El tamaño del Estado se contrajo aún más que la economía en 2020

Así lo refleja un informe del CEM, que indica que el Estado provincial, pasó de una participación del 25,4% del PBG, a una del 23,1%. Se analizan también las cuentas provinciales.

El tamaño del Estado se contrajo aún más que la economía en 2020
El dato fue señalado en el reciente informe del CEM. En principio, se muestra que, durante la pandemia, el gasto público provincial en 2020 se contrajo aún más que la economía.

El Consejo Empresario Mendocino (CEM) elaboró un informe sobre las finanzas provinciales durante la última década. Allí se analizan temas como el gasto corriente y la presión impositiva, y un dato llamativo es que, durante el año pasado, el tamaño del Estado se contrajo aún más que la economía en general.

Federico Pagano, presidente del CEM, explica que el objetivo del informe es brindar a la población y al gobierno una herramienta para evaluar la gestión y tomar decisiones en base a un análisis de los números. “Más allá de la cuarentena y sus dificultades, pudimos continuar este trabajo que se realiza desde hace más de 10 años. Ayuda a hacer un buen control y seguimiento del gasto público, comenta Pagano.

Uno de los datos a destacar se refiere al tamaño del Estado en relación al Producto Bruto Geográfico (PBG) es decir cuánto produce la provincia. Si bien no es novedad que la economía mendocina se contrajo en términos reales, un dato novedoso que es que el Estado se contrajo aún más, pasando de una participación del 25,4% en 2019, a una de 23,1% en 2020.

Vale considerar que el tamaño del Estado ha aumentado considerablemente en los últimos 15 años. En 2005, las erogaciones totales del Estado en relación al PBG eran de 12,5%, un valor que fue aumentando hasta llegar al 25,4% en 2015 y que de ahí en adelante se ha amesetado con subas y bajas.

El informe estipula que el aumento del gasto público “se tornó agobiante para el sector privado” y que un Estado más grande debió ser solventado por un sector privado productivo cada vez más pequeño. “Se observan claramente dos etapas: a) crecimiento sostenido entre 2011 y 2015 y, b) amesetamiento ‘en serrucho’ entre 2016 y 2020. En 2020, el gasto público alcanzó el 23,1% del PBG, 2,3 puntos porcentuales menos que en 2015”, se lee en el informe.

Parte de ese crecimiento estatal se refiere al personal: el empleo público aumentó un 17,6% entre 2010 y 2015, mientras que en el período 2015-2020 se redujo 6,3%. En los últimos diez años el gasto en personal creció a un ritmo algo menor que los recursos, reduciendo su incidencia desde el 56% al 54% de los recursos corrientes, luego de alcanzar el 64% en 2015.

Si bien Pagano elogia que el actual gobierno “se preocupa por las cuentas”, considera que el proceso es mucho más lento que lo que el sector privado quisiera. Aclara que “no se trata de achicar el Estado porque sí”, sino porque debe haber una relación directa entre el tamaño del sector público y del privado (no puede haber un Estado grande que sobreviva con privados chicos).

Balance de las cuentas públicas por Gestión de Gobierno / Gustavo Guevara.
Balance de las cuentas públicas por Gestión de Gobierno / Gustavo Guevara.

El primer año del Covid

Sabido es el impacto que tuvo (y tiene) el Covid-19 en la contracción de la economía; el gobierno de Mendoza no ha sido la excepción. Los recursos corrientes se contrajeron 12,5% en términos reales respecto de 2019, sobre todo por la contracción de los recursos provinciales (en especial, recaudación impositiva y regalías).

El informe señala que, a pesar de la delicada situación en materia de ingresos, durante 2020 se alcanzó un superávit corriente del 2,1% debido a que el crecimiento nominal del gasto fue inferior al de los ingresos. Dicho en otras palabras, se recaudó menos que en 2019, pero se gastó aún menos.

Al respecto, el análisis también destaca que en 2020 se registró un déficit operativo del 1,5% de los ingresos corrientes, un valor sustancialmente inferior al déficit del 9,7% de 2019. La reducción se debe a una contracción en las erogaciones de capital y trabajos públicos, ya que se detuvo gran parte de las obras públicas.

Pagano señala que algunos economistas opinan que debería haber sido un año de mayor déficit y no de superávit, porque el gobierno debería haber invertido más y así hacer políticas contracíclicas, es decir promover una mayor actividad cuando el sector privado se contraía. De todas formas, con las limitaciones de la pandemia, también duda de si se hubiera podido realizar mucha más obra pública.

