En un escenario económico marcado por la alta inflación, el aumento de los insumos y de los servicios públicos, las empresas enfrentan serias dificultades para calcular sus costos fijos y por ende trasladarlos a sus productos o servicios. ¿Qué sucede? En muchos casos los empresarios aseguran que tienen que rever semanalmente los números. Por lo que, ya están pidiendo algún tipo de certidumbre al gobierno nacional para poder armar sus presupuestos.
Las paritarias y los servicios son probablemente una de las dudas más grandes que estiman los empresarios. El gobierno ya empezó con el esquema de audiencias públicas para quitar los subsidios pero poco se sabe del nuevo esquema. Por ejemplo, uno de los principales desafíos se presenta con la próxima llegada de las boletas del servicio de gas natural, las cuales exhibirán un notable incremento atribuible principalmente a la eliminación de subsidios y al pedido de recomposición de tarifa por parte de la prestatarias. Si bien se anunció desde el ejecutivo nacional que, a partir de abril, se implementará un nuevo sistema de subsidios que subsidiará un porcentaje del consumo, basándose en el cálculo de una canasta básica energética y los ingresos de cada grupo conviviente, lo cierto es para los industriales eso genera duda.
En Mendoza específicamente, la problemática recae en los sectores que tienen que calcular hoy los precios y pagar por la materia prima que luego industrializarán durante todo el año. En ese marco se engloba a la industria vitivinícola y frutihortícola. “Si no sabemos cuales serán nuestros costos fijos, cómo calculamos cuánto hay que pagarle al productor”, estiman en off the record. Por lo tanto, la mayoría de los productos se están transando a la baja, es decir, los productores son “el hilo más fino”.
La industria vitivinícola enfrenta actualmente un panorama complejo en lo que respecta a la estimación de costos fijos, según las declaraciones de Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este.
“Está todo parado. No sabemos cuales son los costos, no sabemos cual es el precio del tacho, tampoco cuales serán los costos de elaborar. Las tarifas son un misterio”, expresó Sosa, señalando la complejidad de la situación.
En San Juan se habla de 30 centavos de dólar el kilo de uva “común”, pero por ahora son rumores.
La indefinición en aspectos claves como la falta de pronóstico de cosecha, la incertidumbre sobre si habrá financiación para levantar la cosecha complica aún más la elaboración de presupuestos y la previsión de costos para los productores y bodegueros. Cabe recordar que para esta época del año, en la mayoría de los casos, muchas de estos temas ya estaban resueltos o al menos con un panorama mucho más certero.
La situación climática, con fuertes lluvias, añade un elemento adicional de incertidumbre, afectando la producción y generando preocupaciones entre los productores.
Industriales preocupados
Matías Díaz Telli, presidente de la Unión Industrial de Mendoza, expresó la preocupación del sector empresarial ante esta incertidumbre: “Si bien recién están empezando, el gobierno tiene que empezar a dar algún tipo de señal de previsibilidad que todavía no ha dado”. Díaz Telli destacó la necesidad de contar con un marco predecible para realizar análisis de costos de manera eficiente, señalando la carga extra que implica la situación actual: “En las empresas no es que vos digas, mira, voy a hacer un presupuesto por el mes. Todas las semanas tengo que hacer un análisis de costos para no fundirme”.
El dirigente industrial subrayó la importancia de la estabilidad para la planificación empresarial y expresó su preocupación por la falta de previsibilidad: “Si el gobierno se termina de ordenar va a haber luz al final del camino. Yo creo que sí, que hay luz al final del camino”. Sin embargo, resaltó la necesidad de afrontar la realidad de los aumentos y la inflación desmedida, anticipando que “hay que hacer ajustes en las paritarias y por lo que se ve, por ahora va a seguir alta la inflación”.
Julio Totero, industrial metalúrgico y miembro del directorio de IMPSA estimó un primer trimestre difícil: “Obviamente los costos fijos te impactan porque han subido notoriamente, o sea los costos de combustible, está subiendo el costo de energía, creo que todo está generando problemas”. Totero subrayó que la verdadera complicación radica en la falta de trabajo y oportunidades de negocio, elementos cruciales: “Lo que más te complica, y obviamente te complican los costos después porque se transforman en más incidentes, es la falta de trabajo, la falta de inversiones, la falta de negocios, por ahí es donde crecen los costos, tenés menos negocios, es un combo difícil para poder soportar por parte de las empresas”.
El industrial explicó la incertidumbre que se cierne sobre el escenario empresarial, señalando la necesidad de claridad en aspectos cruciales como el Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), la ley omnibus y las posibles reformas: “Necesitamos que haya una definición clara después de que se resuelva el DNU, la ley ómnibus, es decir, saber qué va a quedar ahí está en la gran incertidumbre”.
Totero expresó su preocupación acerca de la inestabilidad del mercado y la falta de certezas sobre el futuro próximo, haciendo hincapié en la importancia de resolver asuntos clave que afectan la toma de decisiones empresariales: “Creo que las inversiones en el mayor de los casos es por la falta de certeza, no haber certeza de qué va a pasar en un futuro inmediato”. Asimismo, hizo referencia a la volatilidad del dólar, señalando que “hoy ya empiezan a haber ruidos, que empiezan a pilar la brecha entre los oficiales y los disparaderos, y eso va a generar incertidumbre, es esa gran incertidumbre la que afecta obviamente el ambiente de negocio”.
Al abordar el impacto directo en sus operaciones como empresario, Totero reveló que, debido a la situación actual, su empresa tuvo que tomar medidas inusuales: “en lo particular, nosotros hemos dado vacaciones a principios de diciembre, cosa que no hacíamos en mis 30 años de empresa, nunca di vacaciones, nunca cerré la empresa en el verano”. A pesar de la retracción, expresó su optimismo sobre la posible recuperación en el futuro: “Yo creo que se va a recuperar en la medida que se generen certezas para saber en qué lugar se va a parar el país, en qué lugar se va a parar la política monetaria, en qué lugar se va a parar la política crediticia, si la inflación va a ceder como parece que va a pasar”.