Según la medición de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), la inflación de marzo fue del 3,8%. Si bien esto representó una leve desaceleración respecto al resultado de febrero (4,2%), el resultado no deja de ser alarmante, teniendo en cuenta el lento avance de los salarios en el marco de la pandemia.
En detalle, el estudio de la DEIE indica que el rubro que el mayor incremento presentó fue el de educación, que avanzó 10%, como consecuencia de los ajustes realizados en el inicio de clases. Sin embargo, no fue el ítem más determinante el en IPC general (representó solo 0,3 puntos del 3,8% total). El rubro que mayor incidencia tuvo sobre la inflación fue el de alimentos y bebidas, que sufrió una suba del 4,2%. Ese ítem en particular explica 1,6 puntos del total.
A diferencia de lo ocurrido otros meses, esta vez no hubo ningún ítem que redujera su costo. Además de los ya mencionados, “esparcimiento” aumentó 4,1%, “otros bienes y servicios” 3,9%, “atención médica y gastos para salud” 3,7% y “transporte y comunicaciones” 3,5%. También se encarecieron los rubros de indumentaria (3,3%), “equipamiento y mantenimiento del hogar” (3,2%) y “vivienda y servicios básicos”.
La nación, un punto más arriba
De acuerdo a la medición del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el IPC se incrementó 4,8% a nivel nacional, justo un punto más que Mendoza. De esta manera, la suba de precios acumulada del año ya es del 13%, contra un 11,9% de Mendoza.
Volviendo a marzo, el Indec muestra que a nivel país la educación aumentó 28,5%, la indumentaria 10,8%, y los alimentos y bebidas no alcohólicas un 4,6%.
Si se analizan los resultados por regiones, se observa que la inflación más pronunciada se produjo en Gran Buenos Aires (5,2%), seguida por La Pampa (4,8%), Cuyo (4,3%), el Noroeste (4,2%), Patagonia (4,1%) y el Noreste (3,3%).
