En 2022, los países integrantes del Mercosur exportaron, en conjunto, unos 3,4 millones de toneladas de carne vacuna, una cifra que se ubica un 16,4% por encima del 2021 y un 69% por encima de los envíos de hace 5 años. Un informe de la Fundación Mediterránea muestra que, el año pasado, las exportaciones de carne bovina del bloque fueron récord.
En 3 de los 4 países del bloque -Brasil, Argentina y Paraguay- las exportaciones alcanzaron nuevos techos, mientras que los envíos de Uruguay se ubican también en niveles muy altos, pero levemente por detrás de los valores de 2021. En el 2022, las exportaciones de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay se aproximan a 2 millones, 630 mil, 396 y 334 mil toneladas de producto, respectivamente.
Sin embargo, la participación de Argentina en las exportaciones del bloque fue del 18,8%, un porcentaje que se ubica por debajo de los últimos 3 años. El país logró su mayor protagonismo en el 2009, con el 22,5% de los envíos totales, pero debe recordarse que en ese año la liquidación de vientres fue muy fuerte, lo que hizo que el proceso no fuese sostenible en el tiempo y que al año siguiente (2010), con la falta consecuente de animales, las exportaciones sufrieran una fuerte caída y la participación del país bajase al 10,5%.
Otra participación alta fue la del 2005 (22,4%), que tampoco pudo sostenerse. Pero, en esa ocasión no fue por una insuficiente producción de carne, sino por el inicio de un período de fuertes intervenciones al mercado de exportación.
Tomando como referencia los últimos 20 años, Paraguay y Brasil lideran, con un crecimiento promedio anual en los envíos del 9,2% y 8% respectivamente; Argentina se encuentra tercera con un crecimiento del 7,2% ia; y en el cuarto lugar aparece Uruguay, con 4,7%. Si se consideran los últimos 3 años, Paraguay y Brasil ocupan la primera y segunda posición (10,5% ia., 8,3%), y luego vienen Uruguay y Argentina (6% y 3,4%).
El desempeño exportador de los países puede analizarse y compararse tomando como referencia las distintas gestiones de gobierno de Argentina (cuatro mandatos presidenciales cumplidos, más un quinto que entra en su cuarto año en el 2023). Se observan cuestiones interesantes:
- un período en el que Argentina se distinguió claramente para bien del resto de la región, 2015-2019, con exportaciones creciendo al 44% anual (contra un bloque creciendo al 8%);
- un período donde se distinguió por lo contrario, 2007-2011, con envíos cayendo al 18% anual (más del doble que los envíos del bloque, que se contrajeron al 8% anual);
- un período “desperdiciado”, entre los años 2011-2015, con envíos estancados, fenómeno que no se observa en los demás países del bloque (que crecen en promedio al 7% anual);
- un período reciente, 2019-2022, en el que las exportaciones siguen creciendo, pero a un ritmo muy inferior al que mostraran en el subperíodo previo (del 44% anual bajan al 3%), y también por debajo del desempeño de los países vecinos (8% en promedio).
En cuanto a los mercados, China es el principal destino externo de la carne bovina que produce el Mercosur, y también lo es en forma individual para la producción de Brasil, Argentina y Uruguay, no así de Paraguay. A nivel del bloque, el 55% de los volúmenes exportados (peso embarque) se destinaron a China en promedio en el período 2019-2021. La relevancia del gigante es mayor para Argentina: en los últimos tres años se aproxima al 75%, le sigue Uruguay con el 66% y Brasil con el 55%. Paraguay no exporta carne a China.
En los últimos cinco años (2017/2022), las importaciones chinas se expandieron en 2,0 millones de toneladas, de las cuales 1,47 millones provinieron del Mercosur. En ese mismo período, las exportaciones totales del bloque crecieron en 1,37 millones, es decir, puede decirse sin exagerar que todo el aumento de exportaciones del Mercosur de estos últimos años (100%) se explica por las mayores compras de China.
El consumo interno de carne bovina en China viene creciendo a muy buen ritmo, y como la producción local no puede seguirlo, el gigante debe acudir a cada vez mayores importaciones. Este consumo se ubica actualmente en 7,2 kilos por habitante año, habiendo crecido casi un 60% en los últimos 10 años. Para los productores y exportadores de carne bovina es clave que el gigante siga expandiendo su consumo, aunque luce difícil que pueda sostener el crecimiento mostrado en el pasado reciente.
Actualmente, se consume en China un volumen muy relevante de proteínas animales (incluyendo el pescado), siendo este un factor que tenderá inexorablemente a desacelerar la expansión del mercado de las carnes; ahora bien, la carne bovina tiene, a diferencia de la carne de cerdo o el pescado (las dos proteínas animales dominantes, de muy elevado ya nivel de consumo), una oportunidad interesante, la de desplazar a otras carnes, ganar kilos a costa de otras, a medida que el ingreso medio del país se siga expandiendo y los consumidores, como debería esperarse, se inclinen por una canasta más diversificada, como se observa en otros países.
Para tener referencia, dos países desarrollados de la región y vecinos, Japón y Corea del Sur, consumen 10 y 17,2 kilos en promedio por habitante año de carne bovina, respectivamente, es decir, un 39% y 139% más de carne bovina que lo que consume actualmente el gigante.