Este viernes, cuando comienza marzo, se aplica la primera de cuatro subas de la nafta y el gasoil, asociadas a la actualización del impuesto de los combustibles. Si bien el aumento de este tributo es del 50%, ya que se trata de un monto fijo y subirá de $65 por litro a $98, se espera que el incremento del precio en surtidor ronde el 3,8% al 4,4%, dependiendo de las provincias.
El Instituto Argentino de Análisis Fisccal (Iaraf) detalló que, considerando el valor de un litro de nafta súper, esta actualización del tributo -bajo el supuesto de que se trasladara plenamente al consumidor- implicaría pasar de un precio de $858 a $891 en la ciudad de Córdoba, es decir, un incremento del 3,8%. En CABA, en tanto, donde los valores son los más bajos del país, pasaría de $750 a $783, aumentando un 4,4%.
El sinceramiento del impuesto fue definido en cuatro etapas, según el decreto N° 107/24. En marzo comienza la segunda etapa, con un incremento del impuesto de monto fijo de $33. En Mendoza, el litro de nafta súper en las estaciones de YPF cuesta $799, por lo que, si se suman los $33 de suba del impuesto en marzo, se iría a $832 (+4%). La Infinia nafta, que hoy vale $973 subiría a $1.003 (+3%) y la Infinia diésel pasaría de $1.031 a $1.064 (+3%).
El Iaraf analizó también la evolución del valor real del litro de nafta súper en CABA desde enero de 2018 hasta la actualidad. Con respecto al valor mínimo de la serie, de octubre de 2023, el precio aumentó un 54% en términos reales. sin embargo, en comparación con el valor máximo de la serie, de octubre de 2018, el valor actual resulta un 27,5% menor.
Estos impuestos estuvieron suspendidos durante dos años, durante la gestión de Alberto Fernández, con la intención de frenar la escalada inflacionaria y la pérdida de poder adquisitivo. La medida de descongelamiento busca “regularizar” la carga impositiva y se aplica a partir del 1 de marzo. Restan los incrementos adicionales en abril, mayo y junio.
Por otra parte, Clarín refleja que las petroleras también podrían “sumar” al incremento, la devaluación mensual del 2% y los incrementos recientes de los biocombustibles. Desde el sector plantean que la nafta súper debería rondar de US$ 1,20 a US$ 1,23 por litro. Pero las ventas de combustibles en las estaciones de servicio bajaron un 5,8% interanual en enero, con retrocesos de dos dígitos en todas las marcas excepto YPF, que le sigue ganando mercado al resto por tener precios entre 3% y 5% más bajos.
Además, directivos de las refinadoras comentaron que, a fines de enero, el ministro de Economía, Luis Caputo, les pidió que moderaran el ritmo de aumentos, para poder mostrar una inflación en sostenido descenso. Entre las elecciones de octubre y el 1 de febrero, los precios de los combustibles treparon entre 175% y 200%, con una crisis de desabastecimiento en el medio.