación de $ 106.000 millones.
De esta forma logró un financiamiento neto de alrededor de $ 200 mil millones, que también implica la lectura de un endeudamiento adicional del Tesoro de esa magnitud.
Pese a ello, el ministro de Economía, Sergio Massa, destacó el valor de la operación: “Tuvimos ofertas por $ 515.000 millones, aceptamos ofertas por $ 200.000 millones, duplicamos los vencimientos y además, obtuvimos tasas por debajo del mercado secundario”.
El jefe del Palacio de Hacienda subrayó que “con una participación armónica entre bancos, fondos comunes de inversión, provincias y sector público, logramos aumentar el financiamiento para el primer trimestre del sector público nacional”.