Expectante, la agroindustria local celebra la mayor certidumbre que se prevé para 2025

Luego de un 2024 de baja general, la agroindustria apuesta por un mejor año debido a la estabilidad macro. Qué falta y cómo se prepara el sector para exportar más. La competitividad como palabra clave.

Expectante, la agroindustria local celebra la mayor certidumbre que se prevé para 2025
PLANTA DE CLASIFICACION DE CIRUELAS NEVADA EN EL DISTRITO DE RAMA CAIDA FOTO: ROBERTO SALVADORES

La agroindustria local no escapa a las generales de lo que ha pasado en otras áreas. Sin embargo, el sector cierra el año con la idea de que la baja de la inflación ha sido un aliciente al momento de organizarse y, sobre todo, con relación a la previsibilidad. Luego de un 2023 plagado de elecciones, incertidumbre por el futuro del país e impacto en costos de la devaluación de diciembre, los referentes del sector valoran la mayor claridad en el contexto actual. Sin juicios de valor, expresaron que ya no hay dudas sobre el rumbo y que eso –guste o no- ofrece previsibilidad.

Los principales productos agroindustriales de Mendoza son las conservas en líneas generales. Tomate, fruta y granos se destacan y aunque este último producto no se cultiva acá, la provincia es uno de los principales polos en donde se procesan. El otro está ubicado cerca de la zona núcleo, con Rosario como una de las ciudades más importantes. El rubro no escapa a la problemática general de suba de costos y competitividad en baja, situación que atenta –entre otras cosas- contra la posibilidad de crecer vía exportaciones. Es porque en líneas generales, el sector trabaja para el mercado interno, hoy todavía en baja y con signos de interrogación hacia adelante.

Raúl Giordano, presidente de la Cámara de Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim), subrayó que este 2024 ha sido un año de transición. Su sector está acostumbrado a trabajar en medio de los vaivenes debido a que la cosecha se realiza en verano, meses en los que en los años eleccionarios se define la política económica, entre otras cosas. Así, mientras la temporada 2023 la hicieron en medio de la tormenta de un cambio de Gobierno y de una devaluación muy alta, los empresarios comenzaron esta cosecha con una tranquilidad impensada.

“La fruta no espera y se madura por lo que estamos acostumbrados a maniobrar en medio de las dificultades”, reflexionó Giordano. Por este motivo, el sector valoró la baja en la incertidumbre. “No es que estemos excelente, pero podemos crear expectativas más certeras así como esperanzas renovadas de poder dar un salto hacia adelante”, expresó Giordano. El referente empresario agregó que su sector apuesta por lo mejor debido a que, en cierto modo, es lo que hacen con la fruta. En medio de una cosecha normal, el presidente de Cafim destacó que se hagan cosas diferentes por lo que esperan resultados distintos. Hacia adelante, observo: “Esperemos que hayan comprado la segunda hoja del libro”.

Preocupación por los costos

Por su parte, Diego Stortini –empresario vitivinícola y vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM)- expresó que la agroindustria ha tenido precios bajos en materias primas, productores sin rentabilidad, caída en ventas locales y débil penetración internacional.

Agregó que si bien es muy ponderable lo logrado por el Gobierno nacional en su primer año (baja inflación, ancla cambiaria), los desafíos más importantes están por venir. “La estabilidad no será sostenible sin una reforma estructural impositiva, previsional y laboral que permita ganar competitividad”, definió Stortini.

En este sentido, Mariano Perón –uno de los dueños de Fénix, una empresa destacada de Mendoza y de General Alvear- expresó que este año el mercado interno ha estado muy golpeado.

Si bien en lo particular no les ha afectado de manera directa ya que su industria exporta casi el 90% de lo que produce y viene en franco crecimiento, Perón apuntó que será clave la diversificación en líneas generales. Agregó que ellos venden a más de 35 países –con Zummy, el puré natural de frutas como producto estrella- y que la demanda global está en alza luego de pasada la pandemia.

Sin embargo, hacia adelante la empresa mira con preocupación los números con los que, en plena cosecha, comienza el año. “Los costos de producción en dólares aprietan cada vez más ya que la inflación ha sido de 100% y la devaluación de 24%”, ejemplificó Perón. Con la devaluación de Brasil y precios internacionales que no han aumentado, la agroindustria que exporta también se la verá en figurillas si no hay cambio de condiciones y baja de costos. Más allá del dólar, el dueño de Fénix también mencionó la carga impositiva.

Por su lado, Giordano apuntó que Argentina siempre ha tenido altos costos y que la logística suele tener un impacto alto por lo que la industria debe trabajar en mejorar su propia eficiencia.

Stortini apuntó que la clave será bajar costos estructurales y fomentar sectores estratégicos así como el incremento de la penetración internacional de los productos locales. “De cara al 2025 queda esperar que todos podamos mejorar la producción para vender más, invertir más, crecer en cantidades para abaratar costos y poder ser más eficientes”, cerró el presidente de la Cafim.

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