La fuerte tormenta del jueves, que afectó el Norte y Este provincial, generó daños de consideración en los cultivos, causó la muerte de una persona en el departamento de Lavalle y provocó destrozos en varias propiedades. En este departamento es donde el fenómeno tuvo mayor intensidad y la afectación fue más extendida, pero también hay cultivos dañados en San Martín. Estiman que habría entre 15 mil y 17 mil hectáreas afectadas, algunas con emergencia y otras con desastre agropecuario.
El intendente de Lavalle, Roberto Righi, comentó que no sólo llovió mucho y cayó granizo, sino que también hubo vientos huracanados, que volaron techos completos y dañaron varios más, rompieron vidrios y deterioraron galpones. Además, murió una persona que viajaba en moto con su esposa y su hija, y se quiso guarecer debajo de un árbol, pero el forestal le cayó encima.
Por otra parte, los árboles y ramas caídas cortaron varios tendidos de luz, por lo que gran parte de la población en los distritos afectados -Oscar Mendoza, San Francisco, Jocolí Viejo, Jocolí, Alto del Olvido, Tres de Mayo, Tulumaya, La Palmera y La Bajada- seguía sin luz en horas de la tarde de ayer. De hecho, fue donde Defensa Civil tuvo un número mayor de intervenciones: 107 árboles y ramas caídas, 17 viviendas anegadas, 25 cables caídos o cortados, 19 postes caídos, 1 gabinete de gas roto, 3 derrumbes parciales de viviendas y una persona fallecida.
En cuanto a las propiedades agrícolas, el jefe comunal planteó que por donde pasó la manga de granizo hubo afectación del 100% en frutales, vid y cultivos hortícolas. Es que si bien la piedra fue más grande en algunos lugares que en otros, los remolinos tipo tornado multiplicaron el efecto y arrasaron con las plantaciones.
Consultado sobre si el fenómeno había causado mayor o menor daño que el del año pasado, sostuvo que lo del jueves no lo habían visto antes y que ha sido mucho mayor porque, además de la afectación, se suma la época. En 2020, el granizo cayó en noviembre y algunos alcanzaron a volver a plantar, mientras ahora estaban cosechando o por empezar esa tarea y ya es tarde para iniciar un nuevo ciclo, por lo que los productores deberán esperar a febrero o marzo. Y en cuanto a vides o frutales, estimó que se verán los efectos en la próxima temporada también.
Pese a eso, no quiso arriesgar porcentajes de daño, como tampoco hacer una estimación de las pérdidas monetarias, hasta que puedan avanzar en el relevamiento. En principio, informó, están abocados a analizar la situación de las viviendas e identificando quiénes pueden necesitar asistencia.
Y con funcionarios del gobierno provincial, representantes del Estado nacional y legisladores por Lavalle han empezado a trabajar en lo productivo, evaluando la posibilidad de que se exima a los productores afectados del pago de Irrigación, como también de ofrecerles créditos a tasas bajas y de fácil acceso. Righi resaltó el trabajo en común con los Estados nacional y provincial, con la policía, Vialidad, Bomberos, la empresa de energía, diversas áreas del municipio y los mismos vecinos.
Si bien Lavalle fue el más afectado, en el Este también se sintió el rigor de la piedra. Diego Tozzi, representante del sector agrícola en la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de San Martín, señaló que hubo zonas donde la tormenta causó destrucción y otras en que el daño fue menor, ya que en algunas cayó granizo de gran tamaño por apenas unos minutos, mientras en otras, las piedras –de hasta dos y tres centímetros de diámetro- cayeron por más tiempo. En este último caso, señaló, es de esperar que el año próximo haya una afectación residual.
Planteó que lo atípico del fenómeno fue que la tormenta se desplazó del norte hacia el sur, cuando lo más común es que se mueva en sentido inverso. Y si bien fue perdiendo intensidad a medida que se alejaba de Lavalle, por tratarse de multiceldas, la volvió a recuperar y por eso precipitó muy fuerte en Los Campamentos y La Central (ambas localidades en Rivadavia). Pero en el camino, también generó daños en Montecaseros, El Ramblón, Chapanay, Tres Porteñas, Colonia Lambaré, Charabones. Colonia Montecaseros, Alto Verde y Buen Orden.
Tozzi comenzó que en San Martín prácticamente había empezado la cosecha de duraznos y que las uvas ya estaban cambiando de color. Además, venían con problemas de enfermedades por la humedad, porque ya ha habido otras tormentas importantes en lo que va de la temporada.
Raúl Tamagnone, delegado de Contingencias Climáticas en zona Norte y Este, detalló que se trató de una multicelda originada al oeste de Lavalle y que desde ahí llegó hasta San Rosa, en un recorrido de más de 70 kilómetros que dejó alrededor de 15 mil hectáreas afectadas con granizo. Algunas zonas quedarán encuadradas en el desastre agropecuario y otras en emergencia agropecuaria, en tanto en los alrededores la afectación será menor.
Sobre estas categorías, Martín Cavagnaro, coordinador de la Red de Estaciones Agrometeorológicas de la Dirección de Contingencias Climáticas, recordó que, por ley, se considera en emergencia aquella propiedad que tiene entre 50% y 79% de daño, mientras las que superan el 80% se declaran en desastre agropecuario.
Ahora, detalló, se inicia la instancia de denuncia por parte de los productores afectados, que se extenderá por 10 días hábiles, y luego los peritos tasadores irán a las fincas a determinar el porcentaje de afectación. Y más allá de que los que tienen el seguro agrícola están cubiertos, a los que se encuentren en emergencia o desastre se les entregará un certificado que les permite gestionar algunos beneficios.
Sobre la tormenta en sí, Cavagnaro planteó que fue fuera de lo común por la intensidad y que, en un momento, se veía en el radar “una cosa monstruosa, con ráfagas de 80 a 100 kilómetros por hora”. Por las imágenes satelitales, estimó que la manga de piedra afectó a unas 17.200 hectáreas productivas, que estarían repartidas en un 50% y 50% entre Lavalle y San Martín. Pero en el primero, agregó, hay una franja en la que los daños rondarían el 90% y el 100% y sumó que son zonas que ya han tenido otros granizos esta temporada y además sufrieron heladas.
Por su parte, el meteorólogo de Contingencias, Carlos Bustos, explicó que la tormenta del jueves combinó tres factores: lluvia intensa, granizo de buen tamaño y vientos fuertes; lo que explica el nivel de daño que produjo. Y añadió que para los próximos días se mantiene la misma masa de aire, calurosa y húmeda, que va a generar condiciones de inestabilidad durante el fin de semana.
Bustos sumó que hoy comienza una ola de calor, que se extenderá hasta el jueves, con máximas y mínimas elevadas, y que, por la presencia de humedad, la sensación térmica será un poco más alta. Sin embargo, el jueves a la noche se espera el ingreso de un frente frío, que hará que el 24 no se superen los 33°. En cuanto a las lluvias, consideró poco probable que haya nuevas tormentas a partir del lunes.
