El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó su previsión de crecimiento para la Argentina en un punto y medio porcentual, pronosticando para 2022 una expansión del 4%, con una inflación del 51,7%, que para el organismo es mayor a la del año pasado.
En paralelo a la inflación acumulada para el año, el Fondo dijo que en diciembre la suba de precios estará navegando a una velocidad del 48% anual, la cual tendrá un leve descenso al 42% para finales de 2023.
El organismo no prevé una desaceleración abrupta de los precios en la Argentina, dado que estimó una inflación del 24,2% recién para 2027. Así, la década terminaría con los precios corriendo a una velocidad de dos dígitos por año.
De todas maneras, los datos del FMI son un tanto más optimistas que los de los bancos y consultoras económicas en la Argentina que recoge el Banco Central a través de su tradicional Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM).
A fines de marzo de 2022, las y los analistas de mercado proyectaron que la inflación minorista para el 2022 se ubicará en 59,2% interanual, tras una aceleración de 4,2 puntos porcentuales en tan solo un mes por el salto de precios que hubo debido al incremento en los precios de los commodities.
Quienes mejor pronosticaron esa variable para el corto plazo (entre 27 consultoras y 14 bancos) esperan en promedio una inflación de 60,9% interanual. Asimismo, los participantes del REM revisaron las previsiones de inflación para 2023 ubicándola en 47,5%, unos 2,5 puntos más que un mes atrás.
Perspectivas de actividad y otros datos
El organismo modificó las previsiones que plasma en el informe de perspectivas de la economía mundial, publicado este martes. Allí dijo que Argentina crecerá 4% este año y 3% en 2023.
Mirando hacia el mediano y largo plazo, la economía de la Argentina continuaría desacelerando levemente su marcha pero sosteniendo un promedio de expansión del 2% anual hacia 2027.
La mejora en la previsión para la Argentina va a contramano de lo indicado para el mundo, dado que el FMI prevé que la guerra en Ucrania y la alta inflación generarán una desaceleración de la actividad.
Por ello, el organismo recortó en ocho décimas su anterior previsión de crecimiento de la economía mundial para 2022, hasta situarla en el 3,6 %, frente al 4,4 % que pronosticó en enero pasado. El pronóstico de crecimiento global fue reducido por segunda vez en seis meses.
El informe fue presentado en el marco de la reunión anual de primavera del FMI y del Banco Mundial, de las que participará el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, en la ciudad de Washington.
El Fondo revisó a la baja las previsiones de crecimiento para 143 países, lo que supone un impacto sobre el 86 % del producto interior bruto (PIB) mundial. En ese contexto, el organismo dijo que el PIB de América Latina y el Caribe crecerá 2,5% durante 2022 y también en 2023.
En lo que respecta a la región, el organismo que conduce la economista búlgara Kristalina Georgieva corrigió al alza la estimación, mientras que para 2023 aplicó una revisión a la baja, en ambos casos en una décima.
“Más allá de los devastadores costos humanos de la guerra en Ucrania, es un gran estrés para la economía global y un serio revés para la recuperación”, comentó Georgieva tras la presentación del informe.
En lo que respecta al comportamiento de las dos mayores economías de la región, Brasil crecerá un 0,8% en 2022 y un 1,4% en 2023, mientras que México se impulsará un 2% este año y un 2,5% para el siguiente.
Sobre uno de los temas más complejos para el mundo entero, el de la inflación, el FMI dijo que Argentina y Venezuela, dos de los países con mayores tasas del mundo, cerrarán el año con un alza de precios del 51,7% y el 500%, respectivamente.
Según explicó el organismo multilateral de crédito que tiene a la Argentina como su principal deudor individual, América Latina y el Caribe sufrirán “un fuerte impacto” de inflación adicional aunque tiene menores conexiones con la Unión Europea que otras regiones.
En ese sentido, estimó la inflación en la región será del 11,2% este año promedio en 2022 y del 8% en 2023. Esto llevará a algunos países con Brasil a la cabeza a endurecer sus políticas monetarias por el temor a que los precios se aceleren más de lo previsto.
El Banco Central de Brasil ya incrementó su tasa de interés de referencia en hasta 975 puntos durante el último año. Y la Argentina ha iniciado el 2022 con una política que va en ese sentido, posicionando a la tasa efectiva anual en el 58,7% anual.
En el punto inflacionario, el FMI estima que Argentina y Venezuela, dos de los países con mayores tasas de inflación del mundo, cerrarán el año con un alza de precios del 51,7% y el 500%, respectivamente. Cabe destacar también que la institución multilateral proyecta que Venezuela registre un crecimiento del PIB del 1,5% tanto en 2022 como en 2023.
Por otro lado, el Fondo estimó que la Argentina tendrá este año un saldo en la cuenta corriente –que refleja el concepto de ahorro externo, es decir, el endeudamiento neto de una economía con respecto al resto del mundo- de 0,5 puntos, respecto del 1,3 de 2021.
También el Fondo estimó que el empleo pasará del 9,3 en 2021 al 9,2 en 2022 y se ubicará en torno al 8,1 a finales de 2023.