Un grupo de empleados de Garbarino y Compumundo reclaman por el pago de sus salarios completos, dado que hasta la fecha solo han recibido el 25% correspondiente al mes de abril, y no se les ha comunicado un plan o fechas en las que se les integrará la diferencia. En Mendoza hay cerca de 100 trabajadores en esta situación, pero el conflicto se repite en distintos puntos del país, con el agravante del cierre de algunas sucursales.
“En Mendoza estamos en la misma situación que a nivel país, tenemos 77 empleados dentro del convenio, personal que trabaja en Garbarino y que al que se le ha pagado el 25% del salario correspondiente al mes de marzo, y al personal dispensado no se le ha abonado nada”, explicó al respecto Fernando Ligorria, titular del Centro de Empleados de Comercio en la provincia (CEC).
De acuerdo con el representante gremial, la casa de electrodomésticos venía con pagos diferidos. “Los meses anteriores pagó el salario en partes, pero los empleados cobraban el 50% y a la semana se les completaba el salario”. “En la actualidad, no solo les han pagado un cuarto del total, sino que además han obligado a los trabajadores a firmar el acuerdo 223 bis (que permite aplicar suspensiones), sin el aval del gremio ni de la federación nacional”, agregó.
En este contexto es que el CEC solicitó una audiencia de conciliación obligatoria para el próximo miércoles e intimó a la parte empleadora a pagar el salario en 48 horas. Ligorria explicó que por tratarse de una empresa que tiene más de 40 empleados (77 en Garbarino y 20 en Compumundo), no se pueden firmar actas de suspensión sin el aval del gremio. “Lo mismo ocurrió en Compumundo, porque pertenece a los mismos dueños, y ahí tenemos a 20 empleados que están cobrando el 25% de sus salarios”, sumó.
La firma fue adquirida en junio de 2020 por el empresario Carlos Rosales, presidente de la aseguradora Grupo Prof. En el traspaso, el nuevo propietario se hizo cargo del pago de salarios atrasados, comprometió una inversión de $ 2.000 millones en un período de 18 a 24 meses, y heredó la nómina de los 4.325 empleados del grupo que tiene más de 200 puntos de venta y 32 centros de distribución logísticos.
Garbarino fue puesto en venta a principios de 2020, cuando los bancos acreedores decidieron buscar un nuevo dueño a la empresa que tenía una deuda calculada en $ 12.000 millones, entre los $ 5.000 millones del pasivo que contrajo con bancos y los $ 7.000 millones adeudados a proveedores.
Su propietario ofreció una entrevista a El Cronista, luego de la compra, en donde advirtió que pese a la situación crítica que vivió en términos financieros, desde que se cerró el trato, la facturación creció un 900% y se logró la reconstrucción del crédito. “Se encuentra (la empresa) en una posición más competitiva, dada la recomposición de las relaciones con los proveedores y la reducción de su deuda. En breve, pasaremos de un balance negativo a un patrimonio neto positivo”, había dicho a principios de año, y pese a que no han comunicado lo contrario, algunas señales ponen en alerta a los empleados.
Cierres en ciudades como Junín (Buenos Aires), Río Cuarto, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, y San juan, despertaron inquietudes entre los empleados, y desde el gremio confirmaron que “no han tenido noticias sobre posibles cierres (ni de Garbarino ni de Compumundo)”, pero que la audiencia también se hará para “conocer la situación de los locales”. A fines de marzo, también, se bajaron las persianas en la sucursal de la casa de electrodomésticos ubicada en San Rafael, y los empleados quedaron a la espera de una respuesta definitiva.
El CEC pide por los ex Falabella
En paralelo, el Centro de Empleados de Comercio, avanza con las gestiones para que los 119 asociados que se quedaron sin sus fuentes de trabajo con el cierre de Falabella sean tenidos en cuenta por las empresas que ocupen el espacio físico de la megatienda en el Mendoza Plaza Shopping.
“Se perdieron 119 fuentes de trabajo. Cuando sepamos verdaderamente qué empresas ocuparán el lugar físico de Falabella, y si tienen las mismas características que la anterior, buscaremos que se tenga en cuenta a los ex trabajadores”, señaló Fernando Ligorria.
De acuerdo con el titular del Centro de Empleados de Comercio de Mendoza, se trata de una posibilidad a la que las nuevas tiendas (se estima que más de un negocio se instalará en los tres pisos del Mendoza Plaza Shopping en donde se emplazaba la tienda chilena) podrán acceder de forma voluntaria, pero se están haciendo las gestiones correspondientes para ello.