“Impulsa Mendoza conceptualmente nació cuando la Provincia tomó la decisión de tomar una posición proactiva en la reactivación de la mina de Potasio Río Colorado (PRC) y negoció con Vale la transferencia de los activos de la empresa para evitar que el proyecto terminara de degradarse”, explicó el gerente de PRC e Impulsa Mendoza Sustentable SA, Emilio Guiñazú. El ex Subsecretario de Energía y Minería, de la provincia, explicó que persiguiendo ese objetivo se formó un equipo profesional, “que trabajó en el reordenamiento del proyecto, en las definiciones estratégicas y en la búsqueda activa de inversores para poder terminarlo y empezar a producir”.
-¿Cuál es su objetivo especifico?
-Continuar trabajando en otros proyectos mineros de interés estratégico para la provincia y para atender la necesidad de recibir algunos activos que quedaran en posesión de la provincia, entre ellos la participación accionaria, se crea un nuevo vehículo societario. Así es como Impulsa Mendoza nació para promover un desarrollo sustentable e inclusivo de los recursos mineros de la provincia. Es decir, para el desarrollo del potencial minero de Mendoza dentro de las leyes vigentes y en armonía con el resto de las actividades económicas de la provincia y el medioambiente.
-¿Cómo se financia?
-La creación de Impulsa Mendoza y su funcionamiento se financia a partir de la gestión eficiente de los activos remanentes de PRC. Es decir, el Estado mendocino no dispondrá de dinero de su recaudación ni de sus ingresos para financiar su operación. En otras palabras, Impulsa se capitaliza con fondos de Potasio Rio Colorado, con un costo fiscal cero para la provincia.
-Sobre el desafío de proponer la transición energética ¿Qué rol puede jugar Mendoza?
-Mendoza puede tener un rol importante en la transición energética pensando en diferentes escalas. Tanto a nivel local como global posee un interesante potencial en recursos energéticos renovables como lo son la energía hidroeléctrica y solar, que pueden sumar en el esfuerzo por descarbonizar la matriz energética de Argentina. Pero aun mas importante que eso es su potencial como proveedor de cobre. Porque es uno de los minerales críticos e insustituibles en el proceso de transición energética, ya que es fundamental para electrificar la matriz de producción de energía y poder aprovechar al máximo las energías renovables.
Además el cobre puede ser explorado y explotado en el marco legal vigente en regiones como Malargüe, donde existe una clara vocación territorial para el desarrollo de la actividad. La provincia también es rica en uranio, que permite generar energía eléctrica sin emisión de gases de efecto invernadero, que hoy es la mayor preocupación.
-¿Qué balance podés realizar del viaje a Expomin 2023?
-En estas ferias podemos tomar contacto con potenciales inversores, además de escuchar y entender cuáles son las tendencias del mercado mundial. El balance es sumamente positivo, porque se pone a Mendoza en el mapa de los principales inversores del sector. La provincia es conocida en el sector minero por su potencial, pero también era conocida por su compleja legislación y consecuentes barreras para el desarrollo de la actividad.
En estas ferias, donde están los principales actores del sector a nivel mundial, mostramos que el escenario ha cambiado y que existen nichos muy interesantes para ser desarrollados en la provincia.
-¿Cuántos proyectos están en carpeta para la exploración de cobre en Malargüe, en el marco legal vigente?
-Luego de más de 15 años de actividad, comenzamos un trabajo en varios frentes. El primero es identificar aquellos proyectos que alguna vez tuvieron algún grado de estudio, reanalizar su potencial y estudiar su prefactibilidad ambiental y social para estar seguros de que pueden llevarse adelante dentro del marco legal vigente. Actualmente, existen más de 30 proyectos en esta condición. La mayoría están en manos de empresas privadas por lo que debemos coordinar con ellos estos trabajos.
Una vez concluida esta etapa haremos estudios ambientales y de infraestructura para acelerar los tiempos de aprobación y ejecución de las etapas de prospección y exploración. Necesitamos ganar tiempo ya que tenemos más de 15 años de atraso en Mendoza.
No significa que todos esos proyectos se vayan a transformar en minas, pero si es una excelente base para empezar a trabajar. Recordemos que la minería es un negocio de alto riesgo. Podemos decir que, de 100 prospecciones, tal vez 10 llegan a la fase de exploración y una se transforme en mina activa. Esta es la razón por la que necesitamos reanudar las exploraciones en Mendoza. Nuestro objetivo es al menos 10 proyectos de exploración para pensar en tener una mina activa en algunos años.
-¿Cuál es el proyecto más importante o que despierta mayor interés por parte de los inversores?
-Más que de un proyecto podemos hablar de una zona, considerando las propiedades mineras. Esto nos permite de alguna manera diversificar el riesgo al poder abordar varios sitios a la vez. Estas zonas se encuentran sobre las mismas formaciones geológicas que alimentan los grandes proyectos del centro de Chile, como El Teniente. Una gran ventaja que es que se encuentran a mucha menor altura que otros proyectos similares en el país.
-A la hora de buscar potenciales inversiones, ¿Cuáles son las barreras que ellos ven para trabajar en Mendoza?
-La mayor barrera es nuestro marco legal y la incertidumbre que genera en los inversores la falta de una política clara y manifiesta en la provincia para desarrollar la actividad. Con pasos concretos como el trabajo realizado en PRC, el arranque de la exploración de Hierro Indio y la aprobación de la DIA de Cerro Amarillo estamos demostrando que las cosas han cambiado en Mendoza. Pero aún nos queda mucho por delante y debemos redoblar los esfuerzos para lograr atraer inversiones mineras a la provincia. Este es el trabajo de Impulsa.
-¿Cuál es la estrategia para alentar el desarrollo de esas inversiones privadas?
-Demostrar con hechos y no con palabras que existe una firme decisión del Gobierno de Mendoza para desarrollar los proyectos y crear las herramientas necesarias para ayudar a los inversores a recorrer el camino.
-¿Cuánto es lo que se ha avanzado desde la participación de Mendoza en la feria en Canadá?
-Hoy la provincia vuelve a aparecer tímidamente en el mapa minero del mundo. Los avances son enormes si tenemos en cuenta de dónde venimos. Hemos dado los primeros pasos de un largo camino que abrirá nuevas perspectivas para diversificar la matriz económica de Mendoza.
-Impulsa Mendoza está facultada para la fundición de metales y materiales no ferrosos. ¿Es factible volver a pensar en el crecimiento de una industria pesada en la provincia?
-Mendoza ya cuenta con un sector metalmecánico muy desarrollado. Pensar en producir acero en la provincia depende mucho de los resultados de la exploración que estamos haciendo hoy en Hierro Indio. Objetivamente deberíamos encontrar reservas importantes para justificar las inversiones necesarias que requiere una acería. Todos esto lo veremos cuando concluyamos los trabajos de exploración.
Por otro lado existen muchas manifestaciones de hierro en la misma región que vamos a ir explorando una vez terminemos con Hierro Indio con el objetivo de hacer factible la mayor inversión posible.
-Por último, ¿Cómo se diseña el funcionamiento de una empresa como Impulsa Mendoza para cumplir con los requerimientos de sustentabilidad y ecología que demanda el futuro?
-Desde el minuto cero se trabaja con estos conceptos: hoy no se puede pensar en minería sin poner por delante la sustentabilidad, el cuidado del ambiente y el desarrollo social. De hecho, nos enfocamos en los minerales necesarios para sustentar la transición energética. Todos nuestros proyectos se conceptualizan buscando usar las mejores y más modernas prácticas, que minimizan el impacto ambiental y maximizan las externalidades positivas, sociales y económicas.