En cuanto a la planta de personal, 2020 fue otro año de reducción para el Estado provincial. En 2019 se contaba una planta de 109.512 personas (incluyendo planta y contratos), mientras que en 2020 se contaron 106.332 personas, una reducción del 2,9%. Además, muchos estatales vieron bloqueadas las paritarias, por lo que el aumento en salarios fue menor al que se podía esperar.

La cuestión impositiva

Pagano afirma que tienen discusiones con el actual gobierno por creer que debería haber un achicamiento más fuerte y el gobierno es reacio a avanzar en ese sentido: “El Estado sigue teniendo un peso relativo grande y debe seguir achicándose. Debemos volver a presiones impositivas más razonables. Claramente es difícil pero, con una política consistente, lo podemos ir logrando”.

Si se mira desde 2004, en aquel entonces la presión tributaria provincial en relación con el PBG era del 3,2%. Tiene unas leves subidas y a partir de 2011 empieza a crecer hasta llegar a un pico máximo en 2017, con un 7,9% en relación al PBG. El último año, el porcentaje fue menor, de un 6,5%, pero de todos modos es un poco más del doble del porcentaje de 2004.

En la provincia de Mendoza, entre los recursos tributarios se destaca el impuesto a los Ingresos Brutos, la principal fuente de recursos provinciales, cuya incidencia se reduce desde 2015. En 2020, de un total de $70.941 millones de recursos corrientes (incluyendo impuestos y regalías), $36.692 millones correspondieron a Ingresos Brutos, es decir más de la mitad.

Pagano entiende que las cargas impositivas no son sólo un tema provincial, y cree que se deben aplicar normas nacionales que establecen aportes patronales menores para las provincias alejadas del puerto de Buenos Aires, por tener menor competitividad. “Nuestros representantes de todos los partidos deberían luchar por esto, sin diferenciación. El River-Boca de la política nos perjudica a todos”, afirma el presidente del CEM.

La recomendación del informe es que el Estado provincial y los municipios deben adecuar la presión tributaria y el tamaño del Estado a aquél que el sector privado pueda financiar sin agobio, permitiendo que éste invierta en crecimiento y en generación de empleo privado.

“El tamaño del Estado no debería ser más grande que el que los mendocinos puedan financiar conforme la realidad económica local. Es necesario evitar que la envergadura del aparato estatal ahogue la competitividad y el crecimiento del sector privado”, concluye el análisis del CEM.

Presión tributaria, una deuda sin saldar

Una de las conclusiones del informe es pedir la reducción de la presión tributaria para poder generar más empleo privado. Esa idea va en consonancia con proyectos que ha presentado la Mesa para la Producción y el Empleo de Mendoza, una mesa que, además del CEM, está integrada por otras cámaras del sector privado como ACDE, Acovi, AEM, FEM, UCIM y UIM.

“Mirando al futuro, es necesario generar una agenda que ponga en el centro de las políticas públicas el crecimiento de la producción y del empleo privado registrado, como bases para el desarrollo de Mendoza y como herramienta para reducir la pobreza. El ordenamiento fiscal iniciado en 2016 debe continuar, enfocando el esfuerzo en la calidad del gasto, para asegurar su eficiencia sin reducir su impacto”, se afirma en el informe.

Este proceso, afirman, debe ser acompañado de una reducción de la presión tributaria y de mecanismos innovadores de compensación de impuestos por creación de empleo. En concreto, una propuesta que presentó este año la flamante mesa fue la de “intercambiar” el pago de Ingresos Brutos por un estímulo para la contratación de personal nuevo.

Pagano explica que, con una medida de este tipo, la empresa podría contratar más personas, haciéndose cargo del riesgo que implica y debiendo generar ingresos: “El que corre el riesgo sigue siendo el privado, porque paga el sueldo y necesita generar ganancias para mantenerlo. No es sólo una idea; es un proyecto que planteamos ante el Consejo Económico Social. El gobierno nos escucha, pero falta que nos acompañen en este tipo de propuestas”.

“Tenemos una gran responsabilidad en ayudar a que la provincia salga de esta dinámica nefasta de no generar empleo”, señaló.

Informe completo del Consejo Empresario Mendocino

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