El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el equipo económico argentino llegaron a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la tercera revisión del programa en el marco del Acuerdo de Servicio Ampliado del Fondo (SAF), lo cual allana el camino para un próximo desembolso de US$ 6.000 millones, informó hoy el organismo en un comunicado oficial.
“El acuerdo está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna este mes. Una vez completada la revisión, Argentina tendrá acceso a alrededor de US$ 6.000 millones (DEG 4.500 millones)”, indicó el comunicado.
El equipo del FMI estuvo encabezado por Luis Cubeddu, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental; y Ashvin Ahuja, jefe de Misión para Argentina; quienes celebraron reuniones presenciales y virtuales con funcionarios argentinos para discutir políticas sobre la tercera revisión del acuerdo ampliado en el marco del Servicio Ampliado del Fondo (SAF).
Del lado argentino, estuvieron el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur; el secretario de Finanzas, Eduardo Setti; el subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo; y el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Marco Lavagna.
“El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas llegaron a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre un marco macroeconómico actualizado y las políticas asociadas necesarias para completar la tercera revisión bajo el acuerdo SAF de 30 meses de Argentina”, señalaron Cubeddu y Ahuja.
Explicaron que “la revisión se centró en evaluar el progreso reciente en la implementación del programa y en llegar a entendimientos sobre políticas para fortalecer aún más la estabilidad macroeconómica en el marco de un contexto más desafiante”.
Asimismo precisaron que “se acordó que los objetivos clave del programa, en particular los relacionados con el déficit fiscal primario y las reservas internacionales netas, permanecerían sin cambios durante el resto de 2022 y 2023 para continuar anclando la formulación de políticas y la credibilidad”.
Además puntualizaron que “se discutió sobre la necesidad de que las políticas se adapten según sea necesario en caso de que se materialicen riesgos externos e internos”.
“A pesar de los desafíos, consecuencia también de la guerra en Ucrania, se cumplieron todos las metas cuantitativas de desempeño hasta fines de setiembre de 2022, incluido el déficit fiscal primario debido a fuertes controles de gastos y acciones para mejorar la focalización de los subsidios y la asistencia social”, afirmaron los técnicos del Fondo.
También remarcaron que “recientemente se llegó a un acuerdo de reestructuración de la deuda con los acreedores del Club de París y se han intensificado los esfuerzos para movilizar financiamiento oficial externo”.
“Acciones por el nuevo equipo económico están comenzando a dar sus frutos, la inflación se está moderando (aunque desde niveles altos) y la balanza comercial está mejorando, en gran parte debido a una desaceleración apropiada de la demanda interna y las importaciones”, destacaron los ejecutivos.
Además subrayaron que “las autoridades siguen encaminadas en cumplir los objetivos del programa para fin de 2022″.
"Se han logrado avances, no obstante, las condiciones macroeconómicas son aun frágiles y una sólida implementación del programa es esencial a futuro", remarcaron Cubeddu y Ahuja.
Señalaron que “en particular, será fundamental continuar con el proceso de consolidación fiscal que prevé una reducción del déficit fiscal primario del 2,5% del Producto Bruto Interno en 2022 al 1,9% del PBI en 2023″.
Asimismo indicaron que “esto debe estar respaldado por esfuerzos para seguir movilizando ingresos, fortalecer controles de gastos, y mejorar de manera oportuna la focalización de los subsidios y la asistencia social, al tiempo que proporciona espacio para el gasto social y de infraestructura prioritario”.
Consideraron también que “el marco de la política monetaria y cambiaria debería continuar generando tasas de interés reales positivas y una mejora en la competitividad externa”.
“Estas acciones deberían continuar alentando la demanda de activos en pesos, asegurar una reducción en el financiamiento monetario en línea con las metas del programa y apoyar una reducción gradual de la inflación anual, de alrededor del 95% para fines de 2022 al 60% para fines de 2023″, afirmaron los técnicos del Fondo.
Además aseguraron que “sigue siendo esencial mantener una estrategia proactiva de deuda interna para movilizar el financiamiento interno y mejorar el funcionamiento del mercado”.
Del mismo modo señalaron que “las políticas macroeconómicas consistentes también respaldan una mejora en el saldo de la cuenta corriente que, combinado con los esfuerzos en curso para movilizar financiamiento externo, están fortaleciendo la cobertura de reservas”.
Al respecto, remarcaron que “las reservas internacionales netas están programadas para aumentar en US$ 9.800 millones para fines de 2023″.
Y subrayaron que “si bien se han adoptado medidas cambiarias administrativas temporales a medida que se abordan los desequilibrios, deben minimizarse en el futuro, ya que no son sustitutos a políticas macroeconómicas prudentes”.
“En el aspecto estructural, se necesitan esfuerzos continuos para fortalecer la gestión financiera pública, el mercado de deuda pública en pesos, los marcos ALD/CFT (Anti Lavado de Dinero y Contra el Financiamiento del Terrorismo) y el potencial exportador neto de los sectores estratégicos, particularmente en energía”, sostuvieron los ejecutivos.
Asimismo destacaron que “el próximo acuerdo de intercambio de información internacional con los Estados Unidos podría apoyar la movilización de ingresos y la acumulación de reservas”.
“Agradecemos a las autoridades argentinas por las discusiones abiertas y constructivas y reconocemos su compromiso continuo para fortalecer la estabilidad y promover el crecimiento inclusivo y sostenible”, concluyeron Cubeddu y Ahuja.