Los CEO’s de compañías líderes, que se desempeñan en distintos sectores de la economía, participaron de un taller organizado por LIDE Argentina (Grupo de Líderes Empresariales), en el que analizaron las principales variables económicas y financieras del país para el año próximo. Así, estimaron que, en 2023, la inflación anual será del 69,64%, el tipo de cambio oficial se ubicará en los $182,57, que la tasa de crecimiento será del 1,9% y el incremento salarial del 67,57%.
El Indicador Budget Time LIDE Argentina (IBT) es el resultado de una medición anual realizada a un grupo de líderes empresariales sobre cuatro valores relevantes -inflación, dólar, crecimiento y salarios- que incorporan como variables a la hora de confeccionar los presupuestos anuales de sus empresas para el año próximo.
Guiados por expertos en materia económica, financiera, política y legal, importantes líderes empresariales del país trabajaron sobre estas consignas para abordar juntos a una serie de conclusiones sobre las expectativas para el 2023.
“Este taller de LIDE Argentina tiene como objetivo que importantes líderes empresariales expongan, analicen y escuchen opiniones sobre cuatro variables económicas y financieras gravitantes a la hora de armar sus presupuestos: tipo de cambio oficial, tasa de inflación, crecimiento del PBI, e incremento salarial, en todos los casos previstos para 2023. Como resultado de este trabajo se elabora el Indicador Budget Time (IBT), una herramienta que refleja las expectativas del sector privado para el 2023″, explicó Rodolfo de Felipe, presidente de la organización.
Los empresarios dejaron ver en sus pronósticos que la falta de confianza y la incertidumbre respecto al rumbo económico del país son dos de los principales factores que condicionan las proyecciones para el año próximo, sumado a una inflación que, estiman, llegará al 70%. En sintonía con este dato, esperan que el crecimiento salarial promedie el 67%.
Para el tipo de cambio oficial tampoco esperan que se revierta la tendencia actual y consideran que se ubicará por encima de los $180, con un crecimiento económico anual para la Argentina de casi dos puntos.
Por otra parte, durante el encuentro tres especialistas aportaron su mirada de la realidad argentina. Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres & Asociados, planteó que la actividad económica hoy muestra señales de desaceleración y que estiman una contracción del 1% para el segundo trimestre. Pero advirtió que el fenómeno no será homogéneo y que los bienes durables crecen considerablemente como refugio de valor.
En cuanto a la inflación, señaló que no hay grandes aumentos programados en la segunda mitad del año, a excepción de ajustes en paritarias. “Pero la política fiscal no muestra signos de moderación y las exigencias financieras para la deuda en pesos van en ascenso. La política monetaria se ve agotada”, concluyó.
Fernando Garabato, socio de Finanzas Corporativas BDO Argentina, indicó que los números no dan señales de buenas noticias, pero tampoco advierten que una potencial crisis pueda afectar la solvencia ni la liquidez de las empresas. “Es probable que observemos un crecimiento de la puja por aumentos de salarios y precios, discusiones alrededor de las tarifas y un languidecer hasta que se resuelvan temas de gestión y de credibilidad”, detalló.
Asimismo, analizó que lo planes de acción prevalecen sobre las proyecciones y que se asume la cobertura del déficit mediante emisión. “El nivel de reservas crítico puede ser determinante de ajustes no deseados”, lanzó.
En tanto Álvaro José Galli, socio de Derecho Laboral y Seguridad Social de Beccar Varela, explicó que muchas empresas del exterior, en lugar de instalarse en Argentina, toman gente en el país para que preste servicios, pero con contratos de consultoría. “Una gran cantidad de autónomos está abandonando el empleo formal para celebrar contratos con empresas extranjeras que les pagan en dólares, a las que no les retienen ningún impuesto ni pagan cargas sociales. Por eso hoy gran parte de la consultas se refieren a los pagos en dólares que utilizan actualmente las empresas para retener talentos”, comentó.