Después de un junio en el que las exportaciones de vino volvieron a caer en la comparación interanual, en julio registraron un incremento que rozó el 42%. Desde el sector explican que esta importante variación responde a que en el sexto mes del año se dificultó el envío de mercadería al exterior, por el cierre del paso internacional. También que, como la base de comparación es 2023, un año de descenso, cualquier operación de una bodega grande puede generar subas significativas.
El anticipo de comercialización de vinos y mostos del Instituto Nacional de Vitivinicultura revela que, en julio, con respecto al mismo mes del año pasado, las ventas al exterior crecieron un 41,8%. En cuanto al color, los tintos aumentaron un 42,5% y los blancos, un 27,2%. Los fraccionados tuvieron una evolución positiva del 31,3% y los graneles, del 87%.
Ramiro Barrios, gerente de Clos de los Siete y del área de comercio exterior de Bodegas de Argentina, explicó que esta recuperación se debe a que gran parte de las exportaciones de julio corresponden a operaciones que no se pudieron realizar en junio, por las nevadas en cordillera y el cierre del paso Cristo Redentor durante más de dos semanas. En este sentido, consideró que, para que el análisis sea más certero, se deberían tomar los dos meses juntos o analizar el acumulado de los primeros siete meses del año.
De hecho, el informe del INV revela que, entre enero y julio, Argentina exportó 116,3 millones de litros de vino, 4,3 millones de litros más con respecto al mismo período del año 2023 (+3,8%). De ese total, 88,7 millones (76,3%) corresponden a fraccionados (+1,9%) y 27,5 millones (23,7%), a granel (10,7%).
El precio promedio del vino total en el acumulado enero-julio fue de 3,45 dólares/litro (-1,4%): el fraccionado llegó a 4,20 dólares/litro (-0,1%) y el granel a 1,01 dólares/litro (-0,2%). En el período aumentó el valor de venta de los vinos varietales y espumosos.
En tanto, las exportaciones de mosto concentrado en lo que va del año ascienden a 40.387 toneladas, un 101,2% más en volumen y un 78,1% más de ingreso de divisas respecto al mismo período del año anterior. El precio promedio del mosto concentrado en el acumulado del año llega a 1.654,7 dólares/tonelada y en julio se comercializó a un precio promedio de 1.545,5 dólares/tonelada.
Mauricio Boullaude, CEO de la bodega A16 y vicepresidente de Wines of Argentina, coincidió en mencionar el cierre del paso internacional como un elemento que explica la variación marcada en julio, pero sumó que los mercados mundiales están erráticos y por eso se observan altas y bajas. Además, la comparación es con un 2023 que tuvo una caída pronunciada de las ventas al exterior, por lo que la base es menor y cualquier exportación de una bodega grande puede generar variaciones muy importantes (como la venta de varios millones de litros en tetrabrik por parte de Fecovita a Rusia).
Para entenderlo, en enero, la caída interanual fue del 11,2%; en febrero, del 5,1%; y en marzo, del 16,5%. Esto resultó en un descenso acumulado en el primer trimestre de 12,2 %. En abril se observó el primer repunte del año y por un porcentaje llamativo, del 32,1%. En mayo, los números seguían siendo favorables, aunque ya con un incremento menor, del 6%. Y en junio volvieron a caer, con la influencia de factores del clima, un 10,9%.
Boullaude recordó que el descenso en las ventas al exterior del año pasado se produjo por tres motivos principales: las altas tasas de interés, que afectaron el consumo de las familias, ya que la mayor parte de las personas en otros países tiene hipotecas; un aumento de los stocks postpandemia, porque se venía de un consumo muy pronunciado de alcohol en 2021 y 2022, pero se corrigió en 2023; y un menor consumo de bebidas alcohólicas entre los jóvenes.
De estos fenómenos, analizó, entienden que ya se ha superado el tema de los sobrestocks, lo que explica el rebote. En cuando a las tasas de interés, observan que la gente sigue consumiendo vino, pero se baja de nivel, por lo que crecen más los que no tienen mención varietal. En el acumulado de enero a julio, las exportaciones de genéricos treparon un 36,4%, mientras que las de varietales apenas subieron un 0,7% (un dato a destacar es el incremento de los espumosos, del 17,9%).
Sobre lo que está sucediendo en los mercados internacionales, el vicepresidente de WofA detalló que Chile está creciendo más que Argentina, aunque acotó que, si en septiembre empieza a bajar la tasa de interés en Europa y, por las perspectivas de recesión en Estados Unidos, sucede lo mismo en ese país, podría haber un mayor crecimiento.
“Hay algunos orígenes que se han recuperado más rápido, como Chile y España. También Nueva Zelanda, porque están de moda los blancos. Argentina empieza a rebotar. Y sigue muy lenta la exportación de Francia y Australia, que vienen con caídas”, explicó.
Añadió que cree que las expectativas son alentadoras y, con la regularización de los stocks y la baja de las tasas de interés, debería empezar a fluir nuevamente el producto desde Argentina al mercado externo. También señaló que el aumento se concentra en los blancos, porque se viene de tres períodos de baja en estos vinos, y empiezan a salir en abril y por eso se dio un incremento en mayo superior al de los tintos. Pero advirtió que los graneles siguen siendo poco competitivos en precio, con respecto a los de Chile y Australia, por lo que las operaciones argentinas están más orientadas a varietales y, específicamente, el malbec.
