Cuando el embajador de Italia en Argentina, Fabrizio Lucentini, vino por primera vez a la Argentina, estaba en los inicios de su aprendizaje de castellano. Por eso, mientras recorría las calles de Buenos Aires, una de las primeras cosas que llamaron su atención fue el panorama y el parecido con las ciudades europeas sino que la “musicalidad”, el tono de los argentinos al hablar, que inmediatamente emparentó con las entonaciones de su italiano natal. “No es un tema de entender sino de algo que te llega a la oreja como si fuera italiano”, expresó Lucentini. Las raíces comunes de ambos países son innegables”, comentó el embajador de Italia en Argentina quien conversó con Los Andes sobre los proyectos en danza y la importancia de cooperación en distintos aspectos. Lucentini está al frente de la embajada italiana en nuestro país desde 2021 y compartió el entusiasmo de crear un plan de acción conjunto.
La presidenta de Italia, Georgia Meloni, estuvo en el país en a fines de noviembre. “Al final de la visita los dos presidentes (Meloni y Javier Milei) realizaron una declaración conjunta de llevar adelante un plan de acción bilateral de 5 años”, contó el embajador. Así entre 2025 y 2030 se prevé desarrollar un marco dentro del cual poner áreas de cooperación bilateral para definir un objetivo y un rumbo para definir el objetivo. “Es una idea que a mí me gusta mucho y estamos trabajando para, dentro de algunos meses, tenerla definida”, se entusiasmó el embajador. En este marco, las áreas de cooperación conjunta son diversas, pero podrían destacarse las de justicia, defensa, científica y todo lo que tienda a fortalecer las inversiones y los lazos entre las naciones.
_La embajada acaba de cumplir 100 años en Argentina, ¿qué reflexión hace del trabajo conjunto realizado?
_Yo estoy en el país desde hace tres años y las relaciones diplomáticas comenzaron cuando se creó el estado italiano en 1861 hasta que se elevaron a nivel de embajada. Fue algo muy importante porque en 1924 fue en el momento de la gran ola migratoria que había en Argentina, los países tenían lazos muy profundos, y en ese año se realizó la primera visita del presidente italiano a la Argentina.
_Argentina atraviesa un cambio político y económico, ¿qué mirada tienen en Italia sobre esta situación?
_ Lo que un poco faltó mirando la trayectoria de Argentina de los últimos años fue certidumbre política, jurídica y económica del país. Uno puede estar de acuerdo o no con el actual programa de Gobierno, pero lo que se ve desde Italia es una mayor certidumbre en las áreas mencionadas. Argentina tiene todo para ser una de las economías más importantes del planeta y lo que faltó fue eso en los últimos años. Con esta seguridad política, jurídica y económica, Argentina puede volver a crecer y estar en lo más alto del mundo.
_Entiendo que hay expectativas de inversión de empresas italianas en Argentina, ¿podría darnos detalles de los sectores, empresas o intereses en este sentido?
_Argentina tiene potencialidad en muchos sectores como el agropecuario o el ligado a minerales. Sin embargo, el tema de la energía es importante para todo el mundo. Todos tratamos de importar mayores fuentes energéticas que sean limpias y sustentables. Argentina tiene mucho para ofrecer en este sentido. y de la energía limpia y sustentable es muy importante. Creemos que tiene mucho para ofrecer en la energía de transición con Vaca Muerta, la sustentable, la hidroeléctrica y la solar. También se pueden desarrollar renovables con hidrógeno verde para transferirla al extranjero. Además del energético, otro sector muy interesante es el de la soja en donde el país puede crecer como proveedor de muchos países del mundo, donde ya es fuerte.
-¿Cree que el Régimen de Incentivo de Inversiones (RIGI) podría ser tentador para las empresas italiana?
_Potencialmente, podrían utilizarlo ya que es un herramienta importantísima. Sin embargo, más relevante es la certidumbre, que el país tenga un rumbo claro. El RIGI ayuda, pero si no hay condiciones para invertir, las inversiones no llegan y se están creando estas condiciones. En este sentido, hay un ejemplo muy claro que se dio con la empresa Enel –una empresa de capitales italianos que en nuestro país participa de todas las etapas del proceso energético- que a fines de 2022 anunció que se iba de Argentina. Sin embargo, esta decisión no solo quedó trunca sino que se ha expresado su intención de continuar invirtiendo en Argentina. Por lo que el cuadro está cambiando.
_¿Qué situación se vive en Italia con relación a la inmigración argentina? ¿Cuál es la mirada de las empresas italianas y de la ciudadanía en general en este sentido?
_Para mí es un tema muy delicado. Por un lado, en Italia hay una demanda de fuerza de trabajo especializada y la inmigración de un país como argentina que tiene raíces culturales comunes y que en muchos casos no son migrantes sino ciudadanos italianos- es interesante. Por otro lado, si este país quiere volver a crecer necesita a los jóvenes y, sobre todo a los capacitados. Por eso hay algo de positivo para nosotros que sería importante para la empresa italiana, pero por otro lado no me gustaría que se fueran. Quisiera que acá hubiera condiciones para que los argentinos encuentren en Argentina. Y por otro lado cooperar para que los dos países capaciten a sus trabajadores. Tenemos que encontrar un equilibrio entre la demanda que puede haber en Italia y la necesidad de que los argentinos se queden en Argentina para que este país vuelva a crecer.
_En Mendoza y a través del vino hay fuertes lazos con Italia en ambas direcciones, ¿cuál es su mirada con relación a nuestra provincia, los vínculos y las perspectivas?
_La vitivinicultura es uno de los muchos aspectos en donde se manifiesta la “contaminación”, cultura entre italianos y argentinos. He ido a Mendoza tres o cuatro veces y todos me dicen que el vino llegó con los italianos, claramente hay una mezcla cultural y se puede crecer en este sentido. En el mercado internacional, no obstante, los vinos de Italia compiten con los argentinos, pero hay maneras de cooperar en la cultura de la enología, el cuidado del territorio, la sostenibilidad. Intentamos favorecer la cooperación entre las asociaciones enólogas argentinas e itialianas porque hay temas relacionados con salubridad e intercambiar buenas prácticas de producción y consumo.
_¿Qué relación ve entre los presidentes Milei y Meloni? ¿Hay similitudes, diferencias?
_Italia siempre fue al lado de Argentina y sigue estando. Claramente, hay una cultura política que hace que todo eso sea más fácil. Cuando los gobiernos no tienen las mismas prioridades, la misma idea de la política exterior, todo se hace más difícil o se complica un poco. En este momento, hay coincidencias acerca de la política exterior, por lo que si la mirada es la misma es más fácil cooperar. Esto sobre todo con relación a los principales temas de política exterior como la crisis de Ucrania, de Oriente Medio, Venezuela, etc. Hay una coordinación de política exterior muy fuerte y eso hace mi trabajo mucho más fácil en particular y las relaciones entre países en general.