Las vacaciones de invierno son, principalmente, para el disfrute de los paseos en familia. Sin embargo, el enoturismo atrae a visitantes a la provincia durante todo el año y, de la mano de la gastronomía y de la diversificación de propuestas, las bodegas son un espacio que también se puede disfrutar con los más pequeños. Con un tipo de cambio que ya no es tan favorable para los extranjeros, el sector está brindando descuentos y promociones, pensados para los mendocinos y los turistas nacionales.
María Lorena Cepparo, Site Event & Wine Communication Manager en Bodegas Chandon, comentó que siguen recibiendo bastantes visitantes de Brasil, aunque el flujo es menor que el de finales de 2023; algo que atribuyen, sobre todo, al encarecimiento del destino en divisa extranjera, por la inflación que continuó alta los primeros meses del año con un tipo de cambio planchado.
“Entendemos que esto ha desincentivado a un segmento de viajeros de clase media de Brasil, que con los precios del año pasado podían darse el gusto de una escapada a Mendoza y ahora la encuentran más cara”, detalló.
Pero también destacó que el público argentino continúa visitando la provincia y, por eso, es muy bueno que existan propuestas enoturísticas y gastronómicas para todos los bolsillos. “Nosotros trabajamos para ofrecer experiencias creativas tanto enoturísticas como enogastronómicas para los diversos públicos que visitan Mendoza”, indicó.
Cepparo añadió que observan que, a pesar del momento económico, la provincia sigue siendo un destino sumamente atractivo para el público nacional e internacional, tanto por la calidad y prestigio de sus vinos, como por la cantidad, variedad y buen nivel de las experiencias enoturísticas y gastronómicas. “Esto, sumado a la hotelería de primer nivel, constituye una oferta muy atractiva, completa y, cercana gracias a la excelente conectividad aérea”, resaltó.
“El desafío actual es atravesar este momento complejo afilando el lápiz para garantizar precios competitivos en dólares, sin disminuir la calidad de nuestra oferta. Como destino enoturístico tenemos aún cosas para trabajar, pero Mendoza está a la altura de los grandes destinos del mundo, y así lo ven muchas empresas que han continuado invirtiendo fuertemente entendiendo la potencialidad del enoturismo como negocio”, analizó.
Y manifestó que, desde una perspectiva más amplia, el enoturismo es también un potente generador de empleo y desarrollo local que derrama sus beneficios en una amplia cadena de valor. Por eso, consideró que, en este momento, es muy importante continuar apostando por la actividad.
Es que el rubro, en general, no ha escapado a la caída del consumo. Una plataforma de reservas de paquetes enoturísticos en las distintas regiones de Mendoza, WineObs, mostró que, en abril, 17 bodegas de Luján de Cuyo, Maipú y Valle de Uco recibieron un total de 6.460 pasajeros, con un promedio de 380 personas al mes por establecimiento. Esto, mientras en el mismo periodo de 2023, esa cifra había llegado a 7.977 pasajeros en total y un promedio de 469 visitantes al mes, lo que representa un descenso del 18%.