El Gobierno nacional publicó hoy el decreto 777/2024 e hizo oficial la rebaja del 17,5% al 7,5% la alícuota del Impuesto PAIS y, de esta forma, ya entró en vigencia para la importación de bienes y fletes. La medida no alcanza al “dólar tarjeta”, es decir, a los gastos en el exterior como turismo, plataformas y demás bienes y servicios. El tributo retornará al nivel que tenía antes del cambio de mando en diciembre pasado.
Entre los considerandos, el Poder Ejecutivo señaló que “en el marco de las medidas adoptadas con el objetivo de contribuir a la estabilización de los precios, resulta necesario reducir la alícuota del Impuesto PAÍS para las operaciones de compra de billetes y divisas en moneda extranjera efectuadas por residentes en el país para el pago de obligaciones por la importación de determinados bienes y por la adquisición de servicios de fletes y otros servicios de transporte por operaciones de comercio exterior”.
Con la rebaja del impuesto PAIS, el Gobierno espera que a partir de septiembre los precios de los productos con componentes importados comiencen a bajar.
Creo que en septiembre vamos a ver una baja de precios”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, en recientes declaraciones.
La carga tributaria del impuesto PAIS en el precio de venta final con IVA puede ser de 2%, 4% y 6% para ciertos bienes nacionales que utilizan insumos importados, dependiendo la estructura de costos.
En el caso que la incidencia sea del 2%, la reducción del tributo implicaría una baja de precios del 1,14%.
Es decir, un producto que cuesta $1.000 podría pasar a valer $11,4 menos. Si el peso sobre el precio que paga el consumidor es del 6%, la disminución sería del 3,4% o $34.
Los empresarios expresaron cautela acerca de la baja de precios ya que existen otros costos que en paralelo han aumentado como las tarifas de los servicios públicos y los combustibles.
Donde el impacto promete ser mayor es en el campo dado que impactará muy fuerte en la compra de insumos, como por ejemplo en fertilizantes.
También habrá mejoras en la industria automotriz, donde más de la mitad de los componentes son importados.