En el marco del esquema de reducción de subsidios que encabeza la Nación, el martes tras una resolución se eliminaron subsidios por $ 14.800 millones a las grandes industrias y comercios. En Mendoza, desde el Ente Provincial Regulador Eléctrico estiman que se afectará a 236 establecimientos.
En tanto, las tarifas de los usuarios residenciales permanecerán hasta marzo sin cambios y luego tendrían una suba de hasta 20%.
La suba se desprende de la Resolución 40/2022 de la Secretaría de Energía de la Nación, publicada el martes 1 de febrero en el Boletín Oficial. Allí el gobierno publicó los nuevos cuadros tarifarios provisionales de la energía eléctrica mayorista para el período febrero-abril e incluyó la quita de subsidios para las grandes industrias que tengan consumos superiores a los 300 KW.
Al respecto, el coordinador de la Comisión de Política Energética y Tarifaria de la Federación Argentina de Cooperativas Electricas, Omar Zorzenón, explicó a este diario, que si bien en Mendoza la tarifa es más alta que en otras regiones del país, porque se paga más por su costo de distribución, lo mismo que sucede, por ejemplo en Córdoba (en comparación con Buenos Aires, la energía es un 189% más costosa, según un estudio del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de esa provincia), en realidad, “todas las provincias compran al mismo precio”.
Es que el componente de alcance nacional entre los ítems que se pagan en una factura es únicamente el del costo de generación de energía, y ese es el que se modifica con la quita de subsidios. Por el contrario, el valor agregado de distribución es el que se define en cada provincia y quien firma las variaciones en ese punto de la tarifa es el Gobernador (aumentará entre un 7 y un 10%, dependiendo del consumo de cada usuario, según la última actualización anunciada por el Gobierno de Mendoza).
Según explicó Zorzenón, el año pasado este sector ya había perdido parte del subsidio y “con este cambio van a pagar el 100% del costo de la energía que consumen”. Si bien el anuncio llega muy poco después del principio de acuerdo con el FMI en el que se incluyó una reducción de subsidios en materia energética, lo cierto es que ahora cabría esperar que el Gobierno Nacional se encamine a avanzar con la quita o reducción de subsidios entre los usuarios residenciales con mayor capacidad de pago.
“Los subsidios a la energía generan distorsiones a nivel macroeconómico, además de posicionarse como un gasto clave del Estado Nacional (U$S 9.500 millones a noviembre pasado), por lo que tienen un rol clave en el déficit fiscal. Eso implica que, indirectamente, empeoran el problema inflacionario que pretenden atenuar ya que el rojo se cubre con emisión de pesos”, señala el mismo estudio de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Así, en la audiencia pública del jueves 17 de febrero, Energía someterá a debate un nuevo cuadro definitivo, en el que podría aumentar los precios estacionales para hogares y proponer una segmentación, para que el Estado nacional tenga un ahorro fiscal en subsidios.
Los nuevos precios de referencia
Desde el primer día del mes de febrero, según se explica en los anexos de la Resolución 40/2022 de la Secretaría de Energía, “sin subsidio”, el “precio de referencia de la potencia y estabilizados (…) para el período 1° de febrero y el 30 de abril de 2022: es de 8.085,25, en hora pico, y de 8.080,08 en “hora resto”.
En tanto que para los usuarios residenciales el precio de referencia de la energía es de $ 1764 por megavatio-hora (MWh); para los no residenciales es de $ 2025; y para los grandes usuarios que brindan servicios de Salud y Educación es de $ 2911.
El aumento será de gran impacto para las industrias locales que, ya en la última actualización habían manifestado su preocupación por los altos costos del sector. Así, Mariano Guizzo, presidente de Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza), planteó que si bien aún no han tratado el tema en comisión directiva, el aumento en el costo eléctrico incide mucho en las industrias electrointensivas. Las que utilizan una buen potencia de energía, tendrán que trasladar el incremento al cliente, lo que podría dejarlos fuera del mercado. Para el resto de la metalmecánica, la incidencia no sería tan alta.
Lo mismo sucede con la vitivinicultura, por lo que Nicolás Vicchi, sub gerente de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), destacó en su momento que, en la temporada de producción algunas bodegas pueden superar los 300 kw. De hecho, las más grandes siempre utilizan esta potencia superior, por lo que tendrán un mayor impacto por el aumento.