SVB Financial Group (SVB), es una compañía de servicios financieros, así como un holding bancario y un holding financiero de los Estados Unidos. Este banco colapsó la semana pasada y encendió las alarmas de todo el mundo financiero ya que los problemas por los que cayó el banco son aplicables al resto del sistema financiero mundial. SVB compró aproximadamente 80 billones de USD en títulos de crédito, que no han tenido un problema de incobrabilidad, sino que eran créditos a una duration prolongada con rendimiento bajo (1,56%) en un contexto de subas de tasas por parte del Banco Central Americano (FED).
El banco no protegió la posición a través de cobertura de tasas (hedge) ante la suba de tasas y provocó pérdida no realizada entre el Valor Técnico (porque se iban a mantener hasta el vencimiento) y el valor de mercado de dichos títulos. Cuando el SVB tuvo que empezar a vender los títulos para atender a los retiros de los depositantes, que en algunos casos son bastantes ilíquidos, el banco se ve en la obligación de registrar las pérdidas no realizadas y cuando el mercado toma conocimiento de lo que sucede comienzan los rescates masivos de depósitos, las ventas mayores de títulos a menor precio y por ende con mayores pérdidas.
El banco tuvo que afrontar retiros por 42 billones de USD en un día (las reservas brutas del BCRA llegan con suerte a los 38 billones) e intenta hacer una venta de acciones para reconstituir su posición de liquidez que fracasa, contrata a Goldman Sachs para una venderse a otro banco, gestión que también fracasa y las acciones caen 90% en dos ruedas. Cómo dato anecdótico, el HSBC compra la unidad de Reino Unido de al precio de 1 libra esterlina.
Hacia el fin de semana las autoridades Federales intervienen el banco y aseguran los fondos de los depositantes. La FED actúo de manera rápido para evitar el riesgo sistémico de todo el sistema financiero mundial. Ahora el mercado empieza a buscar que otros bancos (regionales) pueden estar en condiciones similares SVB y ya son varios los que están bajo la lupa.
Los efectos inmediatos
Los mercados experimentaron un flight to quality saliendo de posiciones de riesgo y buscando refugio en letras cortas del tesoro americano y el oro. Las letras comprimieron mucho su rendimiento y el oro un gran desempeño dentro de los commodities. Mientras que las víctimas fueron las acciones, bonos de larga duration y resto de commodities
El mercado comenzó a pricear una FED más dovish (blanda en términos de política monetaria) con menores subas de tasas en el 2023 y un pivot (momento de bajas de tasas) en el 2024. También para los mercados los datos de inflación americana que se conocieron el martes fuero un poco de oxígeno en un ambiente muy contaminado, ya que la misma dio muy en línea con las previsiones que hacen los grandes jugadores.
En nuestra visión, sostenemos que es momento de cautela, ya que si la FED termina convalidando un escenario de tasas más bajas, la implicancia es que este fenómeno de tensión financiera va a provocar una recesión que pondrá freno al rebote inflacionario. Si por el contrario la FED se muestra agresiva en su lucha contra la inflación y sigue subiendo de manera acelerada los tipos de interés el stress financiero puede provocar una crisis de grandes proporciones. Lo que si es seguro a mediano plazo es que con la intervención de la FED para salvaguardar a los depositantes y al sistema financiero, el proceso de desinflación va a ser más arduo y prolongado de lo que se suponía hasta hace una semana atrás.
¿Argentina al margen?
La pregunta que surge inmediatamente es que puede pasar en el país en un año donde internamente se conviven con problemas macro estructurales (inflación, recesión). Y la respuesta es obviamente, no. Por empezar un flight to quality va a poner presión en los dólares financieros (CCL/MEP), por otro lado una recesión va a implicar menores precios para nuestras exportaciones, por lo que las divisan van a seguir siendo un bien escaso para nuestra economía y finalmente el precio de los bonos soberanos en USD también se va a haber afectado haciendo subir el riesgo país y el costo de endeudamiento del sector público y privado. Los efectos se van a sentir de una manera más solapada e indirecta, el contagio del sistema financiero internacional al local no se va a hacer sentir directamente, ya que el Banco Central ya interviene en el mercado de bonos para mantener la paridad de los títulos en pesos, generando presiones inflacionarias sobre la economía.
Alternativas para sobrevivir al segundo semestre
En este contexto internacional y en donde la economía nacional con inflación superior al 100% y/y y con pérdidas en la producción de granos cercanas a los 20billones de USD fruto de la sequía, seguimos recomendando la compra de dólares para perfiles conservadores, mientras que para perfiles moderados recomendamos Cedears (sectores defensivos), obligaciones negociables, hard dollar (ley New York) y para perfiles agresivos seguimos volcándonos por una cartera diversificada entre Cedears, Obligaciones negociables, hard dollar y bonos globales y acciones argentinas después de que termine la toma de ganancias que se inició la semana pasada. En este contexto local e internacional siempre es saludable mantener una parte de la cartera en posiciones de liquidez (evita volatilidad y permite realizar compras de oportunidad) como así también mantener una pequeña parte en activos que sigan al precio del ORO ya que sirve como cobertura ante eventos de volatilidad y es un buen indicador de cuando la FED está por abandonar el ciclo alcista de tasas.
Por el momento preferimos mirar de afuera los instrumentos en pesos emitidos por el Gobierno Nacional con vencimiento posterior a mayo de 2023. A menos de 45 días preferimos LEDES y hasta 60 días Leceres. La estrategia de invertir en pesos (a tasa fija y CER) se puede canalizar a través de FCI ya que permite balancear riesgos y rendimientos a lo largo de la curva pero teniendo la alternativa de salir cualquier día.
Para inversores conservadores que cuenten con USD en el exterior o que puedan realizar operaciones de CCL, seguimos recomendando Treasuries a corto plazo (6 meses – 1 año) con retornos aproximados al 4% anual.