El escenario de las energías limpias está cambiando en el país con la ampliación, cada vez más marcada, de generación de energía solar, y en la misma sintonía, el interés de empresas, comercios y particulares por la colocación paneles fotovoltaicos.
La quita de subsidios a la tarifa eléctrica que multiplicó los valores en la boleta de la luz y en paralelo la notoria reducción en los costos del equipamiento, generó un bum de consultas y también de instalaciones de paneles solares.
Esta situación también está acompañada en la aparición de líneas crediticias con tasas de interés accesibles y un plazo de devolución de 6 años.
Desde el sector aseguran que a septiembre de este año, en comparación a lo que ocurrió en todo el 2023, las consultas se duplicaron o hasta triplicaron y casi en la misma proporción la concreción de los proyectos. Los principales interesados son empresas de todo tipo y en menor medida de particulares que buscan reconvertir energéticamente el hogar.
El beneficio puede ser doble, por un lado el ahorro en el consumo de electricidad proveniente de la red, que puede oscilar entre un 50% y 85% según la capacidad instalada y el tipo de equipamiento; en segundo lugar, la posibilidad de inyectar energía al sistema y tener un crédito a favor en la boleta. La compensación, o el pago de la distribuidora hacia el usuario, es sobre el valor neto del kilowatts.
Al Ente Provincial Regulador Eléctrico (Epre) ingresan entre tres y cinco expedientes semanalmente de usuarios que quieren ingresar al mundo de la generación distribuida o como se los conoce también: usuarios generadores.
Desde el sector sostienen que el momento es ideal para ir a hacia la reconversión energética por medio de paneles solares.
Hasta no hace mucho tiempo atrás, los que instalaban paneles solares no reparaban tanto en el costo sino el foco estaba puesto en el ambiente o adecuarse a normas de calidad para ingresar a mercados internacionales con un sello de sustentabilidad.
El cambio en la realidad económica argentina, con la suba de tarifas por la quita de subsidios que lleva adelante el gobierno nacional más la baja en un 50%, o más, en el valor de los paneles fotovoltaicos, llevó a que una inversión que antes se recuperaba entre ocho o nueve años ahora esa amortización se produce en la mitad de tiempo.
“La realidad es que en materia energética, el valor de la energía hoy está tomando los valores reales, los que siempre tuvo que tener para que las prestadores de servicio entreguen un buen servicio. Al tener el valor real quitándose los subsidios, hizo que particulares como en el sector comercial e industrial se ven afectados y hoy está la necesidad reducir el costo energético” dijo Natán Araya, presidente del clúster de Energías Renovables.
Araya, que también es titular de la empresa Manager Electric aseguró que para hacer frente a la necesidad de reducir el consumo eléctrico “una de las soluciones más prácticas que hay hoy en día vigente y que está funcionando muy bien es la implementación de la energía fotovoltaica, colocar paneles solares”.
“Hay dos cosas hoy que están en el mercado, la necesidad imperiosa de bajar el consumo por la suba de la tarifa de luz y por otro lado tenemos la ventaja de tener créditos blandos. Hoy en el mercado todos los bancos están peleándose por la mejor tasa de interés. Entonces se da la matemática perfecta, pago la cuota del préstamo con el ahorro energético que voy a tener por colocar paneles”, afirmó.
Cuantos usuarios generadores hay
De acuerdo a la información de la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader) la meta para la generación distribuida para el 2030 es llegar a 1 gigawatt (GW) de potencia instalada en el país, según lo establecido en la Ley 27.424, que fomenta la producción de energía renovable y su integración a la red pública eléctrica. Esto precisaría un incremento del 150% anual en la producción para alcanzar el objetivo.
Según los datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en lo que va de 2024, en Argentina se concretaron 300 instalaciones de paneles fotovoltaicos para usuarios generadores y hasta julio se generaron 11.742 kilowatts (kW).
En Mendoza, de acuerdo a la información suministrada por el Ente Provincial Regulador Eléctrico, desde marzo de 2015 hasta julio de 2024 existen en Mendoza 706 usuarios generadores de los cuales 456 son instalaciones hogareñas (usuarios residenciales) y 250 son usuarios comerciales e industriales.
