Tras varios meses de reclamos por parte del sector empresario, la Secretaría de Comercio Interior decidió excluir (de manera progresiva) 50 categorías de productos del programa Precios Máximos. En el listado aparecen 40 vinos, junto a otras bebidas alcohólicas.
Al dejar de formar parte del plan del Gobierno, las compañías podrán aplicar ajustes sobre el valor de sus productos, aunque los incrementos no serán del todo libres. “Los alimentos, bebidas, artículos de higiene personal y limpieza que ya no están abarcados por los Precios Máximos irán ajustando su precio de manera gradual, ordenada y administrada, producto del diálogo y el consenso entre la autoridad de aplicación y las empresas proveedoras”, indicó el Ministerio de Desarrollo Productivo en un comunicado.
Por otro lado, la resolución 552/2020 de la Secretaría del Ministerio de Desarrollo Productivo, publicada este jueves en el Boletín Oficial, aclara que se trata de una suspensión parcial “respecto de un conjunto de bienes que por sus características y finalidad tienen una moderada relevancia en la satisfacción de las necesidades básicas de los consumidores y usuarios, y un mayor grado de sustitubilidad”.
Así, los productos desafectados del congelamiento -establecidos en marzo pasado a través de la resolución 100/2020 y sus modificatorias en el marco de la declaración de la emergencia sanitaria por covid-19- son las bebidas alcohólicas -blancas, whiskys, licores, aperitivos y variedades de vinos-, las isotónicas y energizantes, los jugos a base de soja y los de fruta 100% natural, alimentos, leches condensadas, vegetales, artículos de higiene personal y productos de limpieza.
El listado incluye más de 40 vinos que quedaron exceptuados del límite en su precio. Lo que se destaca es que son todos vinos de media y alta gama, dejando fuera de la posibilidad de un aumento a las etiquetas de consumo masivo, algo que se viene reclamando desde hace algunos meses desde el sector.
Una medida insuficiente
Referentes del mundo vitivinícola consideraron que esta medida no alcanza para lograr la rentabilidad de la industria. Francisco Do Pico, vicepresidente de Bodegas de Argentina, sostuvo que la lista de vinos excluidos no es representativa del volumen que se comercializa en el mercado interno. “Son todos de altísima gama y precios muy altos que no representan ni el 0,5% del volumen comercializado”, declaró.
“La disposición no ha tenido el efecto que esperábamos. No obstante, estamos en conversaciones con la Secretaría de Comercio para tratar de ampliar el universo de vinos que se vayan descongelando”, anticipó. Do Pico consideró que la situación y la rentabilidad de la industria, sobre todo en las empresas que tienen mucha exposición en el mercado interno, está en estado crítico.
Para lograr eso, desde Bodegas de Argentina han presentado a la Secretaría de Comercio Interior una propuesta de descongelamiento de precios para todos los segmentos o categoría de vinos, pero sin descuidar el poder adquisitivo de la gente. Por otra parte, el compromiso del lado de la industria ha sido ampliar el plan de Precios Cuidados, que actualmente no contempla ningún vino.
Por su parte, Nicolás Vicchi, subgerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), comentó que también están en charlas con la Secretaría de Comercio y destacó la predisposición al pedido del sector de que no solo estén los vinos de alta gama excluidos de los Precios Máximos, sino también los vinos de consumo masivo, para que se dé la lógica del traslado del precio del vino al productor.
El representante de Acovi manifestó que entienden la postura del Gobierno de cuidar al consumidor estableciendo un límite de precios. Sin embargo, advirtió que es conveniente que se permita una actualización progresiva de los valores de mercado, sin shock intempestivo de aumento. “Así se podría proteger también a los productores”, comentó.
Persiste la baja rentabilidad
Tanto de Bodegas de Argentinas como de Acovi coincidieron en que en los distintos eslabones de la cadena productiva se siguen presentado pérdidas o baja rentabilidad a la hora de elaborar vino para el consumo interno. “Tenemos una situación en el mercado interno en el que el grueso de su volumen que se comercializa está con rentabilidad cero o nula”, comentó Francisco Do Pico.
Nicolás Vicchi, de Acovi, aseguró que los productores aún continúan trabajando a pérdida, pero reconoció que el precio del vino está actualizándose y acercándose al punto de equilibrio que le permitiría cubrir los costos. “Todavía falta un poco, pero hay buenas expectativas”, apuntó.