El FMI pide una restricción del gasto público pero el equipo económico nacional lo considera difícil en época electoral

Las negociaciones entre el equipo económico y los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) están tensas. La línea del Fondo sigue insistiendo con la necesidad de llevar adelante medidas de austeridad, en tanto que Sergio Massa no está dispuesto a poner en juego la actividad económica.

El FMI pide una restricción del gasto público pero el equipo económico nacional lo considera difícil en época electoral
El FMI pide una restricción del gasto público pero el equipo económico nacional lo considera difícil en época electoral.

Las negociaciones entre el equipo económico y los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) atraviesan un momento de particular tensión, según coinciden en señalar tanto en el Palacio de Hacienda como noticias provenientes de Washington. Según diario Ámbito, lo que ocurre es que la línea del Fondo sigue insistiendo con la necesidad de llevar adelante medidas de austeridad, en tanto que el ministro Sergio Massa no está dispuesto a poner en juego la actividad económica, señalan en su entorno.

Uno de los aspectos centrales de los pedidos argentinos es que el país obtenga fondos adicionales. En principio, se estima que el FMI podría llegar a enviar -una vez concluido el acuerdo- unos U$S 2.000 millones – más los reembolsos estipulados.

La política fiscal es otro de los temas controvertidos. Los técnicos no aceptan la petición del equipo económico de elevar en el orden del 2,5% del PIB la meta del déficit fiscal para el año. Por el contrario, habían planteado la necesidad de una reducción a 1,6% del desequilibrio primario.

La solución a la cual estarían arribando sería intermedia: mantener el 1,9% estipulado en el acuerdo, a pesar de que la sequía también tuvo impacto en los ingresos fiscales.

Esta meta de 1,9% -de por si exigente-, implica una fuerte restricción del gasto público que resulta difícil de cumplir en medio de un proceso electoral, presunción que comparte el organismo multilateral.

El ministro de Economía, Sergio Massa, junto con la subdirectora Gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath.
El ministro de Economía, Sergio Massa, junto con la subdirectora Gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath.

Debe tenerse en cuenta que la recaudación tributaria se muestra afectada por la sequía y su impacto en las exportaciones, además la desaceleración del consumo interno por la dinámica inflacionaria. En el primer semestre del año la recaudación cayó 4,4% interanual (suponiendo una inflación de 7% para junio).

En este sentido, este miércoles, mediante la decisión administrativa 540/23 se modificó el presupuesto nacional incrementándose los recursos en $ 21.735,0 millones y el gasto total en $ 95.641,9 millones siendo el impacto sobre el resultado financiero negativo en $73.906,6 millones.

En las negociaciones “todos juegan a hacer creer que se creen” comentan en Washington. De hecho, el acuerdo a lograr durará solo hasta diciembre. Es que, en el organismo saben que será necesario “barajar y dar de nuevo” con el nuevo gobierno.

Mientras se espera llegar a un acuerdo, el Gobierno decidió postergar los pagos al FMI por más de U$S 2.500 millones concentrándolos al 31 de julio, según confirmó un portavoz del FMI.

Ministro de Economía, Sergio Massa.
Ministro de Economía, Sergio Massa.

Para un economista de Wall Street, en la negociación con el FMI hubo “manoseo informativo”

Alberto Ades es argentino, pero vive hace más de 30 años en Nueva York. Sigue de cerca lo que pasa en el país, por sus informes para los principales bancos de Wall Street.

Clarín le consultó sobre qué podría ocurrir en la negociación con el FMI. Ades, respondió: ”Pasaron tres meses y Massa no paró de decir que el acuerdo está cerrado, y faltan detalles. Hubo un manoseo informativo con lo del FMI que no fue como Massa dijo. Lo que él contó no es lo que sucedió. El organismo no cedió ni regaló nada y sigue negociando. No quiere ser utilizado en medio de una campaña electoral porque la plata que desembolsa es de los contribuyentes alemanes o japoneses y no se pueden volcar a una elección presidencial en la Argentina.

Además, agregó: “El FMI ve que hay desvíos en los objetivos ya sea por la sequía o decisiones políticas, y se retrasó el tipo de cambio por ejemplo para contener la inflación. Además el programa está fuera de curso porque no se llega a las metas. La acumulación de reservas tampoco sucedió y no se quiere hacer el ajuste. Massa se jugó a que iba a ver una decisión política del Board de torcer el brazo al staff. No sucedió. No hay buena sensación con la Argentina para exigirle en el Directorio menos que a Zambia o Pakistán. Por eso están hace casi 2 meses y medio negociando”.

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