Entre todos las instalaciones hay una potencia total fotovoltaica solicitada en el periodo 2016 a 2024 de 14.677 MW de los cuales 2.417 MW corresponden a usuarios residenciales y 12.260 MW corresponden a usuarios comerciales e industriales.
Los datos suministrados por el organismo regulador de la energía en la provincia toma en cuenta los trámites iniciados a través de la solicitud de estudio técnico, los que se encuentran en trámite dentro de cada municipio, así como los contratos de conexión ya firmados entre usuarios generadores y las empresas distribuidoras.
Al analizar las instalaciones fotovoltaicas por departamento, se observa que existe al menos una instalación en los dieciocho departamentos de la provincia.
Luján de Cuyo lidera el ranking con 163 usuarios generadores, le sigue Maipú con 106 y San Rafael se ubica en tercer lugar con 82 instalaciones fotovoltaicas. El listado prosigue con Guaymallén 61, Capital 55, Godoy Cruz 50, Las Heras 37, Tunuyán 32, San Martín 29, San Carlos 23, Rivadavia 15, Lavalle 12, General Alvear 11 lo mismo que Junín, Tupungato 10, Santa Rosa 6, La Paz 2 y cierra Malargüe con 1.
En un análisis similar pero considerando como variable la potencia solicitada en generación distribuida, se observa que a Junio de 2024 los departamentos de Maipú, Lujan de Cuyo, Tunuyán, Capital, Godoy Cruz, San Rafael, Guaymallén, Las Heras, San Martin, Rivadavia y General Alvear, concentran el 91.7 % de la potencia instalada de la provincia.
“Hay que pensar que cuando empezó esto se instalaron 6 equipos mientras que en el 2023 se instalaron 145 equipos. Cada vez hay más usuarios de tipo industrial y comercial que se están instalando, cuando al principio era mucho más residencial”, comentó Raúl Faura, gerente técnico de Regulación del Epre que tiene a su cargo el área de energías renovables e innovación tecnológica.
Actualmente “estamos teniendo muchísimas consultas y hay muchos expedientes, están entrando en tres a cinco expedientes por semana y ese incremento en cuanto a la solicitud de usuarios que quieren generar energía la mayoría son empresas cuando antes eran residenciales”, comentó Faura.
“Están apareciendo muchas consultas de bodegas, empresas grandes, también consultas de productores, en particular por las tarifas del riego agrícola y hay varios regantes que ya tienen instalado los equipos con paneles solares”, agregó el gerente del área Técnica del Epre.
La realidad que plantean desde el ente regulador eléctrico es tal cual porque así lo viven en las empresas.
“Por toda la situación que se está viviendo hoy es que se ve incrementado la implementación de lo que es el este tema fotovoltaico tanto en el comercio como en la industria y en las casas particulares. Lo vemos constantemente y hemos visto incrementado la cantidad de consulta y de proyectos en un 300% con respecto al año pasado, en esta misma fecha”, afirmó Natan Araya.
“Muchos proyectos que en algún momento se cotizaron, hace 8 años atrás, ahora llaman y piden que les hagamos el presupuesto nuevamente. Es un cambio rotundo porque también está el tema del financiamiento. Hhoy hay créditos blandos que se pueden devolver hasta en 72 meses”, indicó.
Miguel Rebolloso y Martín Carrasco son los titulares de KW Solar que tiene base en San Rafael y opera en todo el sur mendocino.
“Se dispararon muchísimo las consultas, antes nosotros vendíamos arena en el desierto, era muy difícil vender salvo que alguien quisiera bajar la huella de carbono, o alguien que le gustara mucho la tecnología, sino no tenía sentido las tarifas estaba regaladas y vos amortizabas un equipo en 10 o hasta 15 años dependiendo del tamaño del equipo. Hoy estás amortizando en cuatro o cinco años”, dijo Martín Carrasco.
En el caso de los instaladores sureños, el nivel de consultas está repartido por partes iguales “de empresas que son equipos muchos más grandes, como también de particulares. Es que los particulares también se dieron cuenta de que la electricidad se paga, algo que no pasaba antes en Argentina, más allá de lo que nos guste o no el tema de las tarifas”, indicó Santiago Carrasco.