En marzo, el consumo en el país retrocedió 7,6% con respecto a igual mes de 2022. El dato implicaba una mejora de lo sucedido en febrero, cuando las compras habían descendido un 8,2%. Sin embargo, en la primera semana de abril, la contracción fue del 13,7% y, en lo que va de 2023, acumula una retracción de 7,3%.
Para llegar a estos datos, la consultora Focus Market releva 670 puntos de venta en todo el país y procesa 9,5 millones de tickets al mes. La caída del 13,7% en el consumo los primeros días de este mes responde a los supermercados de hasta 500 m2. Sin embargo, la situación de las cadenas de supermercados regionales es aún peor, con un retroceso del 23,1%.
“La aceleración de la inflación, más el desplazamiento de los consumidores hacia grandes superficies comerciales, en el intento de encontrar Precios Justos, está generando un comportamiento dual del consumo. Por otra parte, los datos oficiales de aumento de la canasta básica alimentaria, del 9% mensual y 120% interanual en marzo, son un reflejo del deterioro del poder adquisitivo de los argentinos”, señaló Damián Di Pace, director de Focus Market.
En cuanto a la tercera semana de abril, Di Pace detalló que el canal de consumo masivo tuvo muchos inconvenientes con las subas del dólar en las diferentes versiones del mercado paralelo. Los comerciantes tuvieron modificaciones diarias en las listas de precios, entrega de mercadería con cupos y cambio de las condiciones de ofertas y promociones por compras con volúmenes. “Ante la escasez de dólares en el Banco Central y aprobaciones de importación demoradas hace varios meses, las cotizaciones alternativas son el nuevo precio de mercado para muchos insumos y materias primas necesarios para finalizar los productos que llegan a las góndolas”, analizó.
Los rubros que mayor retroceso acumulado en el consumo han tenido en 2023 son alimentos (-15,3%), cuidado personal (-12,2%) y limpieza (-7,4%). Bebidas es el que menos caída presenta, recuperando peso en la facturación del canal. La variación negativa de este último es explicada por las alcohólicas, que caen un 11,6%, mientras las bebidas sin alcohol se mantienen con una variación positiva del 0,5%.
Como contraparte, la inflación interanual promedio para los productos de consumo masivo supera los tres dígitos: es del 128%. Las familias de alimentos y limpieza registran los mayores ajustes de precios. En la apertura a nivel sub-familia, lácteos, productos frescos, congelados, cuidado capilar y del hogar han registrado los mayores aumentos en el último mes.
“La preocupación por la variación de precios comienza a ser muy grande. Todas las categorías de consumo masivo conocen una inflación interanual de 3 dígitos en marzo y con aceleración en su variación en el mes de abril. El gobierno no toma nota del problema enorme que está teniendo la macroeconomía, con un déficit fiscal que se sigue financiando con emisión monetaria y colocación de deuda en el mercado doméstico. Ante la peor sequía de los últimos años, el gobierno no ha revisado su nivel de déficit fiscal que, para los ingresos que está teniendo respecto de sus gastos, una meta de 1,9% de déficit fiscal respecto del PBI parece muy laxa. Sin embargo, se incrementa el déficit ante la caída de la recaudación y crece la incertidumbre económica en un año de elecciones”, concluyó Di Pace.