El último día de 2020 fue publicado en el Boletín Oficial de la Nación un decreto que modificó las alícuotas de los derechos de exportación de productos agroindustriales e insumos básicos industriales. Es que la normativa hasta ahora vigente, que fijaba una retención del 12% con un límite de $3 por dólar exportado, tenía validez hasta el 31 de diciembre. A partir de ahora, se aplica un 4,5% a los insumos y de 3% o 0% para los bienes finales industriales, aunque el vino y el mosto son gravados con el primer porcentaje.
Mario Lázzaro, gerente de ProMendoza, explicó que este decreto -el 1060/20- tiende a favorecer las economías regionales, algo que ya se observaba en las normativas que se venían aplicando. Es que fija una tasa del 0% para el ajo y la ciruela deshidratada, como principales productos del agro que se exportan desde Mendoza. Sin embargo, para el vino fraccionado y granel, y el mosto, establece una del 4,5%.
Lázzaro recordó que, hasta ahora, estaba vigente el decreto 793/18, que establecía un derecho del 12% con un límite de $3 para los productos industriales y de $4 para los primarios por cada dólar exportado, y que el 37/19 unificó para todos el tope de $3. Sin embargo, en ese momento, el dólar rondaba los $30 a $36.
Carlos Clement, de Clement Comercio Exterior, indicó que, por un tecnicismo del cálculo, ese 4,5% que se aplica a la vitivinicultura resulta, efectivamente, en un 4,3%. Con la cotización actual, de $84, equivale a $3,60 por dólar exportado, versus los $3 que debían pagar hasta ahora; es decir que representa un 20% de incremento en el derecho de exportación. Como contraparte, productos agrícolas, como el ajo o las manzanas, pasan a tener un 0%.
El especialista señaló que a otros jugos concentrados, que no son de uva, se les aplica una alícuota de 0% y lo mismo sucede con el aceite de oliva virgen extra a granel, ya que se ha buscado disminuir la carga tributaria a aquellos productos que tienen mayor valor agregado. De ahí que el derecho sea de 4,5% para los insumos básicos industriales y de 3% o 0% para los bienes finales industriales.
Pero advirtió que en la cadena vitivinícola no se ha cumplido con esta premisa, ya que la uva tiene un 0% y el vino y el mosto un 4,5%. Clement estimó que esto puede responder a que la vitivinicultura tuvo un reciente aumento de los reintegros de las exportaciones, que pasaron del 3,25% al 7%.
Por otra parte, Clement detalló que la diferencia entre el 4,5% de derechos de exportación y el 7% de reintegros es de 2,5 puntos porcentuales. Al jugo concentrado de durazno, por ejemplo, se le aplica un 0% de retención y un 2,5% de reintegro. Si bien en términos de números la situación podría parecer idéntica, resaltó que las empresas vitivinícolas deben pagar al momento de exportar y esperar el reintegro más adelante (en promedio, unos 3 o 4 meses, aunque se tome el tipo de cambio de ese momento).
Pese a eso, consideró que no se trata de un gravamen tan alto, ya que cuando se fijó el límite de $3, con la cotización de ese momento, representaba un 8% a 9%, mientras ahora se le aplica un 4,3%.
Patricia Freuler de Ortiz, presidente de Bodegas de Argentina, reconoció que los $3 de límite de los derechos de exportación se habían ido licuando, mientras el 4,5% que fija el nuevo decreto va a seguir el movimiento del dólar oficial. Planteó que les llama la atención esta modificación en el marco de un programa que apunta a incentivar las exportaciones, ya que este aumento iría en contra de la promoción del vino argentino.
Eduardo Sancho, presidente de Fecovita y miembro de Coviar, expresó que van a analizar bien los números, pero aclaró “que cualquier aumento impositivo es negativo para el sector debido a que la vitivinicultura genera mucho valor agregado y favorece a un número importante de productores. Un incremento de las retenciones es una política desacertada”, concluyó.
Beneficiados
Piden mejorar el dólar
El gerente de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines (Asocamen), Guillermo San Martín, uno de los sectores beneficiados explicó que si bien el ajo pasó de pagar $3 por dólar exportado a $0, señaló que se trataba de un monto mínimo en la actualidad, que no tenía un impacto considerable.
En cambio, planteó que el tipo de cambio oficial está atrasado, al tiempo que la mayoría de los insumos –como fertilizantes, materiales para el riego por goteo y repuestos de maquinarias- se cobran a un valor intermedio entre éste y el blue, ya que los proveedores calculan un dólar de reposición (con expectativas de devaluación). Ésta es, resaltó, la principal preocupación de los productores primarios.
El titular de Coninagro (Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada), Carlos Iannizzotto, celebró la eliminación de las retenciones a las economías regionales y la calificó como un “gran paso” hacia la disminución de la carga tributaria, que no tiene una incidencia fuerte en el esquema impositivo nacional pero sí en la competitividad de estos sectores.