En este arranque de 2024, el precio de las garrafas de gas pasó de $ 6 mil a $ 12 mil, lo que marca un aumento del 100%, aunque en algunas localidades ese valor puede trepar a $ 15 mil. El dato no es menor si se tiene en cuenta que el 30% de los hogares mendocinos no están conectados a la red de gas natural y deben recurrir a la garrafa o tanque para poder cocinar, calentar agua o calefaccionar la vivienda.
Precisamente esto último es lo que genera más preocupación, ya que, en estos días calurosos, las familias suelen reponer la garrafa una vez al mes (aunque la frecuencia puede variar según el tamaño del grupo familiar). Sin embargo, cuando llegan las jornadas frías, pueden llegar a necesitar una por semana y están avizorando que esto puede resultar muy complejo. Sobre todo, porque este mes se discutirá el valor de producción del fluido, para adaptarlo al nuevo tipo de cambio.
Pero ya hay quienes no están pudiendo comprarlas, porque no se trata del único incremento que ha habido desde diciembre. De hecho, el precio de los alimentos también tuvo un brusco aumento en el último mes de 2023 y los combustibles siguen subiendo, lo que ha tenido un impacto muy significativo en los hogares de menos recursos, que también son los que suelen tener que utilizar garrafas.
Un vendedor de garrafas del Gran Mendoza reconoció que el precio aumentó un 100% el 2 de enero y llevó la garrafa de 10 kilos a unos $10 mil a $12 mil al público. Sumó que el último incremento había sido en noviembre y que se rumorea que aún resta otro ajuste, de un 50%. Y planteó que a la gente le está costando comprarla a este valor, aunque la necesitan.
Otro comerciante, del Sur de la provincia, indicó que a principios de diciembre la garrafa tenía un precio de $4.500, mientras hoy cuesta $10 mil cuando el cliente va o $12.500 cuando pide delivery. Contó que esta semana lo llamó un cliente y le dijo que estaba por bajar el valor, por lo que iba a cancelar el pedido hasta más adelante, pero planteó que a él sus proveedores no le han informado de esto.
Señaló que hace dos meses que viene complicado con las ventas, ya que en diciembre debía competir con la garrafa social, que se vendía a $1.000, mientras él la tenía a $4.500. Mientras ahora la gente compra lo mínimo, porque es temporada baja y algunos llegan a recargarla cada dos meses, pero también porque hay quienes están esperando que, como sucedió con la carne, su valor se ajuste hacia abajo en los próximos días. De hecho, reconoció que hace unos días fue a Malargüe y vio que, en una estación de servicio, donde costaban $10 mil, las habían bajado a $8 mil.
Aunque los usuarios de gas por redes tienen el beneficio de la zona fría -y la nueva gestión nacional no ha mencionado aún la posibilidad de eliminarlo- los que utilizan el envasado no cuentan con esto y, con la liberación de los precios, han visto trepar bruscamente el valor. El Gobierno provincial desarrolla el programa “La garrafa en tu barrio”, que lleva este elemento a un valor subsidiado a zonas vulnerables. Sin embargo, se interrumpe durante la temporada veraniega. De todos modos, informaron que en febrero se definirán las fechas del cronograma 2024 y los nuevos valores.
María, quien vive en Tupungato, contó que en verano sólo utilizan el gas envasado para cocinar, porque tienen calefón eléctrico, por lo que la garrafa les dura un mes. Pero la última vez que compraron, la pagaron a $6 mil y ahora, a $13.500. En cambio, en invierno, deben complementar la estufa a leña con otra garrafera y entonces apenas les dura una semana. Planteó, con preocupación, que es probable que algunas familias se vean obligadas a volver a cocinar con fuego.
De hecho, esto ya está sucediendo en El Algarrobal. Gabriela Carmona, del comedor Los Horneritos, contó que el tubo de gas de 45 kilos les costaba $21 mil en diciembre y ahora deben pagar $35 mil. El problema, resaltó, es que apenas les dura una semana, para cocinar dos días, ya que elaboran unos 600 a 700 kilos de alimentos por noche. Añadió que el martes ya tuvieron que poner las ollas al fuego, porque se les vació el tubo y no pudieron reponerlo.
Y esto se suma a las dificultades que están teniendo para conseguir insumos. Contó que para la cena del martes les tomó más de una semana reunir verdura suficiente para poder brindar las raciones a unas 350 familias del lugar que, en muchos casos, tienen un trabajo, pero no les resulta suficiente. Es que, si bien es temporada de producción local, los precios están muy altos. Planteó que para quienes están al frente del comedor, que depende de donaciones, es difícil no poder responder a las necesidades de la gente -sobre todo, niños y ancianos-, como también planificar la comida con escasez de ingredientes.
La mayoría de las familias de El Algarrobal depende del gas envasado y allí las garrafas se venden entre $14 y $15 mil. De hecho, un comerciante llevó a $12 mil y se le agotaron rápidamente. Carmona mencionó que en los grupos de mensajes se pregunta dónde se puede conseguir el gas a mejor precio, ya que esa diferencia es importante para muchos hogares. Y la leña, que podría ser una opción, es mucho más cara.
El censo nacional de población, de 2022, mostró que en Mendoza hay 589.245 hogares y los datos del Enargas y Ecogas revelan que hay, en la provincia, unos 400 mil con gas natural; es decir, un 68% o, dicho de otro modo, casi 3 de cada 10 viviendas no cuentan con conexión a la red y dependen del fluido envasado.
Cuando se conoció el primero de diez informes que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) elaborará con aspectos más específicos del censo, que se enfocó en las condiciones de habitabilidad de los argentinos, se pudo confirmar que sólo el 69,2% de los hogares mendocinos tiene gas de red o electricidad para cocinar. Los departamentos que se ubican muy por debajo del promedio provincial son Lavalle (29%), Santa Rosa (36,8%) y Tupungato (45%). En cambio, en Godoy Cruz el 90,3% de los hogares cuenta con conexión de gas natural o electricidad en la cocina, seguido por Capital (89,9%) y Guaymallén (78,2%).
