El sector privado analiza opciones para mejorar la situación del empleo

El desempleo viene bajando en Mendoza, pero aún es mayor que hace 10 años. El CEM y economistas plantean algunas medidas para mejorar la situación.

El sector privado analiza opciones para mejorar la situación del empleo
La mejora en la competitivdad se presenta como una necesidad para poder generar más empleos. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

En el informe “Situación del empleo en Mendoza”, presentado por el Consejo Empresario Mendocino (CEM) se destaca la recuperación de puestos de trabajo después de la recesión de la pandemia, pero también se marcan algunos obstáculos para poder generar más empleo privado registrado. Otros economistas también hicieron su aporte para analizar cómo puede mejorarse la situación.

El lado positivo es que el segundo trimestre de 2022 tuvo 9,7 puntos menos de desempleo comparado con el segundo trimestre de 2020: el Gran Mendoza pasó de 15,3 % de desempleo en la etapa más dura de la pandemia a tener este año 5,6 % de desempleo. El lado negativo es que hace diez años el desempleo era menor, del 4,7 %.

“Más allá de la mejora de los indicadores de empleo en los dos últimos años, la economía tiene dificultades para crear nuevos puestos de trabajo registrados en el sector privado”, comentó Gustavo Rivarola, economista a cargo del informe. Incluso, entre 2012 y 2021 el Producto Bruto Geográfico sólo aumentó alrededor de 0,7%, reforzando la idea ya reiterada de que la economía mendocina presenta un estancamiento.

El CEM sostiene que el principal rol y desafío del sector privado productivo es crear riqueza y empleo, contribuyendo a aumentar el bienestar de los ciudadanos. Para que esto ocurra, afirmó Rivarola, es necesario que haya previsibilidad, reglas claras para la inversión y la producción, y estabilidad macroeconómica (“un pilar básico de competitividad”), factores que han faltado y cuya ausencia impacta en el ámbito productivo, económico y social.

En ese sentido, el nivel de actividad económica a nivel provincial y nacional se presenta como “débil y volátil” desde hace tiempo. “Su evolución es zigzagueante, alternando altos y bajos desde hace más de una década. Así, los aumentos y caídas del producto se reparten en partes iguales entre 2010 y 2022″, afirmó el economista.

El clima de negocios

A la hora de consultar a otros economistas sobre la situación del empleo y cómo mejorarla, en general hay coincidencia en la necesidad de una estabilidad y certezas a nivel macroeconómico para promover la inversión, y con ello la generación de nuevos puestos.

El economista y docente Carlos Rodríguez comenzó con las causas por las cuáles hoy Mendoza presenta una reducción del desempleo: “En principio, dado que el tipo de desempleo predominante es el desempleo coyuntural, derivado de los efectos de la pandemia y de la recesión, la salida en la postpandmeia y la recuperación llevan a una disminución en la tasa de desempleo”.

En particular, se destaca el rol del sector servicios, con actividades como el turismo y la gastronomía. Para este docente universitario, es importante aprovechar el auge del turismo, ya que involucra muchas fuentes de trabajo e indirectamente impacta también en otros sectores como el comercio. El hecho de que hoy el tipo de cambio sea favorable para turistas extranjeros (con mayor capacidad de gasto) es un factor a tener en cuenta.

Una segunda razón de la caída del desempleo es a mi criterio el tema de los planes que se están implementando como el Mendoza Activa, que devuelven una parte de la inversión”, señaló Rodríguez, con impulso en sectores como la construcción (muy demandante de mano de obra). También señaló los programas de capacitación y empleo Enlace y Enlazados, con alrededor de 10 mil personas involucradas.

Para Sebastián Laza, economista asesor del Ministerio de Economía y Energía de Mendoza, ante la pregunta de qué es necesario para ganar competitividad y generar más empleos, su respuesta fue: “En primer lugar se necesita estabilidad macro, cosa que la Nación está haciendo muy mal, cada vez peor”. En diferentes ocasiones, Laza ha señalado las diferencias internas en el gobierno nacional y los vaivenes en el rumbo económico.

En segundo lugar, y poniendo énfasis en el nivel provincial, Laza consideró necesario tener un orden institucional y bajos impuestos, algo en lo que Mendoza viene trabajando desde hace años. También es necesario un buen clima de negocios y un sistema de promoción de sectores estratégicos, una política que ya existe. “Mejorando la macro nacional, el resto Mendoza ya lo tiene para crecer en forma sustentable”, afirmó el asesor del Ministerio de Economía.

Rodríguez agregó que por una parte el gobierno provincial “debería enfocar sus esfuerzos en el sector exportador y el turismo”. Por otro lado, para este economista y docente sería importante “destrabar en la medida de lo razonable, de lo posible, el tema de las industrias extractivas, el petróleo, la minería con los cuidados ambientales razonables, etcétera”.

Mejorar la competitividad

Volviendo al informe del CEM sobre empleo, la entidad empresaria remarcó la necesidad de mejorar en la competitividad de la economía, una tema sobre el que ya han trabajado antes. Según señalan, una economía poco competitiva y con desequilibrios crónicos no será capaz de brindar oportunidades de desarrollo a sus ciudadanos, y es una causa de la incapacidad para generar nuevos puestos de trabajo formales en el sector privado.

Es imprescindible restablecer las condiciones para que Argentina y Mendoza vuelvan a un sendero de crecimiento sostenido y previsible, que promueva la creación de empleo privado que, en definitiva, es una demanda derivada de la producción y de la creación de riqueza”, afirmó Rivarola.

Entre los pilares de la competitividad, están la estabilidad económica y la carga fiscal sobre la producción y el trabajo. Sin embargo, el país figura como 117 entre 141 países en el ranking de competitividad laboral. Además, entre 2004 y 2020 Argentina incrementó la presión tributaria más que el promedio de América Latina, y el país se ubicó en los últimos lugares del ranking de competitividad (139 de 141 países) en cuanto a estabilidad macroeconómica.

Para el CEM, una posible medida que ayudaría a reducir esto es disminuir los costos laborales no salariales, reduciendo los impuestos al trabajo o bajando los costos de la litigiosidad laboral (así, no se tocaría el bolsillo del trabajador). Incluso, el IERAL Mendoza de la Fundación Mediterránea realizó para el CEM un estudio que propone reducir las alícuotas del impuesto a los ingresos brutos a cambio de generación de empleo formal.

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