El naciente sector de las energías renovables celebró cuando, entre 2016 y 2019, el gobierno nacional de entonces, de Mauricio Macri, lanzó el programa RenovAr, con la idea de contratar energía renovable a largo plazo. En esos años, Mendoza planteó 26 proyectos (18 grandes y 8 menores), pero a la fecha sólo 9 se construyeron, 8 continúan en camino y otros 9 están trabados o a punto de darse de baja.
Los datos actualizados provienen de la Empresa Mendoza de Energía SA (Emesa), que participó en el armado de 22 proyectos grandes, de los cuales 17 fueron presentados por privados. Si bien se han concretado iniciativas con otros programas, como un parque solar en Santa Rosa inaugurado en 2021, en esta nota se analiza el RenovAr por el impacto que tuvo.
¿Qué proponía ese programa nacional? Se hacía una “subasta” de energías renovables a largo plazo, con contratos de 10 a 20 años con Cammesa, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA. Las empresas ofrecían proyectos en base a energía hidráulica, solar o eólica y, con ese contrato, podían luego buscar financiamiento en dólares a largo plazo.
La iniciativa consiguió muchos adeptos en Mendoza, con proyectos por 446 MW y una inversión estimada de U$S 545 millones. Sin embargo, la fuerte devaluación de abril de 2018 complicó conseguir el financiamiento y muchos quedaron allí, en especial los parques solares (de 8 planteados en 2016, sólo 1 se concretó). A fines de 2018 se planteó el “Mini Renovar”, con 0,5 a 10 megawatts (MW), y en 2019 aparecieron los últimos 8 proyectos, todavía a flote.
El único proyecto solar del inicio del Renovar que logró concretarse fue el Parque Solar Pasip, en San Martín, de 1,5 MW de potencia instalada. Adjudicado en 2016, se habilitó en setiembre de 2019 con la gestión de Emesa y la Cooperativa Eléctrica de Godoy Cruz. En 4 ha con 89% de equipamiento argentino, cuenta con 4.000 paneles solares y 62 trackers para seguir la orientación del Sol y optimizar la generación de energía.
También había un proyecto eólico en El Sosneado, San Rafael, que buscaba generar energía eléctrica con una potencia instalada de 50 MW, más una posible ampliación de hasta 100 MW totales. La inversión era de U$S 86.431.362, con capacidad de abastecer a 100.304 familias. Se evaluó la disponibilidad de energía eólica y la infraestructura, pero no llegó a concretarse.
Proyectos que no vieron la luz
Siete de ocho grandes iniciativas solares en el RenovAr no llegaron a concretarse. “A estos proyectos no los acompañó la macroeconomía, no consiguieron financiamiento y quedaron en cartera. Las energías renovables de gran porte necesitan financiamiento externo. Hablamos de decenas de millones de dólares”, comentó Pablo Magistochi, presidente de Emesa. De todos modos, no descartó que “se puedan realizar en otro momento”.
Según los datos del Gobierno de Mendoza, en el RenovAr 1,5 se adjudicaron a la provincia 7 iniciativas: Parque Solar (PS) Pasip, PS Anchoris, PS Luján de Cuyo, PS La Paz, PS General Alvear, PS Lavalle y Parque Eólico El Sosneado. Sumaban una potencia de 157 MW, $ 185,1 millones en inversión con energía para 22.611 hogares, con 3.499 nuevos empleos directos e indirectos. En el Renovar 2 se sumaron PS Verano Capital Solar One (Agrelo) y PS Zapata (Tupungato).
Ya se habló previamente del Pasip y del proyecto eólico El Sosneado. En cuanto al parque solar Anchoris, en Luján de Cuyo, se pensaba en una capacidad de 20 MW y la posibilidad de alcanzar los 90 MW en una etapa posterior. La generación anual hubiera alcanzado los 44.760 MWh. En un terreno de 50 ha que era propiedad de Emesa, la inversión estaba estipulada en U$S 28 millones.
Por su parte, el PS Luján de Cuyo 1 buscaba generar 1,22 MW de potencia, instalando 92.160 paneles. El terreno pertenecía a Emesa, con una alta radiación solar, superficie propicia para la implantación y cercanía a polos industriales. Se estimaba una inversión de U$S 35 millones y alrededor de 557 puestos de trabajo (más otros 45 en la etapa operación y mantenimiento).
Respecto al parque de La Paz, se pretendía una potencia de 16 MW con 49.920 paneles fotovoltaicos, en un terreno municipal con derecho de usufructo por 30 años para Emesa. Hubiera generado 27.536 MWh al año y se estimaba la contratación de 357 puestos de trabajo, más otros 36 para su operación. La inversión rondaba los U$S 21 millones.
En el sur, el PS General Alvear proponía una capacidad instalada de 20 MW con 76.544 paneles fotovoltaicos. La inversión estimada era de U$S 27 millones, demandando para la construcción unos 446 empleos, más otros 40 para mantenimiento. Se planeaba vincular ese parque a la Estación Transformadora Alvear.
Concluyendo con los proyectos del RenovAr 1,5, el proyecto solar de Lavalle implicaba una inversión de U$S 26 millones en un terreno de aproximadamente 233 ha, con una potencia de 20 MW y la colocación de 76.544 paneles. El aumento en un 89% del consumo per cápita durante los últimos 10 años hacía viable la implementación de un parque solar fotovoltaico.
