Las exportaciones argentinas cerraron el 2023 con saldo negativo, la región Cuyo no estuvo exenta de esa variable y específicamente Mendoza también terminó en rojo en lo que hace a comercio exterior.
De acuerdo a la información oficial, las exportaciones mendocinas durante el año pasado totalizaron 1.312 millones de dólares. Esta cifra representó una disminución del 18,1% en comparación con las ventas al extranjero del 2022.
Gran parte de la merma en el saldo exportador de Mendoza se explica por la caída en los despachos del “complejo uva” en el cual el vino es el producto principal por excelencia. El ajo también ingresó en la misma variable.
En la vereda de enfrente se ubicó la industria olivícola. En este rubro, las ventas a otros países aumentaron casi el 150%.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) difundió el estudio sobre las exportaciones de cada región del país.
Como punto de partida hay que decir que en 2023 Argentina exportó 66.789 millones de dólares, lo que implicó una caída del 24,5% respecto al 2022.
De las cinco regiones en que está dividido el país, solo una tuvo un resultado positivo al final del año pasado en lo que hace a comercio exterior, fue la Patagonia que incrementó sus exportaciones un 1,2% (8.677 millones de dólares). El resto de las zonas, entre las que se encuentra Cuyo, cerraron el 2023 a la baja.
La región Pampeana exportó 48.427 millones de dólares, el 72,5% del total país. Pero igualmente esa cifra implicó una disminución del 29,3%.
La zona Noreste (NEA) cayó un 27,4% (921 millones de dólares), la región Noroeste (NOA) tuvo una merma del 15,6% (4.293 millones de dólares) y en el caso de la región que une a Mendoza, San Juan y San Luis, las ventas en 2023 fueron por 3.081 millones de dólares, lo que implicó una caída del 15,5% en comparación a 2022.
Mendoza con peso específico en la región
En 2023, la provincia de Mendoza registró ventas al exterior por 1.312 millones de dólares, es decir, el 42,6% de las exportaciones de la región. El peor dato de los últimos cuatro años.
Al comparar la información con el 2022 (1.601 millones de dólares), lo exportado el año pasado marcó una caída interanual de 18,1%. Y si la comparativa en con 2021 la merma fue del 18,66%. Pero incluso, la disminución en el saldo exportador también fue menor al 2020, año en que se desató la pandemia y hubo cuarentena. Si se compara el 2023 contra lo ocurrido cuatro años atrás, la baja es del 2,8%.
Los principales productos fueron vino, que representaron el 48,4% del total exportado por la provincia; preparados de hortalizas, legumbres y frutas, con una participación de 13,9% y un descenso de 8,1%; hortalizas y legumbres sin elaborar –principalmente ajo–, que alcanzaron 6,8% de los despachos de la provincia al exterior, pero se redujeron 14,4%.
Siguió en importancia grasas y aceites que alcanzaron una participación de 4,7%, fundamentalmente por el importante crecimiento del 147,6% registrado en los despachos de aceite de oliva, desplazando a materias plásticas y sus manufacturas, que sufrió una baja de 54,4%, y concentró el 4,0% de las exportaciones mendocinas.
Entre los destinos de las ventas al exterior se destacaron particularmente Mercosur, Estados Unidos, Canadá y México, la Unión Europea y países de América Latina a esos destinos partieron el 80,4% de los despachos provinciales. Después aparece China, países del Sudeste Asiático y Medio Oriente.
El oliva hizo historia
El aumento del 147% en los despachos al exterior de aceite de oliva marcó un record “histórico” dentro de la industria en Mendoza.
Gran parte del crecimiento de las exportaciones olivícolas se explican por los problemas climáticos, con sequía y temperaturas extremadamente elevadas, que sufrió España, el principal productor en el mundo de aceite de oliva.
Esta situación tuvo un impacto directo a nivel mundial, elevó el precio a las nubes y le dio una posibilidad casi impensada a Mendoza para profundizar su participación en el mercado internacional.
“España tuvo su producción por abajo del 20% del promedio histórico, o sea que prácticamente se perdió la mitad del stock de las aceite de oliva en el mundo y eso ha llevado los precios a cuadruplicarlos, pasó del US$ 3.000 a US$ 10.000 la tonelada”, comenzó explicando Alfredo Cecchi, productor y exportador olivícola.
“Con el aumento desmedido del precio, en Argentina “la gente ha encontrado reemplazos mucho más económico” y entonces “todo el aceite disponible de oliva el año pasado, que Argentina tuvo muy buena temporada, se exportó”, indicó Cecchi. “Este es el motivo central de esta suba histórica” agregó.
Dentro de un panorama que tienda a normalizarse, con España volviendo a jugar fuerte nuevamente, el exportador no cree que la penetración mendocina en el mercado internacional se mantenga al mismo nivel, sin embargo la temporada excepcional fue “una muy buena inyección para los productores primarios”
En la visión de Cecchi, “los productores venían muy castigados con el tema del precio del aceite de oliva, y esto ha sido una inyección muy fuerte para muchos, han podido reconvertir el sistema de riego y han hecho inversiones importantes con respecto a la producción primaria del campo, así que yo pienso que la desgracia de otro ha pasado a ser para nosotros una muy buena noticia”.
Un 2024 con mayor estabilidad y previsibilidad
Alberto Marengo, subsecretario de Industria y Comercio de Mendoza consideró que la caída en las exportaciones mendocinas en 2023 se explica, desde lo numérico, principalmente por la baja en los despachos de vino al exterior.
En tanto que la falta de un tipo de cambio competitivo más los problemas con la importación de insumos para la producción, fueron dos grandes causales de la merma.
“La industria también estuvo muy golpeada y afectada principalmente por los problemas en el acceso a las importaciones, en un montón de insumos que son necesarios para la producción”, afirmó.
Para el 2024, Marengo está convencido que las condiciones son considerablemente más favorables.
“La producción de uvas ha sido mucho mejor que el desastre que fue el año pasado, la producción de ajo fue muy buena, tuvimos una buena producción también en ciruelas, en duraznos fue regular o normal, pero bueno, tenemos que esperar a ver cómo cierra el ciclo productivo”, indicó.
“Sí le podemos sumar que tenemos un tipo de cambio mucho más competitivo, es prácticamente un 100% más de lo que tenían los exportadores del año pasado. Esto le da un margen de competitividad para el acceso a los mercados, que no se tenían”, añadió el subsecretario de Industria y Comercio.
Además, Marengo sostuvo que “desde el punto de vista económico, hay una estabilidad y una seguridad jurídica un poco mayor para el sector privado” y en especial “previsibilidad” para los importadores o proveedores de insumos