Los desequilibrios macroeconómicos hicieron eclosión y sin reservas en el Banco Central para defender la moneda, la cotización del dólar mantiene una firme tendencia alcista, a la que el gobierno responderá interviniendo a través de la venta de bonos en el mercado financiero.
Esa fue la reacción del Ministerio de Economía durante la séptima jornada de escalada del dólar, que este martes rozó los $ 500 en la City porteña y que en las plazas del interior se vendió por encima de ese valor.
La rueda tuvo un ritmo frenético desde la apertura y pasadas las 13 por un billete “Blue” se pidió $ 498.
En ese momento el ministro de Economía, Sergio Massa, tomó la decisión de intervenir en el mercado de cambios a través del Banco Central, que utilizó la famosa tenencia de bonos en dólares que le canjeó a los organismos públicos para operar en el mercado financiero y forzar una baja del MEP –que cotizaba a $ 462- y del Contado con Liquidación –que superaba los $ 480- para arrastrar a la cotización informal.
Ante la delicada situación que se vivía a pocas cuadras de la Casa de Gobierno, el presidente Alberto Fernández aprovechó un acto oficial para ratificar a la conducción del equipo económico. Primero lo hizo con el presidente del Banco Central, Miguel Pesce y más tarde afirmó que con Massa están “trabajando consustanciados para enfrentar este escenario”.
Minutos después fue el turno del jefe del Palacio de Hacienda, quien advirtió que usará “todas las herramientas del Estado para ordenar esta situación y en ese sentido notificamos al FMI de las restricciones que pesaban sobre la Argentina y vamos a cambiar en la rediscusión del Programa”.
De esta forma, Massa daba a conocer su decisión de no respetar el reiterado reclamo del organismo de no intervenir en el mercado de cambios.
Sin embargo, sin dólares en el BCRA y sin posibilidades de conseguir fondos frescos en el corto plazo esta operación es el único instrumento que el jefe de Economía tiene a mano para actuar.
Massa sostuvo que “hace varios días que vivimos una situación atípica de rumores, versiones, falsos informes y su consecuente impacto en los instrumentos financieros vinculados al dólar”.
Por tanto, amenazó con denuncias ante la Justicia Penal Económica para que se investiguen presuntas maniobras de lavado de dinero.
En ese momento, se conoció que la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Comisión Nacional de Valores (CNV) realizaron una acción conjunta en un agente de Bolsa del microcentro de la Ciudad de Buenos Aires por presunta maniobras irregulares con bonos.
Asimismo, con relación a la situación de las reservas aseguró Massa que “seguirá con los acuerdos de multilaterales, exportadores con transformación de exportaciones a yuanes y el acuerdo de desembolso con el FMI”.
En medio de esta tensión y ya sabiendo de la decisión de Massa de incumplir uno de sus pedidos centrales, el FMI envió un mensaje de apoyo.
“El staff técnico continúa trabajando con las autoridades argentinas para fortalecer el programa económico acordado con el país en el contexto de la sequía muy severa. Los intercambios entre las autoridades y el equipo del Fondo Monetario Internacional avanzan de manera constructiva.”, fue la frase que hicieron trascender fuentes del organismo multilateral.
El jueves una delegación del ministerio de Economía viajará a Washington para avanzar en la redefinición del acuerdo que ya tiene sus principales metas incumplidas.
Ese mismo día, la vicepresidenta, Cristina Fernández, hablará en un acto cuyo eje central es cuestionar el programa con el organismo y pedirá una revisión integral.
Pero, pese a las declaraciones de todos los funcionarios nacionales e internacionales, la cotización del dólar continuó con un derrotero alcista producto de la alteración de todas las variables macroeconómicas.
Con el agua al cuello, la mesa de dinero del Central salió a vender bonos AL30 y logró que la cotización del MEP cerrara por debajo de los $ 447, luego de haber escalado hasta los $ 471. Lo mismo sucedió con el Contado con Liquidación que culminó la rueda en $ 450, tras un pico de $ 483.
En tanto, el “blue” tocó los $ 497, en medio de las ventas del Central retrocedió hasta $ 487, pero al final de la rueda recuperó terreno y culminó en $ 495.
En consecuencia, la operación de la autoridad monetaria sólo amplió la brecha entre el valor de los dólares bursátiles y el informal.
El dólar oficial tuvo una leve corrección de 0,33% a $227,68, mientras que el mayorista avanzó 0,3% a $ 220,87. En este caso las diferencias son de 118% y 125%, respectivamente.
La convulsionada plaza financiera mantuvo al margen a los exportadores de granos que vendieron apenas U$S 61 millones.
Por tanto, el Banco Central sólo pudo adquirir U$S 41 millones.
A medida que pasan las jornadas se confirma que el impacto de la sequía es superior al previsto y por ende el programa dólar agro no alcanzaría los U$S 9.000 millones pretendidos por el gobierno nacional, añadiendo incertidumbre al escenario actual.
Las nuevas estimaciones hablan de unos U$S 5.000 millones que resultan insuficientes para financiar las importaciones del resto del año.
Cabe aclarar que una renegociación del acuerdo con el FMI no implicaría necesariamente fondos frescos con lo cual el problema de base de la economía argentina no se superará con la firma de nuevas metas.