Comentando los dos proyectos solares del Renovar 2, el PS Verano Capital Solar One (VeCaSo 1) proponía una obra fotovoltaica en Agrelo (Luján), con una potencia concesionada de 100 MW. La idea era que beneficiara a más de 26.500 familias al generar 184 GWh/año. El último proyecto de la lista era el parque solar Zapata, en Tupungato, con una potencia instalada de 37 MW. Sumando ambos proyectos se estimaba una inversión de U$S 120 millones.
Aprovechamientos hidroeléctricos
Si se prefiere mirar el vaso medio lleno, nueve proyectos adjudicados eran Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos (PAH), y de esos hay 7 que se construyeron, 1 en construcción y 1 con una discusión contractual. Según afirmó Magistochi, en Mendoza el recurso hídrico es el más competitivo respecto de otras provincias que pueden aprovechar más el sol, como San Juan o Jujuy.
“La zona de alta montaña de Mendoza, como el Valle de San Alberto, Uspallata, tiene una potencialidad enorme para energía solar, pero no tenemos líneas de alta tensión como San Juan tiene en su alta montaña. Lo mismo pasa con nuestro viento. Sirve para realizar proyectos eólicos pero es de menor calidad que el de la Patagonia”, describió el presidente de Emesa.
En el caso hidroeléctrico, Mendoza tiene ventajas por la experiencia en riego y por los saltos, ideales para PAH. Son inversiones con una vida útil de 100 años, mientras que los contratos y concesiones son a 20 años. Después de que un privado lo desarrolla y hace su negocio en 20 años, pasa a ser un bien del Estado, con otros 80 años de vida útil (la Central San Martín se inauguró cerca de 1950 y aún funciona).
Volviendo al RenovAr, en 2016 planteó presentar estos PAH que, en vez de represas como Portezuelo del Viento, son pequeñas centrales emplazadas en un canal de riego. Mendoza ganó ahí en 4 proyectos: Salto N° 6 y N° 8 del Canal Cacique Guaymallén (Luján), el Triple Salto en el canal San Martín (Junín) y la mini central Tiburcio Benegas (Rivadavia). Generarían un total de 21,13 megavatios/año, con una potencia instalada de 4,2 MW.
En 2017 la Nación subastó 50 MW para obras minihidroeléctricas y Mendoza ganó otros cinco: los saltos 7, 11 y 40 para el canal Cacique Guaymallén, un proyecto en Lunlunta (Maipú) y un aprovechamiento sobre el arroyo Las Tunas (Tupungato) con capacidad de generar 10 MW de energía. El proyecto del salto 40 luego se transformó en otra iniciativa en el canal marginal de El Tigre (San Rafael).
De eso 9 proyectos, hay siete que se construyeron, mientras que uno todavía está en construcción: el del Marginal del Tigre. Por otro lado, el de Las Tunas tiene su contrato vigente, pero, por una discusión contractual con Cammesa, no se puede avanzar en la obra.
El mini renovar
El Renovar 3, también llamado “Mini renovar”, proponía proyectos de 0,5 a 10 MW, y Mendoza logró la adjudicación de 4 hidroeléctricos y 4 fotovoltaicos de energía solar. En total eran inversiones de U$S 25 millones con más de 500 puestos de trabajo directo.
Los 4 hidroeléctricos eran CH Tupungato I, CH Tupungato II, CH La Copa y CH Salto 9, todos a cargo de la empresa Ceosa y con 0,9 MW excepto La Copa, con 0,5 MW. En cambio, los 4 solares fueron PS San Rafael con 4 MW (oferente Helios Río Diamante PV VI), PS Helios Santa Rosa con 5 MW (Tassaroli SA), PS San Martín Enerland con 10 MW (Enerland 2007 Fotovoltaica S.L.) y PS Capdeville Las Heras con 2 MW (Ceosa).
El único de esos proyectos que se ha terminado es el PS Helios Santa Rosa que, a partir del 29 de marzo de 2022 obtuvo la habilitación de operación comercial. Carlos Tassaroli, titular de Tassaroli SA, comentó que el camino fue difícil, pero contaron con financiamiento del Banco Nación, el Fondo para la Transformación y el Crecimiento (FTyC) y de Mendoza Fiduciaria, además de aprovechar el programa de reintegros Mendoza Activa y fondos propios.
“¿Qué se necesita para hacer una inversión así? Coraje, porque después de que empezamos tuvimos que buscar y buscar la forma de terminarlo”, bromeó Tassaroli. En la visión de este empresario sanrafaelino, hoy “las energías renovables son una necesidad” para remplazar combustibles, depender menos de la importación de gas y poder diversificar la matriz energética.
Para Natan Araya, coordinador del nuevo Clúster de Energías Renovables de Mendoza, lo que falta para concretar nuevos proyectos son incentivos financieros, a tasas preferenciales y con años de gracia. Si bien considera que hay algunas opciones interesantes en el FTyC o el BNA, más el apoyo de Mendoza Activa, explicó que son proyectos que implican una inversión fuerte y se demora el retorno.
Además, para Araya sería interesante pensar en pequeñas acciones, por ejemplo, en agricultura: “Somos una provincia con mucha plantación de vid, tomate, papa, etcétera. El sistema agrícola hoy necesita energía. ¿Qué mejor manera que hacerla con sistema fotovoltaico? Al productor se le deberían dar herramientas financieras para poder “.