Con los datos del Indec, que ubican la inflación acumulada hasta julio en 46,2%, y un índice total proyectado para el año en 94,7% por consultoras y analistas privados, iniciaron las conversaciones entre gremios y cámaras empresarias para la reapertura de las paritarias privadas.
Los porcentajes que se están discutiendo dependen de los salarios de base y del poder de negociación de cada sector, pero algunos anticipan correcciones a los valores anunciados a principio de año para llevar los aumentos anuales a al menos 80%.
Lejos quedaron el 60% de referencia con que el Gobierno intentó anclar las expectativas tres meses atrás, y el 33% de inflación que proyectó Martín Guzmán en el Presupuesto Nacional no aprobado por el Congreso.
Así, las paritarias que se preveía revisar a fines de año se empezaron a adelantar. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), por ejemplo, amplió hace tres semanas el aumento del 45% que tenían previsto inicialmente a 65% en tres tramos. De esta forma, el “ingreso mínimo global de referencia” desde agosto será de $95.828.
El 12% de mejora a cobrar en agosto se aplicará sobre los básicos de marzo último, al igual que los dos tramos del 10% de octubre y noviembre, por lo que el ingreso mínimo global de referencia será en octubre de $103.416 y, en noviembre, de $110.088.
“Se anticiparon incrementos, trayéndolos para este año. Tiene impacto en la industria, porque el componente salarios es muy importante, pero es una situación que se da en el marco de un proceso inflacionario que no se puede frenar. Se alcanzó un acuerdo entendiendo la situación de las dos partes, de los trabajadores y las empresas, aunque se entiende que habrá impacto en precios”, explicó Mariano Guizzo, presidente de Asinmet a Los Andes.
Los bancarios, por su parte, habían alcanzado un acuerdo transitorio en febrero, que se creía que podría sostenerse durante todo el año, pero ya se iniciaron las conversaciones para adelantar la aplicación de la cláusula de revisión. Según explicó el titular de La Bancaria Mendoza, Sergio Giménez, el acuerdo arrancaba en febrero y marzo con una actualización de los salarios del 16,1%, y se sumaba un 18% a partir del 1 de abril para alcanzar un aumento del 34,1%; luego, entre abril, mayo y junio, se sumó otro 17% para llegar a 51,1%, con vigencia hasta septiembre, y a partir del 1 de octubre debía agregarse un 8,9%.
En suma, los bancarios debían llegar a un aumento del 60% a fin de año, antes de que se activaran las revisiones previstas para la segunda quincena de octubre y noviembre.
“Hasta ahora, hemos cobrado los salarios de julio con una corrección del 51,1%, todavía superamos la inflación, pero si los índices de los próximos meses superan el 6% o el 7%, ahí vamos a estar por debajo del acumulado”, explicó Giménez.
De esta manera, el salario inicial quedó conformado en $184.802,10 brutos para cualquier trabajador bancario que ingresa a la actividad bancaria.
Comercio y turismo
Todos los gremios responden al mismo mandato, tratar de pelearle a la inflación, pero la tarea no será fácil. De hecho, a fines de julio de 2022, los analistas del mercado proyectaron que la inflación minorista para el corriente año se ubicará en 90,2% (en un solo mes, corrigieron sus apuestas en 14,2 puntos porcentuales), y quienes mejor pronosticaron esa variable para el corto plazo (TOP-10) esperan en promedio una inflación de 94,7%. Se trata de los 39 participantes del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, entre quienes se cuentan 26 consultoras y centros de investigación locales e internacionales y 13 entidades financieras de Argentina.
En este marco, otro de los sectores que está negociando en estos días es el Comercio. El titular de la Federación Argentina de Empleados de Comercios y Servicios (Faecys), Armando Cavalieri, acordó en abril pasado con las cámaras sectoriales una suba de 59,5% para este año en siete tramos y con revisión en enero próximo. Sin embargo, buscan adelantar la revisión con los representantes de la Cámara de Comercio (CAC), la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) y de la Unión de Entidades Comerciales (Udeca).
En concreto, se espera que el sector mercantil pida un adelanto de las cuotas pactadas anteriormente, ya que queda pendiente un 10% en septiembre, 11% en noviembre y 10,5% en enero. En todo ese período el sueldo básico de convenio debía pasar de $ 90.000 mensuales a 139 mil pesos (presentismo incluido).
Se trata de una de las negociaciones más esperadas, porque marca pautas en el país, ya que tiene 1,2 millón de afiliados en Argentina. De acuerdo con Fernando Ligorria, titular del Centro de Empleados de Comercio en Mendoza, “hay 30.000 convencionados en la provincia”.
En tanto, los empleados gastronómicos y hoteleros lograron un aumento del 60% en cuotas para este año, que todavía no se termina por incorporar al básico, según señaló el secretario general de Uthgra (Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina Seccional Mendoza), Humberto Montivero, anteriormente a Los Andes.
“El último acuerdo salarial significó un aumento del 60% en cuotas que todavía no se terminan de incorporar al básico, pero el sueldo inicial actual ronda los $ 70 mil por ocho horas de trabajo”, aclaró Montivero, quien representa a 8 mil trabajadores en Mendoza.
La jornada laboral de un trabajador gastronómico es de ocho horas, aunque si se contempla el tiempo para almorzar o cenar en un restaurante, se puede extender a 9 horas (hora de descanso). En tanto que la semana hábil dura 5 días y medio.
En este caso, la discusión salarial es nacional, y se espera que el gremio que responde a Luis Barrionuevo también plantee una recomposición lo antes posible.
Vitivinicultura
Así como hay sectores empezando a negociar, hay otros que se adelantaron y ya lograron una primera revisión. El secretario gremial de Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines), Juan Carlos Aguirre, comentó que en los últimos días se llevó a cabo una corrección y se arreglaron los siguientes pagos: octubre: $6500, $1.500 para noviembre; $5.000 en diciembre; $5.500 en enero y $6.500 en febrero, remunerativos que se incorporan al básico.
De acuerdo con los “obreros autoconvocados del vino”, que encabezaron distintas manifestaciones a fines del mes pasado, antes de la revisión un obrero especializado pasaría a cobrar $65.499,1 y un oficial tonelero $77.408,11 siempre y cuando tengan 15 años de antigüedad.
Sector de hidrocarburos
El Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo y Gas Privado de Cuyo también actuó rápido y acordó una actualización salarial con las cámaras empresarias a fines de julio del 58%, que se suma al 21% acordado en el primer trimestre paritario. Es decir que la actualización llegó al 79% en total.
Julián Matamala celebró el acuerdo logrado, tras la reunión: “Sostenemos nuestra postura, que en otras ocasiones hemos mencionados con estas mismas palabras. Nuestro Sindicato como institución representativa equilibra el resguardo de la fuente de trabajo, del ingreso de nuestras familias y evitamos el deterioro de nuestros salarios como trabajadores”.
Asimismo, el Sindicato de Camioneros, que lidera Pablo Moyano, negoció a fines de abril una suba de 31% en dos cuotas: un 15% en mayo y un 16% en septiembre. Las paritarias del sector marcaron aumentos por semestre. En octubre se reabrirían las negociaciones, con una previsión inflacionaria mucho más alta que la que existía a principio de año.