Los comienzos en el garaje de casa, la pasión convertida en trabajo o la aplicación de la Inteligencia Artificial enfocada en la transformación. Las principales exposiciones de la Experiencia Endeavor ofrecieron las principales claves para los emprendedores. Tanto para los que empiezan o tienen pensado hacerlo como para los que ya transitan el camino con altibajos y objetivos diversos. Así, el encuentro anual que Endeavor organiza en Mendoza crece año a año y esta vez pasaron unas 5.000 personas en total –la mayoría jóvenes- que buscaron nutrirse de historias y tender redes.
Con un alto tono motivacional y aspiracional, el encuentro realizado en la Nave se centró en los oradores durante la mañana mientras que en la tarde se realizó el Consejo Emprendedor con espacios uno a uno. Endeavor es una red que nació en Argentina para potenciar a los emprendedores de alto impacto y que posee presencia en 30 países. De su mano han crecido empresas que hoy son líderes y que ahora forman parte de esa red de apoyo mutuo entre emprendedores nacionales y del mundo.
“La misión de impulsar a quienes emprenden la realizamos a través de programas educativos, mentorías, capacitaciones o charlas”, contó Luis Zambonini, presidente de Endeavor Cuyo. El también dueño de McDonald’s en Mendoza destacó que además de los proyectos específicos, una de las grandes fortalezas de Endeavor tiene que ver con las conexiones. “Es increíble la generosidad de todos los que participan de este espacio que ofrecen su experiencia, saberes y contactos para que le vaya bien a los que se suman al ecosistema emprendedor”, se entusiasmó Zambonini.
En este sentido, tanto el presidente del Endeavor Cuyo como quienes pasaron por el escenario de la Nave Cultural, ofrecieron su mirada y las principales claves para emprender y no morir en el intento. El éxito del evento, además de la convocatoria de las distintas personalidades, se basó en la importancia de sentirse acompañado, conocer experiencias de “fracaso” y conectar con otros para sentirse contenido en el camino de emprender. Sendero que no es tan sencillo, en especial, en los primeros momentos.
Clave uno: hacer y atreverse
Una de las primeras clave para emprender tiene que ver con no esperar el momento adecuado. En Argentina, un país siempre en crisis, muchos suelen postergar los emprendimientos a la espera de un mejor contexto. “Es un error aguardar o excusarse en la situación económica”, expresó Zambonini. “Animarse es el primer paso que hay que dar”, destacó el presidente de Endeavor quien también instó a “pensar en grande” sin autolimitarse con problemas que no están en las propias manos resolver.
En este sentido, Daniel Rabinovich, COO de Mercado Libre, instó a los participantes a ponerse del lado del mostrador de la acción antes que en el de la queja o de la charla de café. De este modo, también incentivó a formarse, a aprender y a darse horas de práctica con alguna actividad antes de correrse frente a la excusa de “no soy bueno para esto” o “no puedo porque no soy técnico”. “Nadie puede decir que esto no es para uno sin antes haberle dedicado al menos 100 horas de aprendizaje a eso”, expresó Rabinovich quien contó cómo su empresa ha comenzado a utilizar la Inteligencia Artificial (IA) para resolver problemas específicos.
Sobre este punto, Coni Ansaldi, CEO y fundadora de CUX Ai, una aplicación para el bienestar emocional impulsada por inteligencia artificial, también recomendó no autoexcluirse previamente de las actividades. “Decir que uno no sirve para algo que le gusta es una manera de quedarse en el mismo lugar”, destacó la influencer durante su exposición. Agregó, por otra parte, que para emprender es clave la curiosidad y estar abiertos a lo que pueda suceder.
Clave dos: resolver problemas
En segundo lugar, parte del éxito de los emprendedores tiene que ver con que resuelvan un problema, puede ser grande, chico, personal o general. Lo importante es que aquello que se haga solucione una situación u otorgue un beneficio más allá de los réditos económicos que se puedan obtener. “Si yo emprendo solamente por una cuestión económica corro riesgo de no llegar a ningún lado”, opinó Gerry Garbulsky, fundador de Aprender de Grandes, TEDx Río de la Plata y Clubes TED-Ed, quien habló de los “Superpoderes para innovar en un mundo incierto”.
En un sentido similar, el referente de Mercado Libre, instó a enfocarse en resolver problemas de las personas y las empresas. “Es importante, además, poner foco en crear valor”, subrayó Rabinovich mientras que Ansaldi también destacó la importancia de “resolver problemas reales”. “Tener claro qué problema resuelvo con mi producto o servicio es una manera de pasar del pensamiento a la acción”, sumó Zambonini.
Así, aunque la tecnología hoy es una de las estrellas dentro del ecosistema emprendedor, los participantes mencionaron que la innovación puede venir desde cualquier lado. Con la idea de que en todas las economías hay oportunidades para emprender, un ejemplo de esto es el de Tomás Machuca (22), fundador y CEO de Fenikks. A sus 17 años necesitó unas canilleras de fútbol y, para que su familia no gastara plata, se las hizo con un balde cortado y un secador de pelo de su abuela, que se quemó en el proceso. Ahora esta empresa transforma tapitas en canilleras de fútbol con un alto impacto ambiental y presencia en clubes de barrio y profesionales.
Clave tres: Aprender, aprender y aprender
Aunque los distintos pasos para emprender poseen una gran complejidad, tal vez uno de los más difíciles sea, para muchos, persistir. Es decir, comenzar un proyecto y no abandonarlo en medio del maremoto de la economía argentina, las urgencias de la vida cotidiana o las dificultades que aparecen en el camino. En este marco, hubo coincidencia en que enfocarse en los aprendizajes que los supuestos fracasos dejan. No se trata de una frase hecha sino de tener claro que los errores o dificultades pueden ser utilizados a favor en lugar de como excusas para poner una lápida sobre el emprendimiento.
En este marco, para Gerry Garbulsky, el primer súperpoder de un emprendedor tiene que ver con aprender toda la vida así como abrirse a las sorpresas que puede traer el mundo o el emprendimiento en sí. Esa flexibilidad puede ser un camino para llegar a lugares impensados y que tiene que ver con permitir los quiebres, los frenos y valorar las supuestas equivocaciones.
“Recomiendo aprender todos los días algo nuevo”, coincidió Coni Ansaldi y –en el mismo sentido- vincularse con personas diferentes o que desafíen nuestras creencias adquiridas. Así, además de la disposición hacia el aprendizaje que debe caracterizar al emprendedor, también es ideal aplicarla en el hacer con otros. “Confiar en los equipos, armar espacios y no quedarse solos son formas de llegar más lejos”, apuntó Zambonini