Desde marzo hasta la fecha, se registraron 126 bajas y 93 altas de comercios en Capital. El dato no refleja la totalidad de negocios que cerraron sus persianas, pero demuestra una situación inversa a la que se venía sosteniendo. Es que a pesar de la crisis, las habilitaciones mensuales superaban a los cierres en los meses previos a la pandemia.
En marzo se notó cierta normalidad (el municipio contó 47 aperturas contra 22 bajas). Luego, la pandemia y el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado para mitigar sus efectos, tuvieron un impacto irreversible para muchos comerciantes, lo que derivó en 104 bajas en abril, mayo y junio y apenas 46 aperturas.
No obstante, Adrián Alín, titular de la Cámara Empresaria, Comercio, Industria, Turismo y Servicios de la Ciudad de Mendoza (Cecitys), señaló que no siempre los comerciantes solicitan la baja cuando bajan las persianas de forma definitiva. Algunos simplemente se retiran, dejan el trámite inconcluso o buscan otra ubicación dentro de la Ciudad, conservando la patente, pero con un menor costo.
“Nosotros contamos 250 locales cerrados en el microcentro. Veníamos de una crisis sostenida durante los últimos tres años, pero este fue el golpe final para muchos comerciantes”, señaló Alín.
En este escenario, esperan que una flexibilización del comercio pueda colaborar para que se recuperen las ventas y se eviten nuevos cierres. “No se trata de oponerse a la cuarentena, sino de habilitar ciertas excepciones, como el acompañamiento a personas mayores, o que quien tenga permiso para circular también pueda efectuar compras”, consideró el titular de la Cecitys. Alín, anticipó que elevarán un pedido a las autoridades para tratar esas situaciones.
En cuanto a las aperturas durante la pandemia, el empresario consideró que algunas responden a “cambios de rubros” de comerciantes que, para no perder el alquiler, tramitaron una autorización diferente a la que tenían antes del 20 de marzo. “Algunos asociados a la cámara cambiaron de actividad para poder sobrevivir, al igual que unos chicos que pensaban irse del país y con el cierre de las fronteras decidieron invertir el dinero una perfumería”, ejemplificó.
Altas y bajas por rubro
Entre las altas de abril se encuentra un supermercado (uno de los pocos rubros que registró resultados positivos en cuanto a ventas desde el inicio de la cuarentena), y un local dedicado a las ventas de bebidas.
En mayo se completaron las habilitaciones de comercios dedicados a la venta de bebidas y alimentos, como un almacén/dietética, un kiosco, una heladería, dos rotiserías, una verdulería, fiambrerías y carnicerías. Además, abrieron sus puertas una óptica y un almacén de calzados.
Para junio se notó una mayor diversificación, así como un aumento del número de altas. Se sumaron locales de venta de productos de limpieza, venta de alimentos y artículos para mascotas, un centro médico oftalmológico, ventas de repuestos, ferreterías, relojerías (taller y venta de oro), una librería y fotocopiadora, un centro médico y hasta un gimnasio.
Ahora bien, entre las bajas de abril, mes en que se encuentra el mayor número de cierres, se cuenta un local dedicado a la venta de piercings y tatuajes, una cochera, una guardería, una confitería, un hospedaje y locales de indumentaria, entre otros.
En mayo se sumaron agencias de viajes, un gimnasio, un local de venta de materiales de la construcción, agencias de viajes, quioscos, una juguetería y minimercados. De igual manera, en junio se contaron también cierres de peluquerías, locales de indumentaria, gimnasios, más agencias de viajes, una inmobiliaria, y un local de ventas de celulares y accesorios.
Quioscos y mercaditos
Gustavo Suárez de la Cámara de Kiosqueros Unidos de Mendoza (CKUM), estimó que un 30% de los quioscos de la provincia ha cerrado definitivamente durante la pandemia, y un 20% de forma parcial, porque estaban alrededor de universidades, colegios u organismos públicos y vivían de ese movimiento. “A esos negocios hoy les resulta más caro mantenerse abiertos y seguir atendiendo, que asumir los costos con las persianas bajas”, advirtió.
“La situación está durísima. Se están pidiendo bajas diarias de todo tipo de negocios y en el grupo de compraventa que tenemos, de un total de 1.500 locales, todos los días vemos dos o tres negocios que se ofrecen como fondos de comercio”.
El comerciante señaló además que hoy se está consumiendo apenas el 30% de lo que consumía al principio de la pandemia, y aunque se los autorizó a seguir trabajando, los ingresos que obtienen los negocios no son suficientes.
Agencias de Viajes
Los comercios de turismo están entre los que más tardarán en recuperarse, porque dependen de la apertura de las fronteras, y no solo de las de Argentina. Sin embargo, Pablo García, titular de la Asociación Mendocina de Agencias de Viajes y Turismo (Amavyt), señaló que todavía no tienen conocimiento de que se haya cerrado alguna agencia. Es que, aunque el municipio cuenta con 7 bajas de este tipo de negocios desde marzo hasta la fecha, el Gobierno Nacional les extendió una habilitación para trabajar desde sus hogares a todos los agentes de viajes hasta el 31 de diciembre.
“Se permitió que quienes no quisieran seguir pagando el alquiler, pudieran mantener el legajo, y declarar su domicilio particular ante el ministerio para ‘mover’ la agencia”, explicó García.
Sin embargo, hasta el momento saben que solo el 20% de los argentinos compraría un pasaje a pesar de la incertidumbre mundial que alcanza al rubro. “No dependemos solo de la zona (libre o no de Covid 19). Para volver a funcionar tienen que abrir los aeropuertos. De todas maneras, las aerolíneas habilitaron condiciones flexibles que están ayudando”, agregó.
El titular de Amavyt señaló que por ahora se están vendiendo paquetes cerrados, promociones que van desde el 1 de septiembre en adelante, y que tienen poca salida, pero “con eso, el sector del turismo se está defendiendo”.
En cuanto a los precios, García destacó que se puede pensar en paquetes de $ 39.000 (de Mendoza a San Andrés), de $ 44.000 (Cancún), o $ 65.000 (Punta Cana). “Son promociones muy convenientes si se comparan con los precios pre pandemia”, destacó.