En Mendoza solo 2 de cada 100 empresas despedirá empleados

Según una encuesta del Ministerio de Trabajo de la Nación, el 2,4% de las empresas locales planea disminuir su dotación en los próximos meses. 

En Mendoza solo 2 de cada 100 empresas despedirá empleados
Referentes empresarios creen que febrero y marzo serán clave para conocer cómo quedó el mapa / Orlando Pelichotti

De acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo de la Nación, alrededor del 2,4% de las empresas del Gran Mendoza planea disminuir su dotación en los próximos meses. Hace un año, el porcentaje ascendía a 4,6% de firmas que planeaban disminuir sus dotaciones laborales.

El informe, realizado en octubre de este año (publicado recientemente), es parte de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de dicha cartera nacional, y contiene datos que se obtuvieron a partir de las respuestas de 3.380 empresas en todo el país, y 221 del Gran Mendoza (16.900 empleados).

A pesar de la situación de pandemia, el índice es positivo para la provincia, si se considera que a octubre del año pasado la cifra era de poco más del doble. De igual manera, el 4,5% de las empresas señaló que aumentará su dotación, y pese a que es un número bajo, supera al del mismo mes del año anterior (3,9%).

En contrapartida, el 5,9% de las empresas señaló hace un año tener puestos vacantes para emplear personal, y a la fecha solo el 5,7%. En cualquiera de los dos casos, y pese a tener necesidades de contratación, la cantidad de firmas que señala que planea hacerlo en el corto plazo es inferior.

Empresas con 10 o más trabajadores

El universo de empresas consideradas en la encuesta pertenece a el total de firmas privadas, registradas en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) con 10 o más ocupados que desempeñas actividades secundarias o terciarias en cada uno de los siguientes aglomerados: Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Tucumán y Gran Mendoza; y se completa con empresas privadas registradas en el SIPA, con 5 o más ocupados que desempeñen actividades secundarias o terciarias en cada uno de los siguientes aglomerados: Gran Santa Fe, Gran Paraná, Gran Resistencia, Gran Bahía Blanca, Gran Jujuy, Gran La Plata y Gran Mar del Plata.

La localidad con mejores expectativas

De acuerdo con las estadísticas publicadas por la EIL, la ciudad con mayor expectativa de crecimiento del mercado laboral es Gran Bahía Blanca, donde 7,8% de las empresas respondió que ampliará su planta de personal en los próximos meses, y un 4,7% planea disminuirla. Le sigue Rosario (6,2%, y 3,2%, respectivamente), y Gran Buenos Aires y La Plata con expectativas de crecimiento que superan el 4% en cada caso. En Córdoba un 2% de las empresas planea aumentar su dotación, y al igual que en Mendoza, un 2,4% de ellas planea disminuir

El Gran Mendoza es una de las ciudades en donde menos despidos se proyectan en las empresas, aunque las cifras de crecimiento no son tan altas como las ciudades señaladas anteriormente. Así, mientras que en el conglomerado urbano de la provincia las expectativas de disminuir la dotación personal son del 2,4%, en Santa Fe asciende al 5,2%, siendo la ciudad con peores resultados en este aspecto seguida por Bahía Blanca, Resistencia (4,1%), y Buenos Aires (3,4%).

Visión empresaria

En paralelo, el Gobierno nacional prorrogó hasta fines de enero de 2021 la prohibición de despedir sin causa justa, y por causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor. Y a mediados de este mes, el ministro de Trabajo Claudio Moroni, admitió que mantendrá la medida, junto con la doble indemnización, hasta que se haya normalizado la situación económica de la Argentina.

Durante toda la pandemia, junto con la prohibición, el Estado nacional diseñó políticas de sostén, o “Asistencia al Empleo, el Trabajo y la Producción” (ATP), que, con el último pago de los salarios del mes de diciembre, tendería a desaparecer para ser reemplazadas por créditos y el Repro II (por el que el Gobierno paga hasta $9.000 del salario de cada trabajador de las empresas en crisis). No obstante, referentes empresarios mendocinos señalaron que no es suficiente, y que se necesita una ley de Emergencia para paliar la situación.

De acuerdo con el titular de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza, Daniel Ariosto, el sector turístico especialmente ha sido uno de los más afectados de la pandemia, junto con otras actividades, que se están planteando un procedimiento preventivo de crisis una vez que la asistencia nacional desaparezca.

Algo similar señaló el empresario Maurico Badaloni, titular de la Unión Industrial de la provincia (UIM). “El ATP fue eliminado para las industrias hace unos meses, el problema queda en el sector de turismo (hoteleros, agentes de viaje, y empresas de transporte), que están a menos de 30% de capacidad. Y no creo que estas industrias estén optando por más créditos para sueldos. Esta realidad se verá con claridad en febrero y marzo, es decir, cuáles son las empresas que podrán sostenerse y cuáles no”, indicó.

“Las instituciones del turismo reclaman al igual que la agroindustria una ley de Emergencia. Hoy por la caída de piedra en el Este hay una ley de Emergencia con excepciones impositivas fundamentalmente poder ayudar a pagar los impuestos provinciales no pagados en todo el año de Pandemia, para luego tomar los beneficios fiscales para estas actividades tal cual lo enuncia la ley Fiscal del 2021”, destacó.

Condiciones para mejorar la situación de empresas asalariados

Consultado por el panorama durante y después de la pandemia, el economista Jorge Day (Ieral, Fundación Mediterránea Mendoza), explicó qué se podían esperar “tres etapas en las finanzas de quienes contratan trabajadores”.

En la primera, durante la cuarentena más dura, “se produjo una fuerte caída en ventas en la mayoría de los sectores, con empresas y Estados que seguían afrontando costos, pero con mucho menores ingresos. En esa situación, hubo un parate en los incrementos salariales. Lo más importante era mantener el empleo”.

Las etapas que siguieron, tuvieron que ver con una reactivación económica, con ventas que comenzaron a recuperarse, y empresas y Estado, en la búsqueda de reducir sus déficits financieros.

La última etapa tendrá que ver con una “reactivación más afirmada”, en la que se espera que las ventas alcancen los niveles previos a la pandemia. En este periodo es más viable el otorgamiento de incrementos salariales. Para ello, el especialista señaló que será necesario aguardar por inversiones, que no están claras en un contexto de alta incertidumbre, particularmente manifestada en la brecha cambiaria.

El economista José Vargas, titular de Evaluecon, también ofreció una relación entre los salarios de los mendocinos, la pérdida de poder adquisitivo, y el objetivo primario para la mayoría de las empresas este año: sostener los puestos laborales

“Con respecto al salario promedio en Mendoza, más allá del salario promedio que publica el Ministerio de Trabajo de la Nación, un salario promedio bruto para los asalariados registrados del sector privado, y el sector público, más el informal de la economía, es de alrededor de $53.000, y si uno analiza la evolución que han tenido este año, ha sido mala, no ha tenido crecimiento relativo en términos reales”, señaló al respecto el economista José Vargas, titular de Evaluecon. De acuerdo con los datos del economista, el mismo salario, con los descuentos de ley rondaría los $44.000 (17% en percepciones